Capítulo 10

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Enzo 

Desperté por la mañana solo en mi cama. Ramiro no estaba a mi lado y no se encontraba en el departamento. Le llame al celular y saltaba apagado ¿Porque apagó su celular?

Le deje un mensaje en el buzón de voz diciéndole que iría con Lucero a la clínica, mi padre sería dado de alta esta misma tarde.

Llegué a la clínica con mi nana pasando el mediodía, eran como las una de la tarde, habíamos pasado a comer algo antes de venir aquí. Así fuimos a la habitación de mi padre, él no se encontraba allí, al parecer estaban haciéndole los últimos chequeos y estudios para estar seguros de darle el alta hoy, es comprensible, mi padre es una persona mayor, casi sesenta años tiene.

–¿Dónde está tu marido? –me preguntó Lucero sentándose en una silla mientras esperábamos. 

–No lo sé –contesté revisando mi celular nuevamente sin obtener ninguna respuesta– Cuando desperté esta mañana no estaba en el departamento y tiene su celular apaga...

La puerta se abrió de golpe. Ramiro entró tranquilamente– Hola cariño, me imaginé que estarías aquí ¿Porque no me avisas que venias? 

–¿Perdón? –dije indignado– Tú eres el que desapareció primero y aparte si te avise porque te deje un mensaje en el celular. 

Él frunció el ceño y revisó su teléfono que estaba apagado–...Me quede sin batería –comentó guardando nuevamente el móvil en su bolsillo. 

–¿Donde estabas? –pregunté acercándome a él. 

Ramiro me miró sin responder y le note un poco dudoso pero después tomo mi mano y me susurró– ¿Podemos hablar afuera? 

Yo le mire extrañado. Era raro ver a Ramiro siendo misterioso. Lleve mi mirada a Lucero y ella asintió para que fuera a hablar con él.

Ambos salimos de la habitación y nos quedamos en el pasillo

–¿Que pasa? –cuestioné intrigado

–Em...espero que no te enfades pero...–estaba nervioso– Fui a ver a Ariel.

Me quedé anonadado. En silencio. Mirándole sorprendido y ante su mirada avergonzada supe que era verdad. 

–¿Que...hiciste…¿¡Que!? –grité lo último y Ramiro me tapó la boca

–¡Amor! Estamos en una clínica –murmuró suavemente. 

Yo suspire sacando su mano y relajándome o intentándolo al menos. Le mire a los ojos más tranquilo– Decime que es mentira 

Él negó simplemente. 

–¡Ramiro! –gruñí enojado– ¿Qué demonios tenías que hacer ahí? ¿Para qué fuiste a verlo?

–Lo lamento. Pero no podía quedarme quieto sabiendo que él está cerca y no hablar con él. Mi amor...yo se que a lo mejor no debería pero...

–¿Pero que? 

–Yo sentía que le debía una charla. Yo en parte he arruinado su vida. 

Yo frunci el ceño confundido hasta que entendí lo que decía, mi enojo bajo y la culpa se instaló en mi– No Ramiro… tú no hiciste nada. Fui yo. Yo había arruinado todo y...no fue tu culpa.

–Pero...De alguna manera sentía que le tenía que pedir disculpas aunque no lo haya hecho, creo que mi intención la ha entendido –agregó. 

Yo le miré y le regale una pequeña sonrisa. Me acerque a él y le di un fuerte abrazo.

Vuelvo A Vivir 2: Corazón Que Miente  (Gay) [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora