Empezar ahora.

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La hoguera iluminaba su rostro y parte de la sala bien improvisada con muebles de Madera sencillos que desprendían un olor fuerte a humedad, dos custodios se encontraban resguardando la puerta con las manos cruzadas, Michonne de pronto se sintió en un capítulo de aquella serie que solía ver en las noches de los domingos "Juego de Tronos" al verlos armados con espadas y escudos. Sonrió discretamente cuando un hombre alto les dio la bienvenida llevando a sus brazos a Carol y después estirando la mano hacia ella, respondió al saludo al escuchar las palabras «cualquiera que sea amigo de Carol es bien recibido en el reino» Carol torció la boca seguramente lo decía al ver que Daryl no se encontraba cerca, por un momento pensó en que aquello era una mala idea, Daryl no lo hubiera aprobado pero se encontraban ahí ahora, no tenía más que hablar y explicar los motivos por los que había vuelto y regresar de inmediato a su hogar.

No tardó en explicarle los pormenores, Michonne ayudo con los detalles que hacían falta, Ezequiel solo caminaba de un lado al otro cual tigre enjaulado lo haría, con la mano sobre la mejilla o tocándose la barbilla levemente, meditaba él asunto, las palabras de ambas mujeres, ellas tenían por qué luchar, pero él, había perdido casi todo, las vidas de hombres inocentes y ahora le pedían un enorme favor, no podía sacrificar a más personas, pero si era como Carol decía, si podían darle la vuelta a los hombres del santuario, si pudieran ganar, entonces la posibilidad de volver a fundar su reino fuera de las cavernas podría ser real, no sólo para él, sino para todos los que lo habían seguido aún a pesar de lo sucedido.

—Sabemos que es una decisión muy difícil —dijo Carol al verlo dar una siguiente vuelta —pero si lo piensas bien a todos nos serviría ver a los salvadores derrotados, las comunidades volverían a vivir en paz, no tendrían que rendirle cuentas a nadie nunca más.

—Mañana iremos a Alexandria, pensare todo esta noche, por ahora pueden irse a su habitación.

Carol sintió un nudo en la garganta, no quería pasar una noche más ahí, pero no les quedaba de otra, ella misma lo había dicho, de noche era imposible llegar a algún lugar. Camino hombro con hombro a lado de Michonne quien tampoco se encontraba del todo bien pero al igual que ella sabía que era lo mejor.

Cuando abrió los ojos lo primero que busco fue su cuerpo del otro lado de la cama, su aroma había desaparecido supuso desde hacía horas, las sabanas heladas se lo podían confirmar, se levantó enseguida vistiéndose rápidamente, la angustia le cruzaba el pecho cada que abría una de las puertas de la casa y no la encontraba en ninguna de las habitaciones, «volveré pronto» fue lo que una nota bajo un plato de galletas le decía, tomó una y salió disparado a las calles de Alexandria, los guardias merodeaban cerca del muro que los resguardaba, Rosita y Gabriel se encontraban recorriendo de un lado al otro el lugar solo vigilando.

—La viste salir —grito Daryl a la chica de la gorra.
—Hace cerca de cuatro horas —respondió de la misma forma
—Iba sola...
—Michonne iba con ella, por las cosas que llevaban me parece que será un viaje largo, nadie preguntó a donde iban.

Daryl se mordió el labio, le punzaba la cabeza y solo quería salir corriendo a buscarla, no podía perderla. Abrió la puerta de la casa de los Grimes sin avisar, los encontró sentados a la mesa, Rick sostenía una sartén en la mano que al verlo llegar soltó enseguida.

—En dónde está —pregunto sin rodeos y sin prestar atención a los presentes —dice Rosita que se fue con Michonne a dónde fueron.

—No lo sé respondió Rick de forma relajada —no sabía que Michonne había salido, no, no sé a donde pudieron haber ido.

Daryl tiro de sus propios cabellos y golpeó fuertemente la mesa, Judith se alarmó y empezó a llorar.
—Será mejor que te calmes, sabes bien de sobra que está en buena compañía —se acercó el shérif para tomar a la pequeña. —Michonne conoce bien la zona no creo que se alejen demasiado quizá quería conocerla mejor.
—Saldré a buscarlas...
—Dales un tiempo —lo tomo Rick del brazo —confía en ella
—Confío en ella, pero no en Negan, podría aparecer en cualquier momento
—Con mayor razón es preferible que esté fuera, ellas volverán, lo sé.

No podía seguir discutiendo con su amigo, cualquier cosa que dijera siempre tendría una mejor respuesta, salió de nuevo, dio vueltas, no tenía más que el cuchillo que Ezequiel le dio para defenderse, pensó en que sería suficiente contra los peligros del bosque, si Carol lo había hecho el también podría.

—Oye —escucho que alguien le gritaba —iré contigo.

Daryl no respondió pero dejó que la joven se uniera, caminaba aprisa, mientras ella le seguía muy de cerca, no podía encontrar su rastro, huellas, algo que pudiera darle una pista de a dónde había ido.

—¿Te importa demasiado he? —Le preguntó la chica sin dejar de apresurar el paso.
Daryl siguió sin responder. —Tienes tanto miedo de que regrese con ese imbecil, o cuál es tu apuro por encontrarla.

Daryl la miro solo en ese momento —no te pedí que me acompañaras, deberías callarte o te haré volver.

La chica río con soltura —no has cambiado en nada Dixon —se detuvo frente a él, mantenía la mano en la cintura mientras buscaba su mirada —deberíamos volver —se acercó a él —podríamos pasar el tiempo de otra manera. —Intento seducirlo.
—Tienes razón —la tomo con fuerza del brazo vamos a volver, pero es para que te quedes, no haces más que estorbarme —la llevaba del brazo.
—Eres un idiota —se soltó con fuerza, estaba furiosa —como te atreviste a dejarnos, sino te hubieras ido quizá Glenn siguiera con vida —comenzó a llorar —quizá Abraham siguiera aquí, pero no, te fuiste y apareció el hijo de puta de Negan lo que hizo, sabes, me persigue cada noche la sangre, el olor a muerte...y qué hacías tú, te tirabas a su esposa la pasabas bien mientras nosotros lo padecíamos.
—Yo sé muy bien de lo que me hablas yo estuve con Negan cuando mató a inocentes, yo lo hice también y voy a matarlo pero no voy a poner en riesgo a nadie más me oíste eso incluye a Carol.

Escucharon ruido de vehículos, se escondieron rápidamente entre los arbustos, se sorprendieron al ver la caravana llegar, Daryl sabía a quién pertenecían aquellas furgonetas, detuvo a Rosita cuando quiso dar un paso.
Se deslizaron lentamente por entre los árboles para poder observar de lejos Negan se paseaba delante de un Rick asustado que intentaba guardar la calma, al igual que los demás, los salvadores rodeaban casi todo el lugar no había forma de entrar sin ser vistos y eso no era conveniente si no estaban seguros de poder terminarlos.

Esperaron cerca de una hora antes de verlos partir y poder entrar de nuevo a la comunidad, la gente lloraba y corría, Rosita cayó sobre sus rodillas al descubrir al último de los Monroe desgarrado por el abdomen con los intestinos fuera.

—No podemos esperar más —dijo Rick acercándose a Daryl —vino a buscarte a ti y a Carol, volverá pronto si no los entrego se llevará a mis hijos.

—No sucederá —sintió Daryl la angustia subir por su cuerpo —lo mataré.

La mujer de Negan .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora