Veintinueve

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En la Foto: Scott Wallas

Daniela

Tenía tanta rabia y me sentía tan indignada... mi única tranquilidad y consuelo era el saber que ya no sentía nada por Cristian ¡Nada! Supongo que eso hacía más llevadera la situación. Y aunque no me permitía pensar en Ethan, sabía que la única persona que podría hacerme sentir mejor era él.

Así que en un ataque de... lo que sea... fui a su apartamento de la forma más improvisada posible ¿Estaba mal que corriera hacía él en momentos así? tal vez él pensaba que lo estaba usando... y en cierta medida sí, pero era porque lo quería demasiado y se había convertido en esa paz que tanto necesitaba en mi vida ¿También está mal convertir a una persona en algo tan importante para ti? puede que sí. Y tampoco era justo para él ¿Qué he hecho yo para merecer a una persona así en mi vida?

Aún no lo podía creer.

Tenía que hacer algo para compensarlo, tenía que demostrarle, de una u otra forma, lo importante que era para mi... pero no sabia como hacerlo ¿Como explicas algo así?

Los siguientes días pasaron tan rápido que me costó entender en qué momento presenté tantos trabajos atrasados del Instituto, pero lo hice y me fue muy bien, Noah y Connor me ayudaron en los escritos y Elliot en las exposiciones. Fue un gran trabajo en equipo y se lo agradecí con una cena ¿Notan que mi única forma de agradecer es con comida? Tengo una buena razón: Siempre he convivido con más hombres que con mujeres y la mejor forma de llegar al corazón de ellos es con comida, entonces ya se pueden imaginar de donde viene mis habilidades para la cocina ¿Por qué creen que mis primos me quieren tanto?

El miércoles mi padre me dijo que, como mi estado había mejorado tanto, su viaje a Canadá era un hecho, así que iniciamos todo el papeleo que sorprendentemente tuvimos listo en dos días. El viernes mi padre y yo ya estábamos en el aeropuerto despidiéndonos, yo iba a tener mucho trabajo esos días sin él y como se iba por un tiempo indefinido debía mantener todo al corriente, para eso tenía la ayuda de los abogados y empleados.

-bueno, no olvides que debes firmar las autorizaciones -dijo mi padre por enésima vez.

-sí señor -sonreí, estaba nervioso por dejarme a cargo -tú no olvides alimentarte bien.

-recuerda tomar la medicina en los horarios y no te trasnoches mucho trabajando, si tienes una crisis me asegure de que todos estén capacitados y mi numero esta de emergencia en tu celular...

-papi, voy a estar bien -nos abrazamos y una voz sonó avisandonos que ya era momento de abordar -papi... es que... al señor Wallas le harán una reunión por su cumpleaños y su esposa nos invitó ¿recuerdas? -él asintió -y me preguntaba si yo podía ir... -deje la frase en el aire para que mi padre pensara, luego son la voz de nuevo y pareció inquietarse. Yo sabia que diria algo para salir rápido por eso le dije justo en ese momento.

-esta bien, pero hablaré con la señora Wallas para que no te deje en la misma habitación que...

-¡Papá! ¡Se cuidarme sola! Confía en mi.

-bueno... -me dio un beso en la frente -que te diviertas con los Wallas, mucho cuidado.

-sí señor -nos abrazamos una última vez y luego vi como se perdía entre toda esa gente.

No sabía porqué me sentía así, era algo parecido a la nostalgia, como una despedida sin retorno, pero no era así... vería a mi padre en poco tiempo...

Salí del aeropuerto y como mi padre no estaba, me aventure a coger metro... llegue a mi apartamento en poco tiempo, algo que me sorprendió bastante, durante el trayecto llame a Ethan para confirmar mi asistencia, lo cual le alegró bastante. Sé que le avise a última hora pero me dijo que no había problema, que ya le avisaría a su madre para que ella coordine todos los detalles.

Entre Tú y Yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora