Cuarenta y Cuatro

29.4K 3.2K 784
                                    


Multimedia: Leave me Lonely- Ariana Grande, Macy Gray


Liam saca su celular del bolsillo y reproduce una serie de audios que la profesora Abigail le envió pidiéndole disculpas por lo que pasó conmigo, ella dice que no debió utilizar el proyecto de Liam para su beneficio y que está muy arrepentida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Liam saca su celular del bolsillo y reproduce una serie de audios que la profesora Abigail le envió pidiéndole disculpas por lo que pasó conmigo, ella dice que no debió utilizar el proyecto de Liam para su beneficio y que está muy arrepentida. Le suplica que no le guarde rencor un segundo antes de que su voz se entrecorte, y la grabación finalice.

Me gustaría estar en un programa de televisión y gritarle a la audiencia: ¿Qué dice el público, lo perdonamos?

Me balanceo sobre uno de mis pies, porque no estoy segura de qué hacer.

—Cualquiera puede alterar un audio en estos días.

Liam se desordena el pelo.

—¿Qué más debo hacer para que me creas? ¿Mostrarte todas las conversaciones que sostuve con ella tras ese día?

Eso me haría ver como una loca tóxica y desconfiada. Él me pasa el celular para que las vea, pero creo que no es necesario. Nadie con una mentira sobre su espalda se esforzaría tanto en probar la verdad, si no estuviese seguro de que no tiene nada turbio que esconder.

Hagamos que sufra un poco.

Me cruzo de brazos, yergo los hombros y abro la boca para pronunciar mi jugada. Esto se va a poner bueno.

—Quiero a Romeo.

Su mirada se ensombrece, la decepción parece arraigarse en su pecho hasta extender sus ramas y abrir un hueco en la boca de su estómago.

—Violet... puedes pedirme lo que sea menos a mi perro. Él ha estado conmigo por tantos años, sé que eres buena cuidando animales y que estará bien contigo, pero no soportaría una separación así. —Las palabras salen de sus labios a un ritmo tembloroso. —¿De verdad no puedes pedirme algo más? —Sus ojos grisáceos se transforman en un mar de nerviosismo.

—No, Romeo es el precio para obtener mi perdón.

—Lo lamento, pero no puedo entregártelo. Él creció conmigo y yo... eh, si quieres te compro un cachorro de Golden Retriever o de la raza que quieras, o adoptamos cien perritos de la calle.

Niego con la cabeza, Liam entrecierra sus ojos y resopla sin saber qué hacer.

La desesperación e impotencia refulgen en su expresión.

—Creí que tenerme le importaba mucho. —formulo apretando el labio superior contra el inferior, tal y como hacen las chicas caprichosas.

—No, si le pones un precio a lo que podemos llegar a ser.

Creo que en cualquier momento se dará la vuelta y se irá, es claro que mi petición no le resulta agradable. Es como si acabara de abrir una herida en su pecho y con cada palabra que digo, la hemorragia aumenta. Él se queda de pie, expectante, conteniendo las respiraciones a la espera de que algo cambie para bien. Si una persona es capaz de abandonar a una criatura que juró proteger, por capricho de su pareja, esa persona no lo vale.

Más que su Alumna - Ya en libreríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora