Entre Tú y Yo

Treinta y ocho

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Daniela

Para ser honesta no se de dónde le salió lo celoso a Ethan, llevábamos dos meses, casi tres y en ese tiempo no había mostrado señales de ser un celopata y eso me dejó pensando bastante, pero nada es perfecto y si él podía controlar esa parte yo no me molestaría, además yo no podía negar que también me sentía así en ocasiones, Ethan es un hombre increíble, de esos que ya no encuentras fácilmente, yo lo encontré y lo enamore con mi torpeza, porque vamos, no soy una modelo ni nada parecido y aun así él me quiere muchísimo, no quería creer que fue cuestión de suerte, quería creer que yo tenía lo mío, que yo podía enamorarlo tanto como él lo hacía conmigo... y es que me tenía comiendo de la palma de su mano, solo que el idiota no se daba cuenta, siempre que me llamaba sonreía como tonta, me derretía cada vez que me decía algo lindo y ni hablar de lo cariñosa que llegaba a ser.

Conclusión: Uno enamorado es una hueva.

Y me fastidiaba que se pusiera celoso, como si no se diera cuenta que me tenía en sus manos, blandita como una gomita de osito ¡Hasta Noah me lo decía!

-bueno, me encanta verte tan feliz, pero ten cuidado.

-lo sé, pero no puedo evitarlo -reí -me lleva la...

-maldecir en español es igual de malo que hacerlo en inglés -me regaño.

-ay no me molestes.

-tu eres muy... bocona -y reí fuerte.

-y soy mala influencia, el otro día Ethan dijo parce, casi me meo... literal -reí otra vez.

-así no debe hablar una dama.

-pregúntame cuanto me importa- señalé riendo -hablo así cuando estoy con ustedes no en una reunión, me sorprende que digas eso. Pero nos desviamos del tema... como siempre.

-eres muy distraída -levanté mis manos e hice una mueca -te decía que debes tener un equilibrio.

-lo sé, solo dame un mes y empezare a ver todos los defectos que tiene, por ahora no puedo, cada cosa que hace me parece buena -le sonreí -deja que me baje la dopamina, que mi amígdala deje de segregar tanta hormona y entonces volveré a ser la Dani de siempre.

-tu explicación de amor siempre es con hormonas ¿No?

-tengo razón, en estos momentos estoy en esa fase del enamoramiento, luego pasara, no significa que le termine... solo, debo manejarlo. El amor es una decisión, es muy distinto al enamoramiento... además no lo amo... aun. No estoy en peligro, créeme.

Me gustaba mucho leer sobre el cerebro y sus reacciones, entonces tenía una idea de como funcionaba esto, Ethan me tenia como una idiota, aunque yo jamás se lo diría.

Sí, soy una hueva.

Solo esperaba no cometer el error de enamorarme más y enamorarlo menos.

Me sentía valiente y al mismo tiempo vulnerable y no sabía si eso era lógico o no, sin embargo esa pizca de valor apareció cuando hice ese comentario en su auto, ese valor que reuní de quien sabe donde... yo no soy así.

Ethan me besaba con pasión, tanto que mi cuerpo empezó a acalambrarse, me temblaban las piernas y cada caricia que sentía de sus manos eran como descargas eléctricas, dispuestas a encender esa parte en mi que hace mucho no estimulaba. Su lengua era juguetona y estaba dispuesta a recorrer cada parte de mi boca, no se lo impedí, al contrario, me perdí en él también. De pronto empezó a hacer mucho calor en la habitación y la ropa ya era un extra innecesario en la escena.