Un brindis por la realidad.

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No eran tan frecuentes los grandes festejos, pero quien desafiaría al líder con cualquier comentario sobre lo peligroso que podía ser, a veces el bullicio atraía caminantes de más, pero nadie le diría aquello a Negan, habían aceptado con gusto que aquella noche se celebraría en grande. 

Todos se encontraban presentes dentro de una inmensa bodega de suministros bien adaptada para aquel fin, en lo alto de lo que parecía ser una plataforma se encontraba un reproductor de música y un par de sillas puestas ahí a propósito, los salvadores fueron llenando el lugar desde empezada la tarde y habían comenzado a beber aún sin ser dada la orden, así que cuando Negan llegó justo al centro de la plataforma ya algunos miembros se encontraban ebrios.

—Hemos hecho un gran trabajo, regresamos la civilización a este mundo de mierda, hemos dado paz y seguridad a las comunidades y a cambio ellos nos sirven a nosotros —la multitud lo aclamó — pero si deciden desafiarnos tendremos que tomar otras medidas, eso fue lo que sucedió apenas ayer, una comunidad lamentablemente tuvo que desaparecer, pero con esto nos hemos hecho más fuertes —levantaron sus armas en símbolo de aceptación. Daryl observaba desde atrás, Carol se mantenía a una distancia prudente. — Pero esta vez quiero darle crédito a quien lo merece —Negan buscó entre los presentes a Dixon —Daryl, él fue quien logró deshacerse de los idiotas de Hilltop, ven acá —le sonrió a lo lejos y los salvadores empezaron a buscarlo, Daryl caminaba al frente con los brazos cruzados sobre el pecho, no quería reconocimiento, pero todos aplaudían, o silbaban, algunos más maldecían, Daryl solo pensaba en largarse.

Pasó a lado de Carol, quien le sonrió de forma breve, la miro, más hermosa que nunca con una blusa azul que resaltaba su mirada, pudo haberse quedado a contemplarla pero no pudo, siguió hasta llegar a lado de Negan quien lo esperaba ya con una botella de licor en las manos.

—A tu salud amigo —le dijo pasándole la botella para beber de inmediato. —Por qué la lealtad siempre debe ser recompensada. —Dio un paso atrás, le pidió a Carol que subiera con un gesto que ella aceptó, quería estar cerca de Daryl. —Mi mujer, a ella tienes que agradecerle ya que con su imprudencia tú lograste matarlos no es así —todos reían menos ellos dos —ustedes dos me han dado las mejores satisfacciones en mi vida —Negan paseaba de un lado a otro, Lucille descansaba en la parte de atrás del escenario. — Ustedes dos —los observaba detenidamente, Carol estaba nerviosa, la mirada con la que se dirigía a ellos era penetrante, diferente, «lo sabe» pensó de inmediato, pero no podía hacer nada estando tan expuesta. Su corazón se comenzó a agitar de pensar en su fin.

—No es así cariño —reaccionó de nuevo al sentir la mano de Negan en su mejilla, ella solo afirmó una respuesta de la cual desconocía la pregunta. —Por eso estamos hoy aquí. —Levantó la botella —beban a su salud —dirigió la boca de la botella hacia la pareja, bebió y después la colocó en la boca de Carol, la hizo beber de manera brusca, el vino se derramó sobre su ropa, pero no la dejaba, la beso en los labios enseguida, frente a los presentes, Daryl intentaba ocultar su ira bebiendo a sorbos de su botella, ya llegaría la hora en que le cobrará todo aquello.

—Hubo una vez —siguió diciendo Negan —hace poco, una comunidad, Woodbury, el líder era un patético idiota que coleccionaba cabezas, un obsesionado —se golpeo suavemente la cabeza haciendo un gesto de locura, Daryl no se distraía —se atrevió a enfrentarme, donde están ahora ellos, son cenizas —la multitud seguía su juego y bebía más —un hombre, no recuerdo su nombre, pero le faltaba una puta mano —se reía, al escuchar aquello Daryl presto más atención sabía de quién estaba hablando, aquel hombre era Merle, era su hermano, le estaba confesando su asesinato —ese bastardo idiota se lanzó contra mi con el cuchillo —contaba la anécdota con burla sabía bien lo que hacía — yo quise darle una muerte piadosa, es decir Lucille en verdad quería hacerlo, pero entonces que sucedió, mi celosa esposa siempre a sido la rival de mi Lucille y lo evitó, pensó que lo salvaba pero lo único que hizo fue lo mismo de ayer, los sentenció a todos. —Tomo a Carol de la mano —eres peor que Lucille mí amor —levantó sus manos unidas, los salvadores vitorearon —todos han muerto por ti.

Le quito el cuchillo de la cintura, acaricio la hoja con el índice, su mujer lo miraba esperando lo peor, lo conocía demasiado.

—Juguemos un poco cariño —la sujetó con fuerza de la muñeca, la llevo al fondo y levantó el cuchillo, los demás se mofaban parecían bastante entretenidos con aquel espectáculo, Daryl estaba angustiado ante la escena Carol postrada en la pared, Negan con el arma en la mano apuntó de lanzarle el cuchillo, sonriéndole a ambos, adivinaba sus intensiones, la lastimaría delante de todos por su culpa.

—Juro que no fallaré —se acercó a ella y la beso en los labios de nuevo —daré justo en donde quiero.  — sonrió triunfante.

Lanzó con fuerza el arma que se incrustó justo en la madera detrás de Carol, una gota de sangre se asomó por su mejilla, todos rieron y vitorearon, Daryl dio un paso hacia ella lleno de rabia, Negan lo detuvo del brazo, era lo que necesitaba, Carol toco su mejilla la sangre cálida en sus dedos se sentía asustada, todos reían y tomaban a la vez sus caras se desfiguraban lentamente, buscaba enfocar la salida, los ojos de Daryl, de pronto lo encontró, pero tenía a los dos hombres de frente, Daryl, Negan, la miraban uno con angustia, el otro se mofaba.

—Creían que no lo sabía —escucho susurrar a Negan  antes de que perdiera la conciencia, sólo alcanzó a pensar en Daryl.

La mujer de Negan .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora