Factionless

X

Has fingido tanto que llega un momento en el que dejas de recordar quien eras antes de todo.
                      Skyistipping.

Es nuestro tiempo de descanso.

Jace y yo jugamos a lanzarnos cuchillos.

Es un juego típico de Abandoned.

Te colocas frente a una diana, mientras que un compañero te lanza los cuchillos. Si gritas, te mueves, o parpadeas, tienes que cumplir el reto que te propongan.

Una vez tuve que meter una rata entre la ropa de Klaus mientras dormía. El resultado fue dos semanas de castigo. Después de eso decidí no meterme más con el entrenador.

- Mi turno - sonrío malévolamente, desclavando los cuchillos de la madera.

Jace me azuza con las manos, para que me coloque a una distancia prudente.

Espero hasta que se serene, y solo cuando su respiración se tranquiliza y sus ojos miran bien abiertos hacia los míos lanzo el primero.

La punta se clava en el diminuto hueco entre la cara interna de su brazo y su cuerpo, bajo la axila.

Jace suelta el aire.

- Demasiado cerca.

- Eso no es nada - sonrío, y con una rapidez asombrosa lanzo los dos cuchillos restantes, uno a cada lado de su frente.

- Podrías haberme hecho un buen corte de pelo - bromea Jace, separándose de la tabla. Me fijo que hemos empezado a hablar entre nosotros como verdaderos amigos, y no como simples compañeros.

- ¿ Dónde coño habeis aprendido a hacer eso ?

Me giro bruscamente hacia la puerta, con el rostro congelado por la sorpresa.

- He dicho que dónde habeis aprendido a hacer eso - repite Eric, con el tono frío y cortante como uno de los cuchillos que sujeto entre mis manos.

Miro a Jace, incapaz de decir palabra. No sé cómo sacarnos de este enredo.

- Practicábamos - responde él con una tranquilidad digna de admiración - en Abnegación.
Nos reuníamos todas las tardes, cuando nuestros padres creían que estábamos durmiendo, para entrenar para ser osados.
Por eso corremos tanto y tan rápido, luchamos de esa forma, disparamos y lanzamos así. Llevamos practicándolo durante varios años.

Asiento, agradecida por la rápida reacción de Jace.

La mirada de Eric se suaviza, aunque sé que no está calmado del todo. Eric es demasiado listo como para dejarlo ir.

- Espero que sea verdad lo que dices, iniciado - advierte, antes de salir hecho una furia de la sala - O vosotros dos estareis en problemas.