Uno

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En la Foto: Carol Daniela Martínez

Daniela

Empezar  una  nueva  vida,  en  una  nueva  ciudad  y  en  un  nuevo  país,  era  algo  abrumador,  pero  dado que  la  empresa  crecía  cada  vez  más  no  tenía  otra  opción  (bueno  puede  que  sí,  pero  igual  prometí no  dejar  a  mi  padre  solo).  Así  que  ahí  estaba,  en  un  avión  rumbo  a  Londres,  sentada  en  la  silla junto  a  la  ventana  y  mi  padre  al  lado  durmiendo;  el  viaje  fue  largo  y  ya  estábamos  a  punto  de llegar, o  eso  esperaba.

Una  hora  después  sonó  una  voz  informándonos  que  ya  debíamos  abrochar  los  cinturones;  me acerque  a  mi  papá  (aun  dormido)  y  le  acaricié  la  frente.  Con  voz  dulce  empecé  a  llamarlo  hasta que  abrió  los  ojos. Me  sonrió  y  le  dije  que  ya habíamos llegado, se  incorporó  y  abrocho  el cinturón, luego  lo  hice  yo.  

Viajar  en  avión  me  gustaba  mucho,  bueno,  viajar  en  sí,  considerando  que  era  la  primera  vez  que volaba;  pero  pasar  de  vivir  en  Colombia  a  vivir  en  Londres  era  algo  muy  diferente,  ni  siquiera estaba  segura  de  hablar  bien  inglés.  Además  debía  terminar  los  estudios  allá  y  no  sabía  si  estaba  a nivel, aunque  siempre  fui una buena estudiante, esto  era  diferente.

Bajamos del avión  y  tomamos nuestro  equipaje,  mi papá logró  conseguir un  hotel en  lo  que  estaba listo  el  apartamento  que  adquirió  en  arriendo.  Tomamos  un  taxi  y  nos  dejó  en  un  edificio...  bueno ese  hotel  era  muy  lujoso  y  grande.  Nos  registramos  y  nos  dieron  dos  habitaciones,  en  pisos diferentes,  pero  fue  lo  que  pudimos  conseguir  a  última  hora;  le  pedí  a  mi  padre  que  me  dejara  la tarjeta  de  crédito,  pues  sabía  que  una  vez  él  se  durmiera  no  despertaría  y  no  quería  aguantar hambre...  sonreí  feliz  de  ser  complacida,  era  lo  menos  que  él  podía  hacer,  luego  de  llevarme  hasta otro  continente,  casi a la fuerza.

Un  botones  me  ayudo  con  mi  equipaje  (que  no  era  mucho)  y  luego  de  despedirse  me  dejo  sola  en la  habitación.  Era  grande  y  lujosa,  no  sé  porque  mi  papá  se  tomó  tantas  molestias  en  pagar  algo tan  caro,  un  hotel  normal  hubiera  sido  suficiente,  no  es  como  si  nos  fuéramos  a  quedar  mucho tiempo  allí  ¿verdad?  

Me  tire  en  la  cama  y  encendí  el  televisor,  estaba  tan  cansada  que  ni  podía  poner  atención  a  lo  que estaban  diciendo  en  las noticias, luego  de  un  tiempo  me  quede  dormida. 

***
Desperté  y  el  cielo  ya  estaba  oscuro,  aun  así  me  sentía  cansada,  supongo  que  por  el  cambio  de horario  y  el  viaje.  Entre al baño  y  cepille  mis dientes,  luego  me  di un  buen baño  con  agua caliente  y me  cambié  de  ropa  (un  jean  azul  oscuro  y  un  buzo  rojo),  no  esperaba  que  mi  papá  llamara; conociéndolo como lo conozco debía estar en la cama dormido y no despertaría hasta el día siguiente y bueno, tampoco quería molestarlo. Antes del viaje tuvo que trabajar mucho, solo quería que se relajara un poco.

Baje al restaurante del hotel y comí algo ligero, comida que pague con la tarjeta... nada muy cara solo algo que calmara mi apetito; camine por el hotel durante un tiempo, luego volví a subir y me quede dormida, sabía que al día siguiente debía trabajar con mi papá, entonces tendría que descansar.

Me desperté y aliste rápidamente, recibí un mensaje de mi papá diciendo que nos encontraríamos en el restaurante del hotel para desayunar, así que no tenía mucho tiempo para hacer "roña" como acostumbraba, y por "roña" me refiero a sentarme en la cama y mirar al infinito por quien sabe cuanto tiempo. Estuve lista en quince minutos, salí de la habitación y fui al restaurante. Como esperaba, mi papá ya estaba allí.

Entre Tú y Yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora