Violet Hill se reencuentra con el profesor del que se enamoró cuando iba al instituto y todo parece marchar bien. Se sigue sintiendo atraida hacia él y este muestra señales de que le corresponde .
Pero cuando Josh, el ex novio que la golpeaba, reapa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Multimedia: Falling- Harry Styles
Katherina, mi casera, se asoma sin disimular desde el final del pasillo cuando entramos al edificio.
Mi vecina, le da un repaso largo a Liam, luego se frota los ojos y vuelve a mirarlo como si no estuviera segura de que el hermoso hombre que me acompaña es real.
—Pero mira nada más que cosa tan rica se consiguió la Violet y una aquí toda sola. —Se queja Federica, una mujer que enviudó hace cuatro años y desde entonces reniega cada que puede sobre su soltería. —Comparte mija, o al menos dile que presente a uno de sus primos.
Por suerte lo dijo en español, así que dudo que Liam le haya entendido.
—Si la hija más fea de Lola pudo conseguirse a semejante hombre, pues una que está rica también, ¿no?... ¿Qué opina usted señora Katherina?
Vieja desgraciada, aprovechó la primera oportunidad que pudo para decirme poco agraciada.
—Me atrevería decir que está usted en un error, Violet es la mujer más hermosa que mis ojos han visto y puedo decir que yo soy el afortunado por estar a su lado.
—Ah, lo dices nomás porque te la quieres coger. Mendigos hombres son capaces de aprenderse todos los poemas de Neruda para enredarla a uno.
Le pido a Liam que ignore a Federica y le invito a pasar a mi departamento. Sé que no hay en él una millonésima parte del lujo al que está acostumbrado, pero no me avergüenza porque cada cosa que tengo aquí, la obtuve con mucho esfuerzo.
—¿Desea tomar algo, profesor? —digo, mientras le indico con un gesto de manos que se siente. —Y por cierto, bienvenido a mi humilde morada.
—No te preocupes, ¿podemos conversar un rato? —pregunta, indicando con el dedo que me siente a su lado.
—Por supuesto. —respondo y me acomodo junto a él. Sus largas pestañas se agitan con curiosidad.
Tanta sensualidad en un hombre no debería ser legal.
—Es que me gustaría descubrir algunas cosas sobre ti... y quería hacerte un par de preguntas.
—Si esto es algún tipo de investigación policial de antemano le digo que yo no fui, y que Olivier, mi mejor amigo es mi coartada. —Él niega y libera una sonrisa arrebatadora que enloquece a mi ingle. No
Que no reaccione como el típico individuo celoso del mejor amigo es un buen indicio, hasta que me acuerdo que tiene una biblioteca rara en su casa y una trampilla rarita junto a su cama.
—Empecemos... ¿Qué tipo de música te gusta?
Oh, empezamos fácil, creí que me preguntaría algo súper filosófico que le provocaría un corto circuito a mi cerebro.
