Skinny love

CAPITULO 18

Salí luego de unos minutos sin ninguna expresión en mi cara, esperando no despertar a Amy para que no haga ninguna de sus escenas exageradas.

Harry estaba sentado del otro lado de la barra que se encontraba en la cocina, mi madre hablaba con el de cosas comunes, no le quitaba los ojos de encima y no paraba de sonreír, como si realmente estuviese feliz de conocerlo.

-Hola- Dijo mi madre al verme entrar a la sala, Harry se dio vuelta al escuchar las palabras de mi madre.

-¿Qué sucede Harry?- Pregunte sin más.

-Nada, cuando te fuiste quise entrar contigo así al fin podía conocer a tu madre- Respondió dando se media vuelta y dedicándole una sonrisa a mi madre para luego volver la vista hacia mí.

-¿Quieres quedarte a comer?- pregunto mi madre rápidamente al darse cuenta de que las cosas estaban tensas entre nosotros.

-No puede- respondí por el- Tiene irse, yo mañana debo trabajar asique tengo que dormir, él tiene cuidar a un amigo en el hospital, ¿verdad?

-No, en realidad no debo hacer nada- respondió el.

-¡Entonces te quedas!- dijo mi madre antes de que conteste, otra vez.

Mi madre se dio vuelta y saco las cosas de cocina rápidamente dándonos la espalda por unos segundos, Harry me sonreía abiertamente, como desafiándome o burlándose. Yo le devolví la sonrisa falsamente y me senté a su lado, observando a mi madre.

-¿La puedo ayudar? – Harry se había levantado del asiento a una velocidad impresionante, mi madre lo miraba sorprendida y asintió. Jocelyn le entrego un paquete con fideos, mientras ella sacaba hoyas y las ponía en la cocina.

-Se hacer una salsa exquisita, ¿Me dejan?- Pregunto Harry con otra sonrisa, de todas formas lo haría ya que ni mi madre ni yo sabíamos cocinar muy bien por lo que si él no sabía cocinar acabaríamos comiendo pan con agua, ya que se quemarían los fideos.

-Claro que puedes, ¿pretendes que estas dos desastrosas cocineras te hagan los fideos?- Amy apareció detrás mío y con un sobresalto la mire, había caminado ahí sin hacer ningún sonido, por lo que había porque asustarse.

-Amy- Mi madre la miro confundida- Pensé que dormías.

-Lo hacía, pero escuche gritos en la cocina y vine a ver que sucedia- Respondió restándole importancia.

-Que valiente eres- Le dije en un tono sarcástico mientras miraba mis uñas- Te avisaremos si el Cuco aparece por aquí, mientras tanto puedes seguir durmiendo con la luz encendida.

-Eres muy convincente- Respondió ella sentándose a mi lado- pero me muero de hambre y quiero ver como cocina tu nuevo novio- Sonrió burlonamente, vengándose de mis palabras.

Harry miraba divertido la situación mientras aún tenía el paquete en la mano, yo le pegue un codazo a Amy mientras ella reía, y Jocelyn nos regañaba con la mirada.

Después de una media hora, Harry aún seguía intentando que la salsa quede perfecta mientras hablaba amistosamente con Amy, yo oía curiosa su conversación, seguramente Amy diría algo estúpido que haría avergonzar a Harry en cualquier momento, por lo que quería estar atenta cuando pase.

-¿Así que cantas?- Pregunto Amy con las dos manos sujetando su barbilla mientras apoyaba los codos en la mesada- Dicen que es una vida complicada, ya sabes, muchos pretenden vivir de ello.

-Si lo hago, y me va muy bien- Respondió el, sin avergonzarse en ningún momento, cosa que me sorprendió, podía hablar con Amy con tanta soltura sin preocuparse que locuras se le ocurriría decir.

-Y debe de ser muy incómodo mantener una relación amorosa por la fama- Continuo esta, intentado incomodar a Harry, ese era su don- La gente se pone muy molesta a un punto de querer asesinarla.

-En eso tienes razón- Respondió el, yo le dedique una mirada asesina a Amy mientras ella aun reía.

-Me caes bien- Soltó mientras jugaba con una manzana- No eres como otros imbéciles que trae ____ a casa.

La golpee rápidamente mientras Harry se daba vuelta frunciendo el ceño, intentaba formular una pregunta mientras Amy esperaba que digiera las palabras justas.

-¿____ trajo muchos chicos a tu casa?- Pregunto intentando parecer molesto, cosa que no funciono y rio al instante, contagiándosela a Amy, yo solo observaba su reacción, no tenía muy buen humor últimamente.

-Si ya sabes, de los que tienen motocicleta y salen a beber todos los días.

-Bien ya basta- Dije empujando a Amy para que se valla.

-No me quiero ir, me estoy divirtiendo, ¿No se supone que me debe caer bien tu nuevo novio? ¡Me estoy esforzando para no espantarlo!

-Ya te esforzaste demasiado- Respondí mientras Harry reía – Ve a ver como esta mama.

-Bien- Dijo Amy, parándose de la silla ofendida- Te estaré observando- Volvió a hablar señalando a Harry y haciendo gestos con los ojos, como si lo vigilara, este volvió a reír.

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