Waiting For Superman (ReynaxApolo)

▪Capítulo 7

—¿Puedo pasar?— Leo estaba en la puerta, sonreí y asentí.
—Reyna lamentó tanto esto.

No entendía lo que decía, y poco a poco recordé que la razón por la que yo estaba aquí, era por esa bola de fuego hecha por Leo.

—No fue tu culpa, lograste acabarlo.
—Logramos.

Volví a sonreír, y él también lo hizo. Nos quedamos callados por un buen tiempo hasta que finalmente Leo volvió a hablar.

—¿Por fin convenciste a Apolo de descansar? Todos le hemos dicho que lo hiciera pero se negaba a irse.
—¿De qué hablas?
—Apolo se quedo contigo todo el tiempo que estuviste inconsciente, no ha descansado nada.

Por los dioses, él estuvo conmigo todo el tiempo y yo lo trate tan mal, me sentía pésimo, necesitaba pedirle perdón.

Alguien toco la puerta, y el cuerpo de Calipso se deslizó hacía dentro, me miró y una mirada de alivio pasó por sus ojos.

—Reyna, me alegro mucho de que estés despierta pero tengo que llevarme a Leo, tenemos que estar listos para irnos mañana.
—Claro, ya voy amorcito— Contestó Leo —Te veremos luego, Reyna. — Dicho eso ambos se fueron.

Mañana se irían, Apolo se iría. Me recosté en la cama, y sentí como un nudo ardiente se formaba en mi garganta, lágrimas cayeron de mis mejillas, ¿qué había hecho? Me había portado horrible con Apolo, pero ¿cómo confiar en alguien, cuando ya te han fallado antes?

No quería culpar a nadie de la inseguridad que dentro de mi existía, pero ya he pasado por esto, cuando Jason desapareció me sentí vacía y cuando finalmente regreso, lo hizo de la mano con otra, Piper es increíble pero lo que pasó me dolió mucho. Ahora Apolo me ha dicho que confíe en el pero ¡por el Olimpo! No puedo, él se iría en unas horas y lo más probable es qué nunca lo vuela a ver y si lo veo de nuevo será convertido en un Dios, en el grandioso y engreído Apolo.
No valía la pena siquiera pensar en que tenía una oportunidad con él, porque simplemente no la había, si me arriesgaba terminaría con el corazón roto de nuevo y no quería eso.

Limpié mis lágrimas y trate de incorporarme, todo mi cuerpo dolía, logré ponerme de pie y tome un baño; cuando termine me puse unos vaqueros y la camiseta del Campamento, dejé mi cabello suelto y salí para pedir una disculpa.

Era de noche, y la luna iluminaba al Campamento. Apolo se encontraba sentado en el borde de una fuente con la mirada pérdida, me acerque silenciosamente a él y puse mi mano en su hombro, Apolo se sobresaltó y se dio la vuelta.

—¡Dioses! Reyna ¿acaso quieres matarme de un susto?
—Vine a pedirte una disculpa, yo no pretendía hablarte de esa manera... es solo que estaba enfadada.
—¿Enfadada? ¿Porqué?— Dude en decirle pero al final tome un breve respiro y me senté en el borde de la fuente.
—Cuando Jason desapareció me sentí tan impotente, no sabía que hacer, temía por su vida pero cuando el volvió... Fue peor— Apolo solo me observaba.
—¿Jason Grace?- Asentí.
—Siento que tu relación con Grace no haya funcionado, pero ¿es el la causa de tu desconfianza?.— No sabía que responder, sabía la respuesta pero me costaba decirla en voz alta.
—¿Lo es?—Apolo presionó más.
—Sí— Respondí finalmente. Apolo asintió satisfecho.
—Reyna eres una mujer increíble, hermosa, valiente y fuerte, Jason fue un idiota al dejarte ir, pero tienes que aprender a confiar, no me dolió lo que dijiste sobre Calipso, me dolió tu falta de confianza hacía a mi, no te haré daño. Lo digo enserio.

Lo mire, mis ojos estaban llenos de lágrimas. Apolo fue hacía mi y me abrazo, correspondí a su abrazo, me sentía protegida en sus brazos, cada vez que sollozaba me envolvía más fuerte, murmuraba cosas dulces a mi oído para tranquilizarme y lo lograba. Se retiró un poco y me miró, limpio suavemente las lágrimas que corrían por mi mejilla y sonrío.

—No permitiré que nadie te vuelva a hacer daño otra vez.

El poco espacio que quedaba entre nosotros se consumió, Apolo tomó mi barbilla y beso mis labios.