Capitulo 6

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Enzo

Sentía mi corazón latir fuertemente en mi pecho. Mis manos sudaban y mi cuerpo temblaba, no tenía miedo, pero tampoco se lo que estoy sintiendo.

Él dejó de mirarme con asombro y me miró con una frialdad que me hizo salir de mi trance. 

–Ariel... ¿Tu...? –me quedé en silencio al no saber qué decirle. 

Lo ví chasquear desviando la mirada y luego me miró sin importancia. Comenzó a caminar y pasó a mi lado yéndose sin decirme nada. 

Me di la media vuelta y le hablé– ¡Espera!

Él se detuvo pero no se giró a mirarme.

–¿Qué haces aquí? –le pregunté 

Ariel se movió mirándome ahora de costado– ¿Quieres saber por qué no estoy en la cárcel? –Antes que pudiera hablar él me interrumpió– Tranquilo Enzo. No estoy libre, sigo preso como querías.

Quería negarle y decirle que yo no quería verlo preso, que si lo hice fue por salvar su vida, pero no podía hacerlo...no podía justificar esas palabras sin contarle la verdad, cosa que no podía hacer.

–¿Entonces porqué estás aquí? –inquirí suavemente.

Él no respondió y yo luego lleve mi vista a su abdomen donde vi una gasa tapando una supuesta herida– ¿¡Que te paso!? –cuestioné con preocupación 

Ariel soltó una risa que me desconcertó– No seas hipócrita y no hagas como que te importa o te preocupa lo que me pase –contestó duramente 

Lo mire en silencio. Entiendo muy bien la posición de Ariel, yo estaría igual en su lugar. ¡Pero él no sabe la verdad! ¡Él no sabe que me preocupa enserio!

–Dímelo –le pedí con tristeza 

Borro su sonrisa sarcástica y me miró con seriedad– Me apuñalaron en la cárcel esta tarde. 

Yo suspiré mientras sentía un nudo en mi estómago– Lo sien... 

–¡Cállate! –interrumpió duramente– No te atreves a decirme que lo sientes.

–Yo sé que estás ahí por mi culpa, pero no quería que te lastimen. 

–No –negó con la cabeza– Yo estoy ahí por mi mismo...obtuve la condena que merecía por todo el daño que hice. Pero... –se quedó en silencio 

–Pero nunca creías que yo te iba a entregar –complete su frase con tristeza. Esta situación me estaba doliendo demasiado.

–Después de que me habías suplicado que no me entregara a la policía y por eso nos fuimos a España. Por todas las veces que me dijiste que me amabas y querías estar conmigo siempre, por eso justamente pensé que nunca lo harías...pero me equivoque –añadió finalmente.

Yo no supe qué más decir. No existían palabras para decir después de eso. No tenía ese derecho.

Él no me dijo más nada y volvió a darse la vuelta y abrió la habitación N'16 entrando dentro en completo silencio.

Yo camine un poco más y abrí la puerta que era de mi padre y era la N'14, por lo cual estaba a dos cuartos de Ariel. Cerré la puerta atrás mío y me apoye a ella reteniendo un llanto.

–Perdóname...–musité.

Soy un imbécil. Lo se. Pero no me importa serlo si Ariel vive... 

–Si vive... –me repetí a mí mismo dándome cuenta lo que le paso. 

Lo han apuñalado...¿De esa forma lo estoy cuidando?

Vuelvo A Vivir 2: Corazón Que Miente  (Gay) [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora