Diez

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Desearía decir que me siento más tranquila al regresar a casa, pero lo cierto es que no. Un mutismo escabroso comprime las paredes exteriores de mi humilde morada, forjando un inmenso deseo de encerrarme en una caja fuerte durante varios días para que nada pueda dañarme.

Las dudas siguen surgiendo violentamente al abrir la puerta de mi departamento y continúan abrazándome cuando la cierro con sumo cuidado.

Miro hacia la mesa, está tal y como la dejé. El último libro que compré, permanece sellado junto a mi novela favorita de Stephen King. A veces hago reseñas literarias para un blog, por lo que, siempre que mis ahorros me lo permiten me consiento y me compro algún libro nuevo.

Ser una lectora asidua de King, no es de ayuda en mi estado emocional actual. Estoy viendo enemigos, peligros e incógnitas por todas partes.

Aunque en mi situación, quién no se sentiría así.

En el espacio de medio metro que llamo cocina, tampoco hay desorden. Me paseo un rato por el departamento buscando algún elemento fuera de lugar, pero salvo por la basura amontonada en el tinaco; no hay nada que requiera de mi extrema atención.

No he contestado al mensaje que Liam me envió y no pretendo hacerlo.

Pongo la bolsa con la comida que compré para Katherina en una mesa, dejo la mocHyla en el sillón rojo y saco los pijamas para guardarlos en sus respectivas gavetas.

Me apetece dormir toda la tarde, pero debo enviarle un informe a Janice, retratando qué tal estuvo mi trabajo.

Voy a mi habitación y saco mi vieja laptop Dell de su estuche, es mi compañera de batallas y ha soportado cinco años de estudio de Ingeniería civil como una campeona.

No sé qué haría sin ella, a decir verdad.

Me rasco la cabeza y miro hacia el techo buscando ideas para el dichoso informe.

¿Qué puedo colocar?

Algo tipo: "Llegué al departamento de Liam Larsson y me besó, pero se arrepintió de haberlo hecho al poco tiempo, luego se marchó. A los pocos días, regresó de su viaje actuando de forma extraña, me pidió que esperara seis meses para poder formalizar algo. Una de sus amiguitas llamada Rachel lo llamó y él parecía encantado con ella, por lo cual decidí marcharme sin previo aviso. Cuando venía de camino a casa, vi un sujeto a lo lejos que se le parecía mucho, pero mi astigmatismo me impidió verlo con claridad pues dejé los lentes de contacto en casa, espero que no haya estado siguiéndome. P.D: Tiene un sótano raro en su departamento, podría esconder cadáveres allí abajo, avísenle al FBI.

Un informe de esa clase sería una verdadera joyita, es una lástima que no pueda enviarlo y en su lugar, me limite a redactar lo bien que se portó Romeo, lo "atento que fue Liam" y lo "despejado" que estuvo todo.

Más que su Alumna - Ya en libreríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora