Entre Tú y Yo

Diesciseis

Cambiare el día de actualización, me queda mas fácil publicar los domingos.

Así que...

#DomingoDETYY

Daniela

Un horrible sonido repitente, hizo que abriera los ojos, era mi celular y lo único que pensé fue en mandarlo al carajo. Aun me dolían los oídos por lo de anoche y ese sonido no hacía otra cosas mas que empeorarlo. Mire la pantalla y era una llamada entrante de Alison. Contesté.

-¿Aló? -dije con voz ronca y adormilada.

-¿No te has alistado? -exclamó.

-¿Alistarme para que?

-hoy es la cena, debemos arreglarnos.

-la cena es en más de ocho horas, déjame dormir -pedí.

-no, ya voy para allá, reserve un día en el spa ¿lo olvidaste? -sí, lo había olvidado.

-Alison, necesito media hora antes de la cena para arreglarme, no todo el día.

-nada de eso, debes verte como la reina de belleza que sé que eres.

-¿Te refieres a la que mate cuando era niña? esa esta bien escondida -dije en tono de burla.

-cállate, ya voy para allá -rió y colgó.

¡Que loca! ¿Quien se empieza a arreglar ocho horas antes del evento? ¡Es patético!

Me levanté con pereza para descubrir que mi padre aun estaba dormido, desconecte el celular y el cargador y me dirigí a la cocina para hacer mi desayuno; luego de unos minutos, mi padre apareció en la sala e hicimos el desayuno entre los dos.

Ya con los huevos hechos y sentados en el comedor, le informé del día de spa que había planeado Alison, él no pareció molestarse, al contrario me alentó a ir. Dijo que hoy almorzaría con el señor Mcmahon, un cliente muy importante para nosotros, y luego iría a comprar el traje para la cena, pero que estaría listo para recogerme. No quería llegar tarde.

Termine de comer y me fui a arreglar, me metí al baño y no dure más de quince minutos, no debía lavar mi cabello, sabía que el día de spa incluye todo lo habido y por haber. Salí de la ducha y me vestí con unos converse negros, un jean oscuro y una blusa morada, con un saco negro. Para cuando ya estaba poniéndome los aretes ya había llegado Alison, un poco afanada, saludo a mi padre y le hizo una corta y superficial conversación, preguntándole por su salud y su trabajo. Después salí a la sala y ella me sacó casi arrastras del apartamento.

-apúrate que mi tía nos espera.

-pero no me has dejado sacar mi bolso o el dinero.

-¿dinero? no necesitas dinero.

-no van a gastar todo -dije soltándome de su agarre y dirigiéndome al apartamento, tome mis cosas (mis papeles, dinero y las llaves), le di un fuerte abrazo a mi padre y me despedí.

Luego de saludos y cosas sin importancia llegamos al famoso spa y me permití disfrutar al máximo el día de relajación gratis que me habían dado, no podía estar más agradecida con la señora Wallas por tenerme en cuenta en sus planes, el spa estaba distribuido en diferentes ambientes y parecía que Mary había reservado un espacio solo para nosotras... millonarios... el dinero te da cierto poder y pude confirmarlo en cuanto llegamos; primero nos recibieron con un té, luego nos llevaron a una sala especial y nos preguntaban, si estábamos a gusto, si queríamos algo de comer, y así, preguntas hechas más que todo a la señora Wallas, la cual, supuse, pagaría todo.