Nueva oportunidad.

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Las cortinas blancas y relucientes caían sobre ventanales de cristal recién lavados, una bella sala a mano derecha con adornos victorianos en los estantes y cuadros finos en las paredes, el piso brillaba seguramente alguien se había tomado tiempo de pulirlo antes de su llegada, por la izquierda la elegante cocina en tonos blanco y ámbar los recibía, pudo imaginar mil cosas cocinándose en aquel horno plateado pero sintió la mano áspera de Daryl en la suya y lo miro, la cara de sorpresa que mantenía era la misma que ella seguramente también tendría en ese instante y la realidad es que aquella casa que les ofrecían era demasiado, era mucho más que lo que cualquiera de ellos pudo haber tenido en algún momento, era demasiado ostentosa para ellos que simplemente buscaban un refugio donde poder relajarse, dormir un poco, encontrarse a solas.

Rick insistió en que la tomarán, a daryl le hubiera bastado su habitación pero pensó en que quizá a Carol le gustaría mas tener su propio lugar, un lugar en donde poder estar a solas, o estar con él, fue por eso que aceptó el ofrecimiento amable de su amigo. Maggie les sonrió antes de despedirse para dejarlos acomodarse en "su hogar", los dos permanecieron en pie en el recibidor esperando quizá la reacción del otro.

Daryl tomó la iniciativa, tomándola de la mano hasta la sala, Carol seguía mirando impresionada cada adorno que la casa le mostraba, una chimenea se encontraba al centro, camino hasta ella.

—Siempre quise una —le dijo a Daryl —sentarme frente al fuego, leer un libro, quizá beber un poco de té. —Se acercó a ella Daryl — tener una velada romántica con un hombre apuesto. —Le sonrió pasando las manos por su cuello.
—Todo eso pasara, lo sabes...—desvío la vista.
—Sé que así será —volvió las manos a uno de los adornos de cerámica sobre la mesita —pero antes debemos ser libres, libres verdaderamente no es así.

Daryl afirmó con la cabeza, quería pensar en un futuro tranquilo, algo que no se había imaginado antes, por primera vez en la historia consideraba sentar cabeza, formar parte de un lugar, estar con Carol y tener la seguridad de que todo saldría bien, no tener que perseguir un imbecil o temer por sus vidas y eso sólo podría suceder si quitaban a Negan de en medio.

Tocaron a la puerta, los dos se sobresaltaron pues se habían ensimismado en sus pensamientos. Daryl acudió y atendió la puerta, Carol se quedo a espaldas de él.

—Hola —dijo una mujer alegre de gafas —Rick me comentó que estarás ahora aquí —se dirigía a Daryl —nos da gusto que hayas vuelto. —Daryl solo movía la cabeza —les traje algunas cosas del almacén, tal vez tengan hambre...—miro a Carol.
—Gracias eres muy amable —dijo ella tomando la canasta de víveres.
—Gracias Olivia —por fin hablo Daryl.
—Si necesitan algo más solo díganme de acuerdo.
Se retiró a fin de qué pudieran echar el pestillo.
—Todos son muy amables aquí, no pensé que todavía quedara gente así en este mundo.
—Es esa la razón por que no quiero perderlos, tú los viste, son personas que merecen la pena, Negan no puede seguir haciendo lo que hace lo voy a enfrentar.
Carol lo llevo de la mano —estoy de acuerdo, pero eso deberá de esperar hasta mañana —comenzaron a subir las escaleras —esta noche quiero estar contigo, dormir desnuda entre tus brazos, consideras que es buena idea.
—Considero que es la mejor —Daryl la agarró por la cintura y empezó a besarla, se precipitaron a la cama donde se dejaron llevar por su pasión.

El silencio había llenado el lugar, Daryl dormía apacible de lado izquierdo de la cama con los brazos bajo la almohada el cabello cayéndole sobre el rostro, le parecía más hermoso que nunca, lo amaba demasiado como para dejarlo entregarse a un hombre que estaba segura no tendría más piedad, tenía que hacer algo, ella tenía que tomar la iniciativa, debía defenderlo a él y la gente que lo rodeaba que sin duda él apreciaba demasiado, pues en dos ocaciones llegó a escuchar el nombre de Glenn y la palabra "lo siento mucho" mientras dormía, quizá ella no lo había conocido, pero debió ser importante en la vida de Daryl y si lo había sido para él, ahora también lo era para ella, sabía que su mujer, la chica amable llamada Maggie estaba esperando un bebé, un pequeño de su amigo al que Negan había matado, Daryl tenía razones de sobra para quitarle la vida, pero ella se adelantaría por qué no dejaría que lo mataran, se había propuesto acabar con Negan ella misma aunque le costará su existencia.

Se vistió muy silenciosamente, y tomó sus cosas, la puerta dio un rechinido suave al abrirse, pero nada de qué preocuparse, en el pórtico una mujer parecía hacer guardia, se alteró un poco y tomo el mango de la espada que le colgaba a uno de la costados.

—Qué haces aquí, me vigilas —pregunto Carol pareciendo tranquila, aunque sin duda la presencia de la mujer le altero.
—A dónde crees que vas —levantó la voz un poco.
—No es de tu incumbencia —dio un paso más.
—Sí lo es —le tomó con fuerza el brazo —lo es por qué no te conozco, por que todos aquí son de mi familia y no voy a permitir que nos dañes, Sasha desconfía de ti y me imagino que es por algo.
—No te voy a pedir confianza por qué sé que aún no me lo he ganado, pero ten la seguridad de que no quiero hacerles daño, ni busco perjudicarlos de ninguna manera —miro a la ventana de la habitación en donde Daryl descansaba —me tengo que ir.
—A dónde vas —volvió a levantar la voz.
—A buscar apoyo, armas, gente que pueda ayudar...no dejaré que Daryl se arriesgue.
—De verdad te interesa...—dio un paso a ella, Carol soltó un pequeño bufido sonriendo.
—Me importa tanto como para sacrificar mi vida por la de él, me importa tanto que soy capaz de todo para que no los pierda, entiendo que son su familia, él los quiere y yo a él y por eso es que me voy para buscar algo que suena casi imposible pero por él estoy dispuesta a cualquier cosa.

La mujer relajo la postura, el gesto se tornó suave, creía en ella a pesar de todo, la veía sincera.
—Iré contigo, en donde piensas empezar.
—Voy a ir al reino, Ezequiel no tiene un ejército, pero a empezado a armarse de nuevo, están muy bien escondidos, estoy segura de que Negan no sabe que sigue con vida y eso es un punto a su favor y al nuestro, tal vez si lo convenzo de unirse a nosotros.
—De acuerdo entonces vamos.

Las mujeres abandonaron Alexandria un par de horas antes de que el alba llegara, Carol sabía bien el camino, les costaría unas horas llegar pero tenía una motivación grande.

—Realmente estabas casada con Negan —preguntó Michonne mientras seguían caminando.

Carol sonreía a solas la pregunta del millón de dólares siempre pensaba, hasta ella misma se la había hecho un par de veces.

—No es que fuera un matrimonio —dijo —era como la mayor de sus concubinas, ese tipo es un misogino no ama a nadie ni a nada, yo solo fui una de tantas.
—Cómo fue que llegaste con él, cómo es que aguantaste a alguien así.
—Sé que es muy difícil de entender, inclusive ni yo lo entiendo, estaba sola, desesperada...estaba necesitada de cariño, de caricias, perdí a mi hija en el bosque, Negan me pareció del tipo amable, tú sabes del tipo que se ofrece para darlo todo por ti, pero es un papel que tiene bastante bien entrenado y es absolutamente lo contrario, me envolvió y yo se lo permití.
—Y Daryl, como sucedió lo de ustedes.
—No fue algo tan complicado, por lo menos para mí, era como mirarme e travez de él, Daryl siempre fue diferente a todo y tan parecido a mi, eso indudablemente me enamoro, no lo pude evitar, no quería hacerlo, no lo dejaré nunca. —Le sonrió.

Caminaron dos kilómetros más hasta Tropezarse con un grupo de caminantes que resguardaba la caverna del reino, Ezequiel le había dicho que estaban puestos ahí a propósito y con el afán de asustar a los merodeadores.

Michonne empezó con su labor de decapitarlos mientras Carol se abría paso por entre los cuerpos, golpeó la puerta, la señal que ya sabia de memoria, abrieron rápidamente y las dejaron entrar.

La mujer de Negan .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora