CAPITULO 35

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Las calles de Londres eran muy coloridas, muchas de las estructuras estaban hechas de piedra, como si fuera una ciudad antigua pero a la vez moderna. Por la noche las luces resaltaban los lugares más bonitos, había tomado un taxi por lo que podía observar todo con tranquilidad.La gente paseaba a pesar de la hora, el clima era estable por lo que se podía aprovechar la noche perfectamente. El cielo se veía como de costumbre nublado, y pude observar muchos lugares conocidos de Londres desde lejos. Luego el taxi se alejó del centro de la ciudad y de los lugares turísticos, iba por una calle común y corriente como la de cualquier ciudad.El automóvil se detuvo en la puerta de una casa colorida, tenía dos pisos y flores colgadas en las grandes ventanas, típica casa de señora. Había algunas luces encendidas por lo que espere que me abrieran la puerta con los brazos abiertos, ya que no había avisado que venía.Le pague al chofer y me ayudo a bajar las enormes maletas del baúl, por lo cual agradecí enormemente. Trote por el caminito que me dirigía a la entrada y cruce los dedos antes de tocar.-¿Quién es?- una voz aguda se escuchó del otro lado de la puerta.-_____- respondí alegremente.El ruido de cerraduras abriéndose rápida y nerviosamente me emociono. Amy abrió la puerta de un manotazo y sonrió ampliamente al verme. Corrió para abrazarme y no me soltó por unos 5 cinco minutos.-¿Qué sucede Amy?- una voz surgió desde las sombras de la casa, probablemente mi tía.-¡____ ha llegado!- grito alegremente mi hermana.Amy me tomo del brazo y me empujó hacia dentro de la casa. Era amplia y había lugares que faltaban cosas, por lo que sobraba demasiado espacio, a pesar de eso era acogedora y cómoda para una sola persona. La sala de estar estaba ocupada por tres sillones acomodados en un semicírculo, enfrente de estos se hallaba una chimenea y un gran televisor costoso, estaba todo decorado con flores y floreros muy coloridos.Mi tía vino corriendo desde una habitación con un camisón holgado, una sonrisa reluciente, y un desastre en el cabello.-¡____!- exclamo alegre- ¿Qué haces aquí?-He venido lo más antes posible- declare sonriendo.-¡No me has avisado!- mascullo- ¡No tengo tu cuarto listo!Mi tía corrió escaleras arriba en busca de quien sabe que, Amy rio por lo bajo.-Está loca- susurro mi hermana sin dejar de reír.La golpee levemente en el brazo riendo junto a ella, mientras esperaba la vuelta de mi tía, que volvió de la misma manera de la que bajo.-Tu cuarto está arriba cariño- dijo sonriendo- Puedes ir a acomodarte si quieres, te hare algo de comer.-De señora- respondí educadamente.-¡Dime Helen!- exclamo mi tía desde la cocina.Amy volvió a reír y me tomo del brazo nuevamente, dirigiéndome escaleras arriba en busca de mi cuarto, que estaba a la derecha y al fondo de un enorme pasillo.Mi hermana abrió la puerta y dejo que pase, luego dijo que me esperaría abajo para hablar, lo cual agradecí ya que estaba demasiado cansada y quería acomodarme primero.La habitación era lo suficientemente grande para mí, era amplia y cómoda, al igual que la casa en sí. Las paredes eran de un color rojo obscuro. Mi cama estaba en una esquina y junto a la puerta tenía un gran escritorio, y en frente de este había un enorme armario donde guarde mi ropa lo más rápido posible. Me cambie de ropa por algo más sencillo y luego baje trotando las escaleras, a pesar del sueño que tenía, debía hablar con Amy.En la cocina estaba la mesa y todo lo que implica tener una cocina, era blanca y la mesa era un color café obscuro. También había un pequeño barcito donde Amy se hallaba sentada.-¿Qué quieres comer?- pregunto Helen girándose alegremente- Tu solo pide.-Realmente no tengo demasiada hambre tía, cualquier cosa estaría bien- dije sentándome junto a mi hermana.-De acuerdo- respondió dándose vuelta para continuar preparando lo que había comenzado.-¿Qué tal el viaje?- pregunto Amy girándose en el asiento para verme de frente.-Agotador- respondí sonriendo levemente.-Pareces un zombi- dijo ella riendo- deberías dormir un poco.-Lo he intentado pero dormir en un avión es realmente incomodo- conteste.-Dímelo a mí- respondió ella.Helen se dio vuelta y me tendió un plato de espagueti y un vaso con jugo fresco. Volví a sonreír como agradecimiento y comí en silencio, mientras mi tía hablaba sin parar. Escuche algunas palabras como 'precios altos' y 'dinero', también algunas risitas de Amy, pero el viaje me había dejado exhausta y necesitaba dormir.-¿Cariño te sientes bien?- pregunto Helen preocupada, asentí levemente con la cabeza.-Si- respondí- Solo creo que necesito descansar un poco.Me gire y sonreí levemente a Amy y me levante para subir las escaleras. Luego entre a mi cuarto y lo último que recuerdo es que me quedaba dormida sobre la superficie blanda de la cama.-Desperté con los cantos de los pájaros y el olor a comida que venía desde abajo, me gire para mirar la hora y era la 1 del mediodía, por lo que Amy y mi tía ya habrían desayunado y estén preparando el almuerzo. Me tome una ducha rápida en el baño que había al lado de mi habitación y me puse ropa cómoda.Baje enérgicamente las escaleras y me dirigí a la cocina, donde supuse que estarían.