Treinta y ocho

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Ver a Liam besando a Abigail me desestabilizó completamente. Se suponía que él iría a convencerla de que no me expulsara, y terminaron enredándose.

Ni siquiera lo dejé hablar. No hay explicación que justifique el besar a una persona, cuando se supone que estás saliendo con otra porque quieres "algo serio".

He escuchado de tantas historias de chicas que terminan rotas porque "sus casi novios" jugaron con ellas y al final descubrieron que andaban con varias a la vez.

Hoy besan a una.

Mañana a otra.

Y así sucesivamente.

No es para nada bonito.

Ilusionar a las personas debería ser considerado un pecado capital que merezca el peor de los castigos en un círculo del infierno.

Las mujeres no somos un mercado en el que decides probar a varia a la vez, y luego desechas a la que no te gusta.

La curiosidad me ganó y quise escuchar lo que él tenía para decirle. Vaya maldita sorpresa que me llevé cuando los caché uniendo sus bocas contra la pared. Lo mismo hizo conmigo el primer día de clases.

Doy una patada al suelo, indignada.

Se supone que estamos viendo nuestro programa favorito, pero yo no consigo enfocarme. Sigo con la mente en lo que pasó hace unas horas.

—Es que me da rabia. —digo por millonésima vez, apretando el almohadón preferido de Olivier contra mi barriga. —¿Cómo se atreve a besar a la mujer que acaba de expulsarme?

—Se supone que puse este programa para que te relajaras, no para despertar tu instinto asesino. A ver, cuéntale a la tía Olivier, ¿qué método usarás para quitarles la vida?

—Creo que dejarles con vida ya es suficiente castigo. Ella es una tontita obsesionada con él y Liam no es más que un imbécil que juega con todas.

—Lo de tontita obsesionada con él me suena a que te estás proyectando, aunque en tu defensa no eres tan tonta, sólo eres hormonal e impulsiva.

—Olivier no estás ayudándome. —señalo, mientras observo a uno de los participantes del programa "Glow up" de Netlix, llorar porque teme que su maquillaje con prostéticos quedó muy mal; y a decir verdad así es. Se suponía que estaba intentando recrear un zombie, pero parece más un alien con salpullido. —¿Qué se supone que haga, sentirme feliz porque vi al tipo que me gustaba con otra?

—No tienes que hacer nada, porque quien falló fue él, no tú. Estresándote y odiándolo, sólo conseguirás que yo me sienta de la misma forma y no queremos eso.

—¿Por qué crees que la haya besado?

—¿Y qué tal que fue al revés y entraste justo en el momento en el que ella lo tomó por sorpresa?

Más que su Alumna - Ya en libreríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora