CAPITULO 13

27 2 0
                                    

-Muy graciosa- Dijo sarcástico- Escucha, quiero invitarte al próximo concierto.- Sonrió, esperando respuesta ansioso.

-Creí que el último concierto fue ayer- Respondí confundida.

-Lo fue, pero no hablo de tu ciudad- Amplio su sonrisa- quiero que viajes conmigo, conocernos mejor, ya sabes-

-Harry, sabes que no puedo, me encantaría ir contigo, pero lamentablemente solo te puedo acompañar a la esquina- Dije con pena- y ni siquiera llegaríamos a la esquina, ya sabes, tus...-

-¿Mis qué? ¿Mis "fans"? Si en verdad me quieren a mí y a los chicos, deben aceptar a la persona que elijamos- Dijo sin apartar la mirada de mis ojos- yo te elijo a ti-

-En realidad hablaba de tus botas Harry- Respondí riendo- están rotas en la punta, te diste cuenta de eso ¿verdad?- Dirigí mi mirada a sus pies sin borrar la sonrisa; el levanto mi vista rápidamente.

-Si hablabas de mis botas, ¿yo puedo hablar de tu ropa manchada con jugo?- Respondió levantando las cejas con una leve sonrisa.

-Bien, ¿qué decías de tus fans?- Dije esquivando notablemente el tema. El solo sonrió y tomo mi mano. Comenzamos a caminar en silencio, nunca lo hicimos ya que las calles se llenaban de gente, pero en ese momento nada nos molestaba, era la madrugada, el frio, la niebla, Harry y yo. Caminamos sin parar hasta llegar a otra plaza, muy lejos del hotel, y muy lejos de las cosas que nos podrían molestar.

Nos sentamos en un banco, esperando que el sol saliera. El me abrazaba por encima de los hombros dándome calor, y conversando de las cosas que nos habían pasado en los días en los que no hablamos. Hacía mucho que no estaba con Harry a solas, desde la última vez que me llevo al jardín repleto de flores y árboles. Aunque este recuerdo me quedaría en la memoria para toda la vida, siga o no con Harry en un futuro, nosotros dos, solos y tranquilos, mirando el sol radiante salir, era como un paraíso, sin necesidad usar una especie de droga, él era mi droga.

Pero como siempre, la felicidad se acabó. A lo lejos se acercaban alrededor de 5 camionetas y no precisamente eran de pizza o un mensajero, eran los paparazzis. Hace unos minutos nos habíamos encontrado con unas niñas fans de los chicos, fueron amables y les deje su espacio para que pudieran hablar con él, pero la voz no tardo en correr y pronto habría más de 5 camionetas.

No se nos ocurrió mejor idea que correr, no nos iríamos de ahí tan fácil, asique mejor huir ahora antes de que las cosas se pongan peores. Harry me tomo de la mano y se acercó a mi oído:

-Si no puedes correr más, yo te llevo- Dijo casi en un susurro dulce.

No habíamos dormido de las largas conversaciones que tuvimos, y probablemente nos estampemos en el suelo del sueño. Pero la adrenalina era genial.

Sin soltar mi mano corrimos hacia el sin parar, nos fuimos en las direcciones contrarias a las de las camionetas, ya que sería un beneficio para los paparazzi si nos hubiéramos ido por el lado en que ellos habían venido, seguimos a pesar de que por donde íbamos fuera un camino más largo de lo normal.

Aunque lo que nos preocupaba en realidad era llegar al , iba a ser un verdadero desastre, asique nos detuvimos a pensar donde ir.

-¿Una tía, una abuela? ¿Alguien que nos reciba?- Dijo Harry agitado y nervioso

-No Harry, ¿te cuento una historia en este momento quieres?- dije en el mismo tono que Harry solo que más rápido- Debo cuidar a mi madre y hermana con solo dieciocho años y créeme, no tengo tiempo para hacer amistad con estúpidos familiares- continué la frase rascándome la cabeza, intentando pensar.

-Lo siento, no hay que pelearnos justo ahora cariño- Dijo tenso.

-No nos estamos peleando, solo digo que hay que encontrar otro lugar como en el que estábamos, lejos y tranquilo- Tome aire y continúe -Ven- lo tome rápidamente de la mano en busca de algún taxi, no sé porque no se nos ocurrió antes.

Dentro del mismo, me dedique a observarlo, pensaba en cosas estúpidas. Jamás lo había escuchado cantar de verdad, solo cuando lo acompañe al estudio, pero no cuenta como una.

-¿Que tanto miras?- Dijo riendo

-¿No te puedo observar?- Él se dio media vuelta para verme- Tenias razón con lo de guapo- reí

-Lo se cariño- Dijo engreído- No temas en decírmelo- Giro su mirada a la ventana nuevamente.

-Tú también debes admitir que soy atrayente, soy demasiado para ti seguramente- Corrí mi mirada hacia la ventana también, imitándolo. El en un solo movimiento estaba justo al lado de mi oído, podía oírlo respirar.

-Claro que eres demasiado para mí, eres muy bonita, no cualquiera se encuentra a alguien así en la puerta de su hotel- Dijo dulce, acomodando un mechón de mi pelo que se había escapado. Yo me di rápidamente la vuelta para mirarle a los ojos. Nunca los había visto tan brillosos, tenía los ojos más lindo que había visto jamás, un color esmeralda trasparente y la pupila dilatada, me miraba tiernamente sin esperar ninguna respuesta.

-Y no cualquiera se encuentra a Harry Styles en la puerta de su hotel- Sonreí y el hizo lo mismo.

Se acercó para besarme y eso hubiera hecho de no ser por el taxi, que paro muy rápido, casi por sorpresa.

-Aquí es- Dijo el conductor seco, no me sorprendió, la gente de ahí podía ser muy arrogante

-Tome, quédese con el cambio- Le tire prácticamente el dinero y empuje a Harry afuera del auto, lo lleve a un lugar donde solo mi hermana y yo conocíamos. Era una especie de bosque, a las afueras de la ciudad, había arboles muy altos, de una textura suave, y tenían un color claro, no era como el típico bosque de los cuentos, yo creo que imposible de subir a los árboles, ya que no tenían ramas, solo eran troncos más alto que la torre Eiffel.

-¿Quieres quedarte aquí?- Miro Harry atónito- ¿Con mis súper botas?-

-No vamos a quedarnos aquí haragán- Dije riendo.- Vamos a un lugar mejor.-

-¿Hablas del cielo?- Dijo tomando camino hacia ningún lugar en particular, yo lo observaba divertida.

-No, cierra la boca y mira hacia arriba, es un lugar genial, y no creo que nos encuentren.- Sonreí

-Bien- paro en seco- ¿Dónde vamos?- se cruzó de brazos esperando respuestas.


-Ahí cariño- dije apuntando a una especie de casita en el árbol, escondida por los mismos troncos de los árboles.


Skinny loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora