Entre Tú y Yo

Veinte

Daniela

Llegó el tan esperado viernes, ya le había informado a mi padre que saldría con Michael y aunque me miró con un poco de recelo, acepto, lógicamente tendría que hablar con el muchacho, pero tenía miedo de que le contara sobre mi enfermedad, aun no estaba lista para hacerlo público. Confío en que mi padre sea prudente.

Estaba en mi habitación arreglándome; había optado por ponerme un pantalón beige, una blusa verde menta y un abrigo negro... era una noche muy fría y unos zapatos marrón con tacón corrido (eran más cómodos y fáciles de usar). Mire mi celular y vi un mensaje de Ethan, ese día había estado un poco alejado... y tenía derecho... creo, igual quera alegrarlo, así que entre mi celular busque una imagen graciosa y encontré una perfecta.

Aparecía Flynn (de Lluvia de Hamburguesas) y decía "cuando vayas a una montaña rusa, lleva un tornillo, cuando el juego comience, toca a la persona de adelante y dile que se cayó de su silla" abajo estaba Flynn y detrás de él una explosión.

Luego Ethan uso la misma imagen del gato que decía "JAJAJA ME MEO" y yo estalle en carcajadas... ¿seré una mala influencia?

D: ¿no estas enojado? -pregunte con cautela.

E: un poco molesto, pero tienes razón: mi hermano lo hace para molestarme... y tu le ayudas.

D: si no te molestara, no sería yo jajajaja

E: aun me acostumbro... ¿ya tomaste el medicamento?

D: sí, capitán. :D

Salí a la cocina y cogí un vaso con agua, luego de tomar la pastilla sonó el citófono avisándome la llegada de Michael, yo le hice pasar.

Hablamos acerca de todo; libros, autos, comida, nuestras familias, los viajes. Era muy estimulante y entretenido, cada vez Michael me agradaba más; no bromeaba tanto como Ethan, Michael era más maduro y no estaba segura de poder bromear con él del mismo modo que con Ethan. Y sé que era absurdo compáralos, pues son completamente diferentes, y muy parecidos al mismo tiempo; por ejemplo, ambos levantaban la misma ceja cuando estaba sorprendidos o inquietados, ambos rascaban su nuca cuando estaba incómodos o apenados, o despeinaba su cabello cuando se sienten a gusto con la situación. Sin embargo a pesar de esto, sus opiniones difieren muchísimo.

Ya nos habían traído el plato fuerte y hablábamos de "Los Miserables" de Víctor Hugo, la novela que estaba leyendo la vez que me llevo a mi casa, cuando sentí un pinchazo en el pecho, trate de contenerlo... debe ser una falsa alarma.

Y con ese pensamiento seguí hablando con él, pero entonces me dolió la cabeza... quite de mi mente esos pensamientos, para continuar con la "cita". Mire mis manos y estaban moradas y frías, sentía el sudor empezar a correr por mi cuerpo y el dolor se intensificó.

-¿pasa algo? –Me dijo Michael –estás pálida.

-estoy bien –susurré –voy al baño.

Me paré torpemente y golpee mi pierna con la mesa, el sonido llamó la atención de los presentes e hizo que mi interlocutor, se pusiera de pie, me pregunto de nuevo si estaba bien, no muy convencido de mi respuesta.

Como pude caminé hasta el baño y me encerré allí, mire mi reflejo en el espejo y tenía las pupilas dilatadas, me costaba respirar y estaba sudando, pero sentía todo mi cuerpo frío y entumecido, no podía poner la espalda recta, pues me dolía el pecho...

Correcto, debía regular mi respiración y no asustarme... todo es mental, así que debo visualizarme bien, es solo una pequeña crisis, en poco se me pasara... no es nada grave. Me tome la pastilla y he estado muy juiciosa con las terapias... a menos que el soplo esté creciendo... ¡ese pensamiento no me ayuda!

Me calme... deje que mis sentidos se aplacaran, pero pensé que era mejor irme a casa, podría decirle a Michael que me llevara, en cuando llegara a mi cuarto, dormiría y si era necesario faltaría al Instituto mañana.

Me incorpore con esa idea en la cabeza, pero en cuando fui a abrir la puerta, entró una joven... no pude articular palabra y me desvanecí.

***

No sé si les ha pasado. Que sienten su cuerpo completamente lejano a todo lo que pasa por su cabeza, que estás en un estado de inconsciencia tal que no puedes mover ni un músculo, pero al mismo tiempo eres capaz de percibir todo lo que pasa a tu alrededor.

La verdad solo me había pasado una vez; estaba en el colegio y pude escuchar como mis compañeros murmuraban y luego sentí que alguien me alzaba... tal vez los recuerdos eran un poco borrosos pero no olvidé la sensación de las manos debajo de mis rodillas y mi espalda.

Ahora podía escuchar como la joven, cuyo rostro no podía visualizar en mi mente, pedía ayuda. Llego alguien y trató de alzarme; no, primer error, nunca debes alzar a alguien que se desmayó, sobre todo si no pudiste ver si se golpeó la cabeza o no. Puedes generarle una contusión.

-traigan alcohol –dijo alguien. Mal.

Segundo error, el olor a alcohol me dará mareo; primero deben levantar mis piernas y estirar mis brazos, luego empezar a llamarme.

¿Cómo podría pensar que estaría bien, si estas personas no sabían cuál era el procedimiento a seguir en casos como este?

Mi estado emporará porque estas personas no están capacitadas.

-llevémosla a un lugar para recostarla.

-¡Daniela! –esa era la voz de Michael.

-¿Dónde está el alcohol?

Mal, no deben ponerme alcohol, solo lo van a empeorar. Sentí como alguien acariciaba mi rostro y me llamaba con dulzura, Michael.

Había un olor en mi nariz... era alcohol.

Mi mente se desconectó.

FIN

Bueno, fue un placer concluir esta obra con ustedes, recuerden que es basada en hecho reales. 

Gracias por su apoyo y alegrarme el día con sus comentarios y preguntas. Espero se hayan enamorado tanto de los personajes como yo.

La verdad es que escribir esta historia me llena de nostalgia, creo que es el legado de Diana me ha dejado y lo quise compartir con ustedes. 

Gracias.