21. - Último día.

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Me desperté por unos leves ronquidos cerca de mi oído. Que hora será? quise levantarme pero inesperadamente un brazo me rodeó la cintura.

Guillermo: Mmm. - lo escuché.

Agustin: Guille, dejame levantar boludo. - intenté sacar su brazo pero él me apretó con más fuerza.

Guillermo: Mmm-mm. - dijo, como diciendo "no, no"

Agustin: Dale boludo.

Guillermo: Mmm no te vas.

Agustin: Pero me quier

Guillermo: Shhhh sos mio y de acá no te vas.

Agustin: Que decís boludo? dale. - no escuché respuesta de su parte. - Guille... - nada. - Guillermo la concha de su madre!

Guillermo: QUE? que? que pasó? - me soltó rápidamente.

Agustin: Nada, ya está - me senté en la cama.

Guillermo: Por qué gritassssss estaba durmiendo tan lindo. - se dió vuelta.

Agustin: Bueno, dormí nomas

Guillermo: A donde vas? - preguntó.

Agustin: Voy a tomar un poco de aire.
- salí para afuera encontrandome con un hermoso amanecer. Observé todo el paisaje detalladamente y pensé en todo lo que estaba viviendo con Guillermo. Realmente era una locura lo que estaba haciendo con mi compañero, pero una locura buena porque nos sentíamos bien. Al menos yo.

*Horas más tarde*

Guillermo: Mañana tenemos que volver a entrenar, que pajjjja. - dijo arrastrando la "J".

Agustin: Que no te gusta?

Guillermo: Si obvio, pero la estábamos pasando tan bien... bueno, yo sí... no sé vos. - dijo y frenó en el semáforo.

Agustin: Yo igual, pero ya vamos a tener más tiempo. - miré por la ventanilla.

Guillermo: Dentro de dos horas llegamos a mi casa, pero tengo una idea mejor

Agustin: Que idea?

Guillermo: Vamos a otro lugar antes de llegar.

Agustin: A donde?

Guillermo: No sé, elegí vos...

Agustin: Pero su vos sos el de la idea. - reímos. - bueno, queres conocer uno de mis lugares favoritos?

Guillermo: Dale, pero maneja vos.

Frenó en un semáforo y cambiamos de asientos
Conocía un bar hace muchísimo tiempo, nunca había llevado a nadie a ese lugar, pero por qué no llevarlo a él?
Era bastante grande, a veces tocaban bandas, esperemos que hoy toque alguna.
Después de manejar por aproximadamente media hora, llegamos.

Bajamos del auto, entramos y nos sentamos en la barra.

Agustin: Nos vamos a quedar un rato nomas Guille, es medio tarde ya.

Guillermo: Sí, un par de tragos y seguimos nuestro camino.

Tomábamos y nos reíamos. Para mi suerte había venido una banda de cumbia, no tan conocida pero muy agradable para mi porque la conocía.

Guillermo: Vamos a bailar?

Agustin: Emm... bueno, pero no soy muy bueno igual...

"Mira como baila, ay como se mueve mi corazón se para, por poco se muere..."

Guillermo: Apa, que temita eh. Igual nadie supera a los Totora, sabelo. - reímos. - voy a buscar algo para tomar.

Yo lo esperé. Saqué el teléfono de mi bolsillo y miré la hora, 20:32.

Fault - SarionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora