Capítulo 16

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Narrador 

Eran las once de la mañana. En las calles comenzó a llover fuertemente, y las nubes parecían no querer correrse y no dejar salir el sol. El día era gris y opaco totalmente.

–¿Estará bien? –le preguntó Ramiro a Lucero, sentado en el borde del sofá donde habían recostado a Enzo después de desmayarse

–Ten, mojalo un poco en el rostro –Lucero le extendió un trapo húmedo a Ramiro y ella terminaba de preparar un té. 

Ramiro pasó el trapo por la frente y mejillas de Enzo. Este se movió ligeramente sin abrir los ojos, estaba reaccionando de a poco.

–Enzo...Enzo, mi amor –le habló Ramiro suavemente intentando que reaccione. 

El joven abrió lentamente los ojos desorientado– ¿Que paso? –musito.

–Te desmayaste cariño –Ramiro retiró el trapo– Trata de estar tranquilo 

Enzo frunció el ceño confuso por un momento hasta que su rostro tomó de golpe el pánico y se incorporó en el sillón de un movimiento– ¡Ariel! –exclamó– ¿Que paso?

Enzo se quiso poner de pie rápidamente pero Ramiro lo detuvo– ¡Enzo tranquilo!

–¡Déjame Ramiro! –alejó su brazo pero se quedó sentado– Dime que paso... ¡Dime que es mentira que se quemó la prisión! ¡Dime que solo fue una pesadilla! –le miró desesperadamente 

–Lo siento mi amor pero es verdad –contestó Ramiro con pena. 

Enzo le miró sin poder creerlo, comenzó a negar tan angustiado que no pudo evitar soltar unas lágrimas, mientras se negaba a aceptar esta realidad– No...no es cierto

Lucero se sentó al lado de él y le tomo la cara con las manos para que la mirara a los ojos– Lo lamento cariño, se que te duele pero es así.

Enzo no pudo evitar quebrarse ahí mismo y Lucero lo contuvo abrazándolo mientras Ramiro sufría viéndole así. El corazón de Enzo sufría, y solo el llorar lo hacía desahogarse un poco del dolor que para él no acabaría nunca... 



Pasaron unos minutos...

Ramiro y Lucero pudieron tranquilizar un poco a Enzo en el sofá dándole la taza de té, pero este solo la tenia en sus manos sin haberla probado 

–Tomate el té cariño –le pidió suavemente Ramiro a su lado acariciando su cabello con dulzura 

Enzo mantenía una expresión triste y desganada, pero las lágrimas seguían escapando de sus ojos.

–¿Quieres comer algo? –preguntó Ramiro 

Enzo no respondía, solo tenía la mirada perdida hacia el frente sin hacer caso a Ramiro a su lado.

Enzo llevó su visión hasta la puerta cuando oyó golpes en ella. 

Lucero se acercó y abrió la puerta encontrándose con Simón. 

Simón saludo con la cabeza a Lucero y a Ramiro y después se acercó a Enzo que le miraba.

Olvidándose del enojo que sentía hasta hace unas horas con Enzo, Simón se acercó a este y le dio un fuerte abrazo, donde Enzo se quedó quieto por tener la taza de té en sus manos. 

–Me enteré recién... ¿Como estas? –le preguntó Simón triste 

–Mal –articuló Enzo con la voz que casi no salía de su garganta 

–Simón... ¿Quieres tomar algo? –le ofreció Lucero al joven 

–No gracias Lucero –Simón se sentó en el sillón frente a Ramiro y Enzo y le miro a este último– En el camino he hablado con Diego. 

Vuelvo A Vivir 2: Corazón Que Miente  (Gay) [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora