Motivos para luchar

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[CARLOS]

—¿Hola? ¡Carlos! despierta.... ¿Ya viste la hora?— Escuché la voz de Adeline como primer sonido en el día, pidiendo de forma amable que despierte.

—¿Eh?.... ¿Que hora es?....— Dije con la mirada torpe, despabilandome apenas, aún con demasiadas ganas de dormir, bostecé, estiré los brazos y decidí levantarme de la cama.

—Ya son las once... ¿Dormiste mal o algo?— Ella dijo mirándome, ella incluso ya tenía puesta su ropa común y estaba llena de energía.

—No, para nada, estoy bien... descuida— Dije y sonreí, en seguida me puse mis botas, estiré las piernas y le revolví el cabello.

—No hagas eso— Se cubrió la cabeza y cerró un ojo, en estos pocos día, Adeline me recuerda demasiado a alguien...pero es extraño, no recuerdo a quién.

—Okey okey, ya paro— Reí un poco y deje de hacerlo.

Luego de terminar de despertar, comimos algo muy rápido, y pues... hoy no planeamos bien el día, lo único que planeamos ya pasó...comer.

Así que decidí mostrarle la nota de Alexander, el dueño del hotel, ya que la leí, no hay problema ni nada que ocultar, así que por eso ya pude entregársela con seguridad, ella reaccionó confundida, luego se puso enojada, dijo cosas como "Te odio" "Psicópata" "Lárgate de aquí" "Déjame sobrevivir" y cosas por el estilo, y luego triste, se puso a llorar arrodillada en el suelo, intenté tocarle el hombro pero me desviaba la mano de golpe, así que me arrodillé frente a ella sin tocarla ni un poco y empecé a hablarle.

—Oye... tu sabías que era necesario, además...—

—¡Cállate!—  Ella me interrumpió sin más.

—...Tu sabes como se comportó aquel sujeto en el comedor, y por ul...— seguí hablando sin importarme su grito.

—¡Que te calles! ¡Lárgate de aquí!...—

—...timo, nosotros no sabíamos que pasaba con ellos, ¿Quién iba a saber lo de aquella carta?, perdóname ¿Si? — Yo seguía tras cada grito que ella me daba, y luego de pedir perdón, estiré mi brazo para tocarle el hombro, y en ese momento, ella lo detuvo y presionó mi muñeca con fuerza.

—¿Que si te perdono? ¡Por supuesto que no, tu tomaste esa nota desde antes, seguramente no te importó asesinar a los dos sujetos de ahí sabiendo lo que hacían por su amigo y luego de eso, quedarte en su hotel! así que... ¡¿Por qué no vas y de una vez y matas a Karla he?! y de paso, regresas y me matas a mi...— Ella me gritó en un tono que mostraba totalmente su enojo y toda la rabia.

Luego de eso, se mantuvo un tenso e incomodo silencio de mas o menos un minuto y medio, hasta que las palabras, nuevamente, llegaron para romper el silencio que había y ponerlo todo más tenso de lo que ya era.

—Adeline...yo....— Dije para empezar a explicar de nuevo todo.

—No quiero saber nada... solo... lárgate...— Dijo mientras mirábamos al suelo.

—¿Ah?.......¡Bien!, ¡Me largo! ¡Pero conmigo vienen mir armas, mis municiones y mi comida, soy el único que en estos días ha sido útil mientras tu te quedas ahí parada siendo linda comiendo mi comida y gastando mis cosas, veamos como es que sobrevives, si es que puedes siquiera hacer algo por ti misma! ¡No te necesito! ¡Solo me has sido un estorbo!- Le grité para expresar todo el coraje que me causaba su actitud, no puedo creer que después de lo que he conseguido por los dos no logre comprender las necesidades que surgen en este mundo, se que solo es el tercer día pero no soportaré esto.

Tomé mis cosas para salir de la habitación, realmente tomé todo lo mio, dejándola a ella solo con sus ropas, su mochila y unos cuantos pares de latas, no me importa si puede hacerlo bien o no, ella intentó detenerme al tomar mis cosas, pero yo la alejé empujándola y apartándola de mi camino, al salir ella ya estaba llorando de nuevo en el suelo, y yo sin darle importancia, cerré de un azote la maldita puerta.

El comienzo después del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora