Vuelvo A Vivir 2: Corazón Que Miente (Gay) [Terminado]

Capítulo 21

Narrador 

Pasaron solamente dos minutos de un silencio sepulcral. Ninguno decía ni una palabra ni hacía ningún movimiento. Parecía que el tiempo se había detenido. Hasta que Ramiro parpadeo rápidamente y suavemente retiró su mano de la de Enzo poniéndose de pie con la intención de irse de la habitación 

Al llegar a la puerta Enzo le detuvo– Ramiro espera, ni te vayas así...dime algo por lo menos. 

Ramiro sin darse la vuelta le contestó duramente– Eres un mentiroso 

Enzo suspiro–Se que te duele...pero no te estoy mintiendo. Te lo juro.

Ramiro apretó sus labios fuertemente y abrió la puerta para salir por ella sin decir nada y sin siquiera mirar a Enzo, que quedó en ese lugar sintiéndose muy mal por lo ocurrido.

Había hecho algo que inevitablemente tendría consecuencias, y tendrá que enfrentarlas completamente solo. 

Ariel llegó unos minutos después a su vieja casa encontrándose con Nacho y Richard charlando en la cocina..

–¡Por fin apareces! ¿Recibiste el mensaje que te envíe? –preguntó Richard en cuando vio a Ariel entrar en la cocina. 

–Lo he visto –contestó sin entusiasmo 

–Nacho me dijo que tu conoces a ese tal Mauricio Alcalá. –comentó mirando al primero y después al otro. 

Nacho solo asintió mirando a su amigo y Ariel lo admitió– Lo conozco. Ya ha intentado matarme antes.

–¿Entonces es él? 

–Estoy seguro de ello –respondió sacándose su campera– No cabe dudas que quien intentó matarme es Mauricio. Debe pensar que lo logró. 

–¿Y qué vas a hacer ahora que sabes que es él? –inquirió Nacho 

–Ya lo sabes

–Ariel –advirtió Nacho– Ese tipo es muy peligroso. 

Ariel le miró levantando los hombros– No le tengo miedo

Se encaminó hacia las escaleras para subirlas. Richard y Nacho se miraron ciertamente preocupados. Si ese tal Mauricio era demasiado peligroso, sería más peligroso para Ariel acercarse a él. Pero conociéndolo, sabían que sería muy difícil convencerlo de lo contrario. Ahora que Ariel sabía quién estaba detrás de todo, no pararía hasta cobrarse todo el daño causado. 

Después de darse una ducha y con la intención de dormirse sin cenar se estaba por acomodar en la cama cuando Nacho entró lentamente– ¿Podés pensar mejor las cosas? –le pidió seriamente con la intención de al menos intentar convencer a su amigo. 

–No tengo nada que pensar –Ariel contestó simplemente 

–Ariel...no podes ir a buscar a ese tipo así nomás y enfrentarlo, te matará –le dijo 

–Eso está por verse.

Nacho suspiró– Piensa mejor las cosas...no actúes por impulso –se acercó a él– No has vivido para ir a morir absurdamente manejado por el odio que sientes por ese tipo. Y yo no te he sacado de esa prisión para que comentas estupideces. 

–¿Y qué quieres que haga? ¡Tengo que hacerle pagar no solo por lo de ahora sino por lo de antes! –exclamé– Ese tipo mato a mi padre y casi me mata a mí dos veces, no permitiré que siga saliéndose con la suya. Una vez lo deje seguir, dos veces no.

–¡Te pondrás en peligro!

–Toda mi vida he vivido con el peligro, y no le tengo miedo. 

Nacho le miró en silencio y desvío la mirada– Está bien...pero hay algo que no puedo evitar mencionar.