Fault - Sarion

30. - Mal día.

- Días después -

Narra Agustín:

Es hoy. Hoy hay que ganar o morir en el intento, traté de alargar la semana y no pensar, pero pasó rapidísimo, finalmente llegó el día...

Me levanté con algo de sueño ya que no había podido dormir tan bien pensando en el partido. Fui al baño e hice mi rutina. Miré la hora, 8:30. Perfecto, me sobra el tiempo. Me bañé y preparé mi desayuno, comí y prendí mi celular. Empezó a sonar varias veces debido a la cantidad de mensajes de familia y amigos deseándome suerte para hoy. Contesté algunos y fui a cambiarme. Cuando ya estaba todo listo, salí de mi casa y cerré la puerta.

Narra Guillermo:

Me levanté con ansiedad, ya quería que llegue la hora para alentar a mis compañeros como siempre, en la Bombonera se tiene que poder, sea como sea.
Hice un poco de fiaca en la cama, hacía bastante frío y las ganas de entrenar eran pocas.
Miré la hora y se me hacia tarde. Me bañé rápido, me cambié y preparé mi desayuno para comerlo en el camino. Cerré todo y subí a mi auto.

Narra Agustín:

Estacioné mi auto donde siempre y me bajé.

Agustín: Ginoo, como va? - lo saludé ya que se estaba atando los cordones antes de entrar.

Gino: Aguss. - se paró y me saludó. - todo tranqui y vos?

Agustín: Bien, bien. Que hora es?

Gino: 9:30 justito, que calidad. Entremos antes que nos fajen.

Narra Guillermo:

Empezaba a ponerme nervioso, ya era más de la hora y me faltaban como 20 cuadras. La puta madre...
El semáforo seguía en rojo y yo miraba la hora en mi celular todo el tiempo.
"Pero que te pasa la concha de tu madre?" escucho al hombre que estaba en el auto de adelante mío. Levanto la mirada y observo como discute con el auto que está a su izquierda. Me daba un poco de gracia, los argentinos somos re calentones, yo por suerte no soy de putear a cualquiera.
El semáforo se pone en verde y el señor de adelante mío baja del auto y patea la puerta del auto con el que discutía.

Guillermo: Uh, no. - miro mi celular, 9:37.

"Baja del auto cagón, te voy a cagar a trompadas sorete" - decía el hombre aún enojado. No tardaron en aparecer los bocinazos para que se apure y arranque, los autos de atrás tenían el mismo enojo que yo.

Guillermo: Flaco, te pido que arranques por favor. Estamos todos apurados y vos estas haciendo un teatro con el otro boludo de allá. - le grité.

"Y a vos quién te conoce papá?" - dijo.

Guillermo: Ya sé que no me conoces, pero necesito irme y tu auto no me estaría dejando. - volví a gritar en medio de los bocinazos. Trate de ser paciente.

"No me rompas los huevos, esperame que atiendo al sorete éste que se hace el vivo y te dejo." - dijo y le pateó el auto. - "dale cagón, como me dijiste? que me vaya a donde? salí y decimelo a ver si tenes huevos."

Me harté. Eran las 9:45.

Bajé del auto y me dirigí directamente al hombre. Lo agarré del buzo dejándolo a unos centímetros de mi cara

Guillermo: Flaco, la concha de tu madre. Me quiero ir a la re mierda y vos te pones a hacer pelotudeces en el medio de la calle. No te das cuenta de como te apura la gente? dejate de joder que sos un hombre grande y moveme ese auto por favor porque te reviento a vos y a tu auto.