-¡Buenos días!- exclamo Helen desde el otro lado del barcito, llevaba ropa de trabajo.-Buenos días- repetí sonriendo.-¿Desayuno o almuerzo?- pregunto Amy.-Depende- respondí- ¿Qué hay para desayunar?-Crepas- contesto mi hermana.-¿Y el almuerzo?- pregunte.-Te contare algo- dijo Amy- La especialidad de la tía Helen es el espagueti, por lo que si has comido ayer en la noche espagueti, lo comerás probablemente el resto de tu vida.-Oh- exclame, Helen sonreía divertida.-¡Vamos!- exclamo mi tía- ¡No es tan malo!-No lo es- contesto Amy- pero si lo haces todos los días, creo que se vuelve algo pesado.Reí por la pequeña discusión que estaban teniendo y opte por el desayuno, ya que supongo que era más liviano.-Bien- dijo Helen- Me iré a trabajar niñas ¿Ustedes irán de paseo por la ciudad o se aburrirán en la casa?Amy sonrió al instante y me miro alegremente.-Es evidente que no nos quedaremos aquí- respondí masticando la comida.Amy alzo los brazos mostrando emoción y grito felizmente.-¡Por fin una tarde divertida!- exclamo mi hermana.Helen sonrió y dejo caer el delantal de cocina en la mesada, nos regaló un beso en la frente a cada una y se fue al trabajo, dejándonos a mí y a mi hermana solas con suficiente tiempo para hablar de todo.-¿Y cómo te sientes?- pregunte una vez que mi tía ya se había ido.-Bien- respondió Amy encogiéndose de hombros.-¿Cómo te sientes realmente?- volví a preguntar, sabía que mentía.Ella se giró para evitar verme a la cara.-Destrozada- respondió- Sola, triste y deprimida.Asentí, comprendía como se sentía.-Solo quiero que sepas que no estás sola -dije- Yo estoy contigo.-Lo sé- contesto- Pero tú no puedes devolverme a papa y a mama.-Lo sé- dije- Pero aun así estoy aquí.Ella se giró y me sonrió levemente, dejando a la vista pequeñas ojeras que no había visto antes.-Gracias por venir- dijo.-Gracias por no ser mala y bruta como siempre lo eres conmigo- respondí, ella rio y me golpeo levemente en el brazo.-Siempre seré mala contigo- dijo- Esto es solo momentáneo asique disfrútalo.-De acuerdo- reí.Amy y yo hablamos por un largo tiempo sobre lo que habíamos estado haciendo en el tiempo que nos distanciamos, le hable de Simón y ella de algunos amigos que había hecho aquí, sin embargo no se sentía muy cómoda por el solo hecho de que se sentía sola, sin tener a mi madre o a mí. Ella no había conocido mucho a mi padre por lo que no lo extrañaba demasiado, él había muerto antes de que ella pudiera llegar a quererlo demasiado. Yo adoraba a mi padre y fue duro pasar esa etapa junto a mi madre.Decidimos salir y tomar uno de esos rojos autobuses turísticos que te llevan por todos los rincones de la ciudad, incluyendo los más conocidos de la zona, como el Big Ben o el puente de la torre, entre muchos otros lugares maravillosos. Habíamos pasado toda la tarde paseando y conociendo lugares, la noche había caído y ambas moríamos de hambre por lo que decidimos salir a comer algo a algún lugar de la zona, mi tía nos había dejado plata por lo que íbamos a aprovecharla.Recorrimos la parte central de la ciudad en busca de un buen lugar para cenar, nos detuvimos luego de haber caminado muchas cuadras y decidimos entrar en un simple restaurante, estaba muy lleno, pero sobraban algunas mesas, por lo que nos adentramos rápidamente, ya que Amy conocía ese lugar y decía que solían ir personas conocidas, y si se encontraba a alguien seria emocionante, yo simplemente acepte porque los pies me titilaban de dolor.Nos sentamos en una mesa escondida en una esquina, junto a un enorme vidrio que nos dejaba ver la ciudad y sus luces.-¿Qué hay de ese tal Simón?- pregunto- ¿No te ha invitado a salir?-Sí, pero no es momento para que yo piense en muchachos- aclare- Creo que es tiempo de que se acomoden las cosas y luego que pase lo que pase.-¿Qué se acomoden las cosas?- pregunto frunciendo el ceño- Es la escusa más estúpida que he escuchado.-No es momento Amy- respondí- Creo que necesito un tiempo de descanso, necesitamos arreglar muchas cosas y un novio solo complica las cosas.-No es así- protesto ella- Si eliges el correcto el entenderá que tienes cosas que resolver y no te molestara, hasta te podría ayudar.-¿Tú crees?- pregunte.-Claro que sí.-Bien- dije- ¿Qué vas a pedir?Amy rodo los ojos y miro el menú y no levanto la vista de allí por varios minutos.En ese tiempo de espera pude ver como multitudes de niñas corrían hacia la entrada del restaurante, gritaban y lloraban tanto que espantaba. Amy levanto la vista y frunció el ceño.-¿Es ese mi estómago?- pregunto, yo reí.-Hay alguien afuera que las está volviendo locas- respondí observando hacia afuera.-Te dije que nos cruzaríamos a alguien famoso- dijo ella emocionada, dejando el menú a un lado.Las niñas de afuera gritaban exageradamente, mientras se habría paso de a poco para poder dejar pasar a un par de personas que entraron al restaurante rápidamente sin mirar alrededor.Se me heló la sangre y mis músculos se tensaron de un instante al otro, mi corazón latía rápidamente y mis nervios aumentaban, Harry.

Y no estaba solo.

Skinny loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora