Factionless

XXIV

Tempo Fugit (El tiempo vuela)

Llevo durmiendo en la habitación de Eric toda la semana. Prácticamente me he mudado allí.

Jace no se queja, pero sé que está algo molesto. Al fin y al cabo pedimos la habitación para estar juntos.

- Arelys - me llama por el pasillo.

Me detengo al oír mi nombre y me vuelvo hacia él.

- Jace.

- Me preguntaba si...

- ¿ Si qué ?

- Bueno, ya que últimamente pasas muchas noches quien sabe dónde... si te importaría que Emma durmiera en tu lugar las veces que no te quedes en la habitación - dice rascándose la nuca.

- Claro - asiento tras pensarlo - Iré a recoger la ropa que me queda después de comer.

- Gracias, Lys - sonríe como si fuera navidad - Nos vemos luego.

- Adioos - me despido reanudando la marcha.

Los osados acaban de terminar el turno de vigilancia en la valla, así que el comedor está bastante lleno de gente.

Escaneo la sala hasta encontrar a Cuatro. Está junto a Tris, y ésta junto a Christina, y ésta otra junto a Will. Como siempre, van encadenados.

- Hola - saludo sentándome en la mesa. Últimamente me he hecho amiga del grupo, especialmente de la loca de Christina. Ella siempre está dispuesta a unirse a cualquier desafío.

- Qué tal, Arelys - responde Will.

- ¿ Vienes de estar con el hombre misterioso ? - pregunta Chris, alzando una ceja.

Los demás ríen y yo no hago más que rodar los ojos.

Saben que estoy viendo a alguien, y saben que es mayor que yo. Y siempre me están dando el día acosándome con sus preguntas.

Pero decido hacerle el favor a Eric y no ir contándolo por ahí. Si él no quiere que se sepa, no se sabrá.

- Mirar a Linsel moviendo ficha con el líder - ríe Will, señalando con la cabeza dos filas más detrás.

Con la mención de la palabra líder, me vuelvo rápidamente para mirar. Entonces frunzo el ceño y aprieto los labios en una línea recta.

- No entiendo como hay gente a la que le guste Eric - masculla Christina.

- Yo sí - suelta Tris. Todos la miran asombrados - Vamos, es atractivo - se sonroja ella - Solo que es un capullo.

Cuatro aprieta la mandíbula, pero no dice nada. Tris lo nota, y le susurra algo al oído. Después el instructor se relaja.

- No es un capullo - susurro para mi misma, pero los demás lo oyen.

- Tú no le conoces - me miran como si fuera una niña de cinco años que no comprendiera lo que le dicen- No sabes las cosas que ha hecho.

Aprieto los puños, pero no digo nada.

Devuelvo la mirada a Eric y la osada. Tengo unas súbitas ganas de gritar a los cuatro vientos que él es mío.

Cuatro frunce el ceño, observándome. Aparto la mirada de la suya ;  De alguna forma, siento que si sigo mirándole conseguirá descubrir la verdad.