▪Capítulo 22

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El Senado estaba reunido en unos minutos, nuestro tiempo récord. Entre junto con Frank aún lado mío y Leo al otro.

—¿Reyna, qué sucede?- Dijo Gwen cuando puse un pie en la Casa del Senado, tome una respiración profunda e indique a Leo que contará lo sucedido en Indianapolis, incluyendo el soneto de Shakespeare.

El Senado entró en una conmoción, al principio no hubo ninguna palabra luego el temor se apoderó de todos.

—Hemos de crear una estrategia—Dije cuando el silencio se hizo nuevamente presente.—Hemos peleando antes y hemos ganado, podemos con esto.—Infundí un poco de fuerza a la sala y pronto comencé a sentir como eso me había debilitado.

Los veteranos daban miradas entre ellos, hasta que uno se paro para finalmente hablar.

—No podemos dejar que lleguen hasta la ciudad, hay familias ahí, niños pequeños y adultos.
—Habrá legionarios vigilando el túnel y el acueducto. Los centuriones se encargarán de la entrada a la Nueva Roma así como de la Colina de los Templos.

Con ayuda de un mapa del Campamento pusimos los puntos en los que seríamos más vulnerables por lo tanto los que debíamos proteger más.

Colocamos trampas y armamos una estrategia para defendernos, no dejaríamos que pasarán el túnel pero sin embargo si ellos lo hacían nuestra prioridad era que no llegarán a la ciudad.

Se dio aviso a todas las cohortes, al igual que se les dio un arma. No podían estar indefensos, la noche cayó y con eso nos dio un día menos, había un gran movimiento en el Campamento, las personas iban y venían, estaba haciendo vigilancia a las orillas del Tiber, imaginando como en unas horas habría una gran batalla en este lugar. Hazel se situó a mi lado y me sonrió.

—Será agotador ¿eh?
—Todas las batallas son agotadoras—Logré decir.
—Es por eso que deberías descansar—Negué instantáneamente, no lo haría.
—Si sucede algo yo te avisaré—
Me prometió.
—Todos están en alerta, no sería justo.
—Todos no tienen la preocupación que tú tienes ahora por él. Es mucho, incluso para ti Reyna.

Mis ojos se hicieron cristalinos y una lágrima bajó por mi mejilla. Hazel inmediatamente me dio un fuerte abrazo y murmuró cosas tranquilizadoras para mí.

Finalmente accedí a descansar con la condición de que me despertara dentro de 3 horas, ella me prometió que así lo haría. No me di cuenta de que tan cansada estaba hasta que puse mi cabeza sobre la almohada y caí en las manos del Dios del sueño, para luego despertar en esta cruel realidad.

Waiting For Superman (ReynaxApolo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora