NarradorUn poco más de media hora después de haber entrado, Enzo salía de esa correccional de Mendoza, decidió no tomar ningún taxi y caminar hacia el hotel a pie. Necesitaba tomar aire, necesitaba poder pensar.
Aún no podía sacarse de la mente ese momento que vivió con Ariel hace apenas diez minutos. Aún no podía sacarse de la mente esa sensación en sus labios, el volver a sentir un beso suyo después de tanto tiempo.
Cuando logro pensar en otra cosa que no fuera eso, lo primero que le vino fue la culpa. Culpa porque había besado a Ariel, había traicionado a Ramiro.
Aunque pasara lo que pasara por sus pensamientos y sentimientos, Ramiro era algo aparte. Ramiro siempre fue bueno y comprensivo con él. Ramiro le hacía bien, era la única luz en medio de tanta oscuridad que una vez no supo manejar, Ramiro no se merecía algo así, era su marido, su esposo...y le había traicionado.
Por eso el sentimiento de culpa era inevitable en este caso.
Después de caminar por horas llegó al edificio, un poco cansado pero sin importarle eso. Llegó a recepción para arreglar cerrar su cuenta en el edificio, ya que hoy se volvían a Buenos Aires, pero la recepcionista le comunicó que su padre ya había pagado todas las cuentas. Enzo asintió y subió por el ascensor hasta el tercer piso donde estaban los departamentos.
Se encontró a Ramiro en el pasillo.
–Hola amor ¿Donde estabas? –le pregunto sonriente y dando un beso en los labios a los cuál Enzo quedó quieto.
Enzo pensó que a lo mejor Ramiro no recordaba que le había dicho que iba a ver a Lucero, asique aprovecho eso. Cambio una mentira por otra.
–Em...fui a dar un paseo –mintió. Ramiro le sonrío y abrió la puerta entrando dentro del departamento.
–Yo fui a comprar algo para almorzar antes de viajar –le dijo mostrando bolsas de supermercado.
–Voy a ver a mi nana –soltó Enzo sin mirarle y sin esperar respuesta se fue.
Cuando salió rápidamente cerró la puerta detrás suyo y soltó un suspiro. No podía mirar a Ramiro, no podía estar con él ahora porque le atrormentaba haberlo traicionado. Necesitaba hablar con alguien o enloquecería.
Lucero le sirvió una taza de té cuándo estuvieron en el departamento alquilado de ella y se sentaron en el sillón. Ella creía que Enzo estaba muy intranquilo y necesitaba relajarse un poco.
Enzo aceptó la taza de té sin decir nada.
Su nana se sentó a su lado y le acaricio su negro cabello– Sabes que puedes confiar en mí, ¿Cierto?
Enzo asintió– Lo sé.
–Dime entonces que te anda pasando... ¿Porque últimamente estás así?
–¿Últimamente?
–Cariño...te conozco como si te hubiera parido. Te he criado desde que eras un bebé recién nacido. Te conozco mejor que nadie, y se que algo te ha estado pasando desde hace meses.
Enzo sonrió con tristeza a Lucero que le miro de forma acojedora y comprensiva.
–No se que estoy haciendo... –murmuró Enzo consternado– Eche todo a perder...
Enzo estaba apunto de soltar un llanto y Lucero le acaricio su mejilla.
Enzo por una vez sintió esa calidez como cuando era un niño y no tenía amigos, cuando sus padres lo ignoraban y solo tenia a Lucero como amiga y confidente. Ahora lo volvió a sentir, siempre tuvo confianza con Lucero pero ahora era especial, ahora sentía como esa necesidad como cuando era un niño de desahogarse, ella estaba ahí nuevamente para él. Siempre a su lado.
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Vuelvo A Vivir 2: Corazón Que Miente (Gay) [Terminado]
RomanceDos años después de haber ocurrido todo lo que cambió sus vidas, el destino les trae un nuevo cambio... El pasado y las cuentas pendientes se hacen presentes para complicar sus vidas nuevamente... ¿Quieres saber lo que pasara... o que paso? ¡Descúbr...