XLI

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Asegúrate que la curiosidad sea siempre más grande que el miedo.
Manifiesto de Osadía

Doy un mordisco a la manzana medio dormida.

Últimamente, estoy muy cansada y no duermo bien, ni siquiera en los brazos de Eric.

Creo que estar cumpliendo misiones de Abandoned constantemente, a sus espaldas, hace que genere una tensión permanente a todas horas.

Tal y como la manzana entra en mi garganta, sale.

Toso y bebo agua, asqueada por el sabor del ácido del vómito en mi garganta.

- ¿ Estás bien ?

Asiento, cansada.

- Tienes muchas ojeras - observa, tendiéndome una servilleta.

- Gracias, sé que estoy fabulosa- mascullo enfurruñada.

- Estás preciosa, como siempre - sonríe ampliamente, lo que mejor mi mal humor.

- ¡ Enhorabuena Eric ! - grita alguien pasando por nuestro lado - ¡ Parece que vas a ser padre !

Eric y yo bajamos la mirada al desorden de la mesa y después nos miramos con los ojos desorbitados.

Oh. Dios. Mío.

Lo primero que hacemos al salir del comedor es ir a una farmacia, corriendo como locos.

- ¿ Y ? ¿ Estás o no embarazada ? - pregunta ansioso, en cuanto salgo de la tienda.

- ¡ No lo sé, Eric ! - respondo estresada - Solo he comprado la maldita prueba, no soy adivina.

- Está bien, no te agobies. No es bueno para el bebé - dice, aunque es como si se lo recordara a sí mismo.

- ¡ Ni siquiera sabemos si aquí dentro hay un bebé ! - chillo señalando mi barriga, medio hiperventilando.

La gente que camina por el pasillo nos mira divertida. Menuda escenita estamos montando.

- Vale, tranquila - me dice.

- Estoy tranquila - contesto, respirando lentamente.

- No, no lo estás. Relájate.

- ¡ He dicho que estoy tranquila !

Eric me calla con un beso, largo y continuado. Abandono la tensión y le rodeo con mis brazos.

- Bien, ahora estás tranquila - sonríe divertido, separándose unos centímetros - Entra en el baño, hazte la prueba y mira a ver qué ha salido. Sea lo que sea lo afrontaremos.

Suspiro, tratando de serenarme.

Entro en su departamento, que ya considero como nuestro, y mientras él se queda esperando en el sofá, yo me encierro en el baño.

Intento no pensar mucho en lo que estoy haciendo ; me conozco y me entraría la risa. De esa risa estúpida que, por muy tonta que sea, jamás se extingue.

Espero los minutos reglamentarios, y con la mirada clavada en la prueba, espero a que cambie de color.

Y cambia a rosa.

Me dejo caer al suelo con una exclamación ahogada.

- ¿ Cómo va ? - pregunta Eric, nervioso, desde fuera.

- ¡ Aún no está ! - miento, con la voz algo temblorosa, para darme algo de tiempo. Tiempo para afrontarlo.

Finalmente, tras respirar hondo, abro la puerta del baño, con la prueba de embarazo entre las manos.

Eric me mira atento, acercándose cautelosamente.

Al ver que yo estoy medio paralizada, se adelanta y echa un vistazo.

Entonces alza la mirada hacia mi. Y frunce el ceño.

FactionlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora