Familia

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[EDDIE]

Ahí estábamos yo, Jesús, Douglass y otros dos sujetos que no conozco, todos mirando fijamente a aquel sujeto atado a una silla en la misma habitación en la cual yo estuve encerrado durante mis primeros días en El Cañón, con la diferencia de que él no tuvo una cobija, solo una colchoneta como la que tuve yo.

Pasaron varios segundos y todo se quedaba en simple silencio, miradas nerviosas, enojadas y de miedo eran las que hacíamos, estábamos por iniciar el interrogatorio, no planeábamos torturar, solo seríamos severos con él, entonces Douglass jaló una silla y se sentó frente a el mirándolo a los ojos con seriedad

—Muy bien, mira amigo, esta es la situación, tu gente finge ser vulnerable para atraer ayuda, y al tener ayuda ¿Que es lo que hacen? Matan a la ayuda y se quedan sus cosas, y precisamente han matado ya a varios de mis hombres en el poco tiempo que llevan existiendo ustedes, así que eh de suponer que son peligrosos, pero queremos saber ¿Qué es lo que desean? ¿Por que hacen daño a los demás?— Douglass dijo mientras el tipo trataba de evadir la mirada del jefe.

—Eddie, es tu turno, al parecer no va a hablar si se lo pedimos por favor, recuerda que no somos los malos, así que no hagas que lo parezcamos— Jesús me dijo, yo sonreí, me pasé el pulgar por la barbilla y moví los hombros mientras Douglass se levantó.

—No te preocupes colega, yo soy el policía bueno— Contesté, me senté en donde Douglass estaba y los demás en el cuarto me miraron como si fuera un bicho raro, aunque claramente lo era.

—No voy a hablar aunque me cueste la vida, sigan perdiendo su tiempo conmigo y no conseguirán nada— Pese a lo que dijo yo solo seguí mirándolo.

—Muy bien, eso dices ahora, pero estoy seguro de que vas a hablar y serás un gran amigo nuestro, porque tu, tu vas a ayudarnos a quitarnos a un gran problema de encima e incluso podrías tener una mejor vida tu y algunos de tus amigos, y para ellos solo debes cooperar.— Dije y noté un gesto de confusión en su rostro.

—Creo que siento algo de interés en ello, solo dime ¿Que tan "buena vida" se me daría?— Contestó el hombre atado.

—Vaya, fue fácil de convencer, típico de las personas tan miserables como tu— Jesús dijo en un tono de burla y desprecio.

—Tranquilo, déjame esto a mí, yo se lo que hago— Contesté y nuevamente miré al hombre atado que mantenía un grotesco gesto de desagrado —Y bien... vas a hablar ¿Verdad que sí?

El sujeto comenzó a dudar, pese a que se le ofreció una vida más o menos decente creo que podía notar el desprecio que se le tenía, empezó a hacer muecas e incluso dió un escupitajo al suelo para finalmente suspiró y comenzó a hablar.

—Se que tienen desprecio a los que son como yo, debo admitir esto, soy un gran cobarde, tan cobarde que al saber que no me podré ir a menos que hable eh decidido hacerlo, sacrifico a ese grupo a cambio de mi vida, condeno a ellos a cambio de poder vivir, no me que da nadie en ese grupo porque ellos mismos mataron a mi familia, son despreciables al igual que yo y en fin... les diré todo lo que sé ¿Vale?— Su expresión daba a entender algo de nostalgia y sus ojos estaban llenos de desesperanza.

—Adelante, no podemos pedir lo que no sabes, pero te pedimos que seas honesto, créeme, será mejor si estás de nuestro lado— Douglass le respondió con la mirada seria que suele tener.

—Bien... todo lo que sé de ese grupo es que son peligrosos, suelen engañar a los que pasan para poder matar, supongo que eso ya lo sabían ¿No?, En fin, escogen a los miembros de modo que no tengan piedad y que piensen solo en sí mismos, sin afecto, solo un grupo de hombres y mujeres que sobreviven de forma salvaje, si no eres útil para ellos simplemente te asesinan, y lo más importante que sé es que su jefe solía ser un narcotraficante, por eso tienen tantas armas y por eso no creo que sean algo fácil de vencer, también es claro que conozco en donde se ubican así que tenemos esa ventaja... es todo lo que sé— Todos escuchamos de forma atenta a lo que dijo aquel hombre, era información útil y más que nada la ubicación es lo más importante, este hombre será de gran ayuda, aunque por ahora un ataque no es la idea.

El comienzo después del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora