XXIII

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Si todo el año fuese fiesta, divertirse sería más aburrido que trabajar.
             William Shakespeare

Despierto en una cama, demasiado blanda para ser la mía.

Mientras abro los ojos, retazos de la noche anterior inundan mi memoria ; Yo y Eric besándonos en el pasillo, yo y Eric entrando en su cuarto, yo y Eric quitándonos la ropa...

La habitación de un líder es bastante grande. Tiene las paredes color azul oscuro, y lo único en común con el dormitorio de iniciados es el tipo de suelo.

Estoy boca-abajo. Apoyo las dos manos a ambos lados del colchón, y empujo para levantarme.

Mis esfuerzos son inútiles. Un brazo me rodea con fuerza por encima de mi.

Al notar que me muevo, Eric aprieta involuntariamente su agarre y me acerca más a él, de forma que quedo escondida en su pecho.

Estudio su habitación con curiosidad. Tiene estanterías, lo que me recuerda que él era un erudito.

- ¿ Tengo complejo de peluche ?- pregunto riéndome al ver que Eric no deja de apretarme más y más.

- Pero eres mi peluche - susurra con la voz ronca, medio dormido, sobre mi oreja, pegándole un suave mordisco.

Sonrío ampliamente, y me giro en la cama para verle la cara.

- Buenos días, nena - saluda divertido, besándome lentamente.

- Buenos días - sonrío.

Eric se incorpora sin dejar de mirarme. Eso me pone nerviosa, y creo que lo hace adrede.

Sus manos acarician mi espalda. Lejos de incomodarme, cierro los ojos y suspiro, apoyando la cabeza sobre su hombro.

Le escucho soltar una risilla. Vuelvo a abrir los ojos con ella, y dejando de contener mis ganas, lo beso. Él se intenta separar para decirme algo, pero no le dejo. Entonces ríe divertido, y vuelve a besarme. Jamás pensé que un beso pudiera sentirse así.

- Parece que te despiertas con energía - bromea, levantándose finalmente.

Le observo caminar hacia el baño. Solo tiene puestos unos pantalones holgados de chandal, que caen por su cintura. Me muerdo el labio, sorprendida al averiguar todas las cosas que me gustaría hacer.

- ¿ En qué piensas ? - pregunta lavándose la cara frente al espejo.

- En nada.

Eric deja de moverse, y me mira alzando una ceja pícaramente.

- Ya. Y entonces porque...

La conversación es interrumpida por unos sonoros golpes en la puerta.

- ¡ Eric, abre la maldita puerta ! Se suponía que tenías que estar en el Pozo hace una hora - gritan al otro lado.

Cruzamos una mirada. Es Max.

- ¡ Eric ! - siseo - ¡ Ni se te ocurra abrir tal y como estoy !

Él se vuelve, con la mano en el pomo.

- Pues ponte algo encima - responde burlón, guiñándome un ojo.

Mascullo mientras me meto bajo las sábanas. Eric abre la puerta.

- Max - saluda con un gesto de cabeza.

- Ni Max ni nada- espeta - vámonos.

Eric no le sigue, sino que se queda clavado en su sitio.

- ¿ Me das cinco minutos ?

El líder frunce el ceño, y echa un vistazo al interior de la habitación. Saludo, avergonzada.

- Vaya, vaya - sonríe - Parece que no has perdido tiempo en conocer a fondo a los nuevos osados.

Eric rueda los ojos, y yo deseo que la tierra me trague por completo.

- Si no estás en cinco minutos abajo tú y tu amiguita tendreis problemas - advierte, antes de echar a andar.

Eric vuelve a entrar en la habitación, y me lanza la ropa de anoche.

- Ya lo has oído.

Salgo de la cama y me visto rápidamente.

- Deja de mirarme - digo enfurruñada, recogiéndome el pelo en una coleta alta.

- Te miraré todo lo que quiera.

Pongo los ojos en blanco.

- Será mejor que no lleguemos a la vez - aconseja poniéndose la camiseta - No quiero convertirme en el centro de atención de toda Osadía.

- De acuerdo - asiento - Entonces me voy ya.

Dubitativa, me detengo en la entrada de la habitación.

Después me decido y regreso sobre mis pasos, y beso sus labios rápidamente.

- Nos vemos luego - suelto antes de escabullirme.

Escaleras abajo, llego al Pozo, donde están ya el resto de los iniciados. Del antiguo grupo iniciado, me corrijo.

Max está allí, esperando. Cuando me ve alza una ceja burlón, yo lo ignoro.

- ¿ Dónde estabas ? - me pregunta Jace al detenerme junto a él - No te he visto en toda la noche. ¿ Has dormido con nosotros ?

Yo abro la boca para dar una respuesta, pero por suerte, Eric llega en ese momento.

- Ya podemos empezar, Max.

El otro líder sonríe para sí mismo.

- Bien, ya que habeis terminado vuestra iniciación, podeis tener habitación propia. Formareis parejas de dos, tres o cuatro, y las viviendas se escojerán según el orden de la Clasificación. Así que empecemos. Cuando os llamen, decís cual es vuestro compañero y el puesto en la Clasificación.

- Aver - anuncia Cuatro.

La chica responde con el nombre de su amiga y sus puestos.

Así, uno a uno, pasan todos los osados.

- Arelys - Cuatro alza la mirada hacia mi, expectante.

- Jace - respondo automáticamente, sin siquiera preguntarle a él - Posiciones uno y tres.

Cuatro lo anota, Eric frunce el ceño. Yo solo sonrío inocentemente.

¿ Celoso ? , pregunto moviendo los labios.

Para nada , responde.

FactionlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora