XXXVI

3.5K 340 1
                                    


Llevo un par de días sin ver a Eric.

La Ceremonia de Elección está cerca, y está bastante ocupado con el papeleo y la organización de la Iniciación.

Hoy tengo que ir al centro de la ciudad. Me he presentado voluntaria para supervisar la Prueba de Aptitud.

Hacía mucho tiempo que no estaba en la escuela. Es la única en toda Chicago. Todos, absolutamente todos sus residentes han tenido que pasar por aquí. Quien sabe cuantos años de historia se conservarán tras estas paredes...

Una chica de Erudición, bastante joven, me explica rápidamente lo que tengo que hacer, y me asigna una sala.

Antes de entrar, observo a los demas examinadores. Todos son abnegados, un erudito, y yo como única osada. Normalmente nadie de Osadía se presenta a voluntaria.

Todas las Pruebas de Aptitud se desarrollan de la misma forma, aunque cambia según las decisiones que efectúa cada persona. Es divertido tratar de adivinar a que Facción pertenecerán.

Al final del día, de mi grupo, han salido tres abnegados, cinco veraces, un cordial y un erudito. Estoy algo decepcionada ; ningún osado todavía.

Finalmente, entra el último participante.

- Siéntate - ordeno sin darme la vuelta, preparando por onceaba vez el sérum y el ordenador.

El chico tarda más de lo que esperaba, pero finalmente obedece.

- Bébete esto. De un trago - digo tendiéndole el vaso cónico.

Lo miro perspicaz. El erudito frunce el ceño, observando el contenido azul del vaso, pero no hace ningún comentario y traga.

Apuesto a que no eres un erudito, sonrío para mis adentros.

- Recuéstate - le pido, ayudándome con los brazos y echándole hacia atrás - Y cierra los ojos.

Espero hasta que el chico entre en un estado de sueño. Entonces, enciendo la simulación.

Observo todo por la pantalla.

Como siempre, aparecen dos cuencos, uno con el cuchillo y otro con el trozo de carne. Si no es osado, debería escojer la carne. Para mi sorpresa, el chico elige el cuchillo. Puedo saber lo que piensa ; si tengo que enfrentarme a algo, más vale que sea efectivo. Es lo que hubiera hecho yo también. Observo emocionada ; puede que esté ante mi primer osado.

El perro aparece, y se lanza a la yugular de la chica. Él reacciona inmediatamente y se lanza sobre el animal ; Sabe que tiene que matarlo. Veo la duda en los ojos. Y suelta el cuchillo.

Confundida, reflexiono. No es osado, porque no tuvo el coraje de matar al perro para salvar a la chica, pero sí escogió el cuchillo, cosa poco probable para las demás Facciones.

Obligo a la simulación a avanzar. Esta vez, aparece el hombre del periódico, sentado en el autobús. El erudito sabe que si dice la verdad, matarán al desconocido de la foto. Aún así, no miente. Veraz. ¿ Es un veraz ?

La simulación vuelve a cambiar. Alguien le apunta con una pistola. Una persona tiene que hacerse responsable de un asesinato y morir ; su amigo o él.

-¿ Fuiste tú ? - pregunta el hombre, apretando más el arma contra su cabeza - Si fuiste tú te mataré.

- No - dice tras unos segundos, aunque sabe que tampoco fue su compañero - No fui yo.

Entonces el desconocido desvía la pistola y dispara hacia otro chico erudito.

No es veraz, mintió. No es osado, no mató al perro. No es cordial, escogió del cuchillo. No es erudito, no pensó cómo calmar al perro para no enfrentarse a él. No es abnegado, porque si bien corrió a ayudar a la chica, no se puso por delante de su amigo.

Maldita sea, ¿ qué es lo que es ?

- Arriba - le apremio nerviosa, agarrándolo por la chaqueta azul y arrastrándolo hacia la puerta - Vete a casa. Si alguien pregunta, eres alérgico a una de las enzimas de la Prueba.

- ¿ Qué ? - pregunta confundido- ¿ Qué ha padado ? ¿ Cual es mi resultado ?

- Tus resultados - siseo en un susurro - no son concluyentes. Tienes un poco de Osadía, un poco de Verdad, un poco de Abnegación.

- ¿ Divergente ? - traga saliva, asustado - ¿ Eso es posible ?

Asiento con la cabeza. El chico parece estsr a punto de soltar las lágrimas. Lo entiendo ; su vida está a punto de comvertirse en un infierno.

- ¿ Y qué hago ?

- No se lo digas a nadie. Ni a tu familia, ni a tus amigos. La gente como tú suele acabar muerta. Pero no te preocupes, otros lo han conseguido. Escoge Abnegación. Verdad y Osadía serían un suicidio para ti- lo miro con fijeza, y añado seriamente, y de corazón - Buena suerte.

FactionlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora