Tenía que salir del santuario en seguida, debía escapar con Daryl y alejarse lo más que pudieran, algo en su interior le gritaba que corría un gran riesgo.
Negan le dio permiso de salir de la habitación fue fácil persuadirlo al decirle que podría preparar el menú de esa noche, él le sonrió abiertamente y dejó la puerta abierta.
Camino a la cocina discutía consigo misma sobre la mejor oportunidad de salir, esa noche sería idónea, todos beberían, se olvidarían un momento de custodiar las puertas, inclusive los custodios de las salidas principales no se lo perderían, tenía que ser esa misma noche y para que nadie sospechara nada, debía actuar lo mejor posible.Alisto el banquete, era cierto no escatimarían en alcohol, ni en alimento, después de unas horas aparecio Daryl con la ballesta al hombro, se miraron disimuladamente pero con la mirada tan intensa que cualquiera la hubiera notado de prestar atención, para su suerte todos estaban metidos en sus asuntos que no tomaron en cuenta cuando el arquero se acercó demasiado a la mujer de Negan mientras la ayudaba a sujetar un cuchillo entre sus manos.
—Daryl Dixon viene a darme clases de cocina —le expresó sonriendo.
Gruño como de costumbre mientras negaba —solo que para quitar la piel es mejor si lo haces de manera profunda.
—Olvide que sabes de esto —sintió la mano de Daryl sobre la suya, manteniendo el cuchillo dentro del animal. —Me alegra que estés bien —susurro más quedamente. —Necesito decirte algo muy importante.
Él escuchaba atentamente, sin cambiar su gesto y sin perder de vista lo que estaba haciendo. —De que se trata.
—No puedo decirlo aquí, iré más tarde a tu habitación.
Daryl soltó el cuchillo, miro a ambos lados —no crees que es peligroso.
—Confía en mí —se limpió las manos llenas de sangre —todos están tan apartados con esto que no se darán cuenta.
Daryl afirmó con la cabeza y salió lentamente.Él también comenzaba a notarlo, todos parecían tan relajados, quizá hasta felices, pensó en lo mismo, el momento de acabar con Negan era ese, bebería con él, bebería hasta dejarlo al borde de la inconsciencia y entonces que sencillo sería dejarlo muerto en cualquiera de esos rincones del asqueroso lugar, quién se daría cuenta, le hubiera gustado que fuera de otra forma, quizá hacerlo sufrir una muerte lenta, pero eso era antes, antes de buscar el bienestar de la mujer de su vida, no la pondría en riesgo, ni él se pondría necesitaba estar vivo para ella.
Dos golpes en la puerta y la perilla giró, solo la esperaba a ella así que levantar el arma no fue necesario, la miro mientras lentamente cerraba la puerta detrás de sí, permaneció ahí un segundo, Daryl también se quedo inmóvil, solo contemplándose, de pronto fue Carol quien camino hasta él, lo noto respirando de forma agitada sin siquiera tener razón, pero realmente existía una, era ella y su cercanía.
Froto sus brazos desnudos de arriba a bajo, fue acercándose más a él obligándolo a caer sobre la cama, Daryl entonces poso las manos sobre sus caderas, le encantaba sentir la forma bien definida de su cuerpo, seguían sin decir algo, Carol se inclinó sobre su rostro y le beso las mejillas, y después los labios, de manera inerte fueron deslizándose sobre el lecho, las caricias subieron de tono y viajaban por todas partes, arriba, abajo, la ropa comenzó a estorbar y fue desapareciendo sobre la madera del piso, no se agotaban de llenarse de besos.
Esta vez era Carol la amazona que cabalgaba sobre las afiladas caderas de Daryl quien disfrutaba sin duda del paisaje que le regalaban sus senos desnudos y sus gestos al sentirlo dentro de ella, no dejaba de observarla, sus labios entre abiertos, dejando escapar ligeros jadeos que le eran más placenteros a él, era su diosa, su musa, su amor, la necesitaba más que cualquier cosa, no se veía sin ella, moriría por ella.
Carol abrió los ojos, lo descubrió esbozando una ligera sonrisa, era extraño verlo sonreír, pero ella lo lograba con facilidad, se inclinó sobre él para besarle los labios, sus pechos quedaron unidos, el ritmo de su corazón golpeaba el de Daryl, frenéticos por llegar al climax , se acercó a su oído y susurro suavemente «te amo Daryl Dixon» él se contrajo, la estrechó con fuerza hacia su cuerpo la cumbre estaba llegando, «te amo Carol»
ESTÁS LEYENDO
La mujer de Negan .
FanfictionCarol buscaba a su pequeña niña cuando fue rescatada de su golpeador marido por Negan, le había salvado la vida, ahora tenía que pagar el precio. Viviendo en aquel santuario, custodiada por los salvadores, solo un hombre podría sacarla de su prisi...