Los Dixon.

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Jamás había sentido aquella calma antes, escuchaba claramente el sonido de las aves de entre los árboles, la maleza que crujía al pisarla con la suela de sus botas, incluso él arrullador sonido del agua en algún pequeño lago cercano, podía respirar el aire limpio, de esa manera lograba el mismo purificarse de su vida aquella que no le gustaba, pero que le había tocado y de la que solo en aquel lugar de vez en cuando lograba escapar.

Se había vuelto a involucrar de forma involuntaria en una nueva trifulca, las pandillas no tenían una buena imagen de los Dixon, de ninguno de ellos, padres alcohólicos y abusadores, de mal carácter, pésimos vecinos, malas personas, hijos descuidados y de mal comportamiento, malas notas y bajo  rendimiento escolar, sobre todo el chico mayor, siempre involucrado en cosas turbias, malos pasos, adicciones de todo tipo. Solo pensó en salir huyendo al bosque, olvidarse de todos...

Escucho de pronto pasos, dos jóvenes se acercaban a él con la sonrisa maliciosa en la cara, su paz se esfumó, el más grande llevaba una navaja en la mano derecha, el otro mantenía los puños arriba, estaban por darle una paliza; el primer golpe lo aturdió, fue al segundo que cayó de espaldas, los niños se reían de él, ahora recibía puntapiés en todas partes de su cuerpo, se acercó el mayor con la punta de la navaja apuntándole, «que te crees Dixon, tú no eres nada, jamás lo serás» el pequeño Daryl observaba el cuchillo con lágrimas en los ojos, levantaba las manos a la altura del pecho queriendo defenderse de algo que no se creía capaz.

El sonido de un tiro los alarmó a todos, los tres niños dieron un paso atrás asustados, Merle los observaba apuntándoles con un revolver a los jóvenes que ahora parecían un par de cobardes canarios espantados.

—Dejen a mi hermano en paz y lárguense a la mierda, si los vuelvo a ver juro que les meto un plomazo por el culo.

El par de niños abusadores salió corriendo sin mirar atrás, Merle bajo el arma Daryl aún sollozaba.

—Me debes la vida hermanito  —pasó el brazo por sus hombros —me la vas a deber por siempre.

Caminaron hasta su casa, Merle le hizo jurar a Daryl que jamás diría nada de la pistola y así fue nunca lo menciono.

Merle le enseñaba a defenderse, sacar la fuerza que decía llevaba dentro y que se negaba a encontrar, su padre lo hacía de otra forma una que odiaba demasiado.

—Vamos a ver si ya eres un hombrecito —le decía mientras daba el paso a un joven fornido —demuéstramelo, derrota a Big D y volverás a ser mi heredero, no quiero dejarle todo al idiota de Merle, ese no se merece nada, quiero ver a mi hijito convertido en hombre.

El tipo llamado Big D le golpeó el rostro con fuerza.

—Qué esperas mariquita, defiéndete —escuchaba decir a su padre entre risas —una niña golpea más fuerte que tú...

Siempre había sido así, solía llevar a casa tipos a los que les pagaba por darle una paliza, que según él era solo para volverlo un hombre, de otra forma le llevaba mujerzuelas, lo obligaba a tener relaciones con ellas, de lo contrario se ganaba una fuerte paliza, que le dejaba la espalda y el alma destrozadas; Daryl solo pensaba, como podría ser un buen padre si jamás tuvo uno...

«Si no me dejan pasar a verlo soy capaz de matarlos»...

Escucho la voz de Carol eh intento abrir los ojos.
«Carol» «estoy bien» «Carol»...

—Estoy aquí —por fin logró mirarla.

—Que mierda está pasando...

—Tuviste fiebre —pasó un mechón de su cabello —pero ahora estás mejor.

—Dónde estamos...

—No lo sé con exactitud, el hombre a sus espaldas seguía custodiando la puerta.

—Él es Ezequiel —Carol lo señaló con la cabeza.

—Sé quién es —sintió una punzada en su costado — fui yo quien acabó con...—no alcanzó a terminar la frase cuando sintió la presencia del hombre a su lado.

—Mi reino y sino fuera por ella ya estarías muerto, pero al parecer le importas demasiado, me contó una absurda historia tuya y tu plan con Negan, dime disfrutaste cuando mataste a mis hombres, de eso se trataba tu tonta venganza.

—Yo aceptaré las consecuencias —dijo Daryl débilmente —solo no la toques a ella...

—No lo haré —salió para dejarlos a solas.

La mujer de Negan .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora