CAPITULO 29

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El ruido de las llaves titilando mientras abría la puerta de casa era algo insoportable, había estado trabajando todo el día en el para poder pagar los días en los cuales no había estado trabajando por Harry. La casa estaba comenzando a estar cada vez más vacía por la mudanza, de a poco iba sacando lo que podía. Amy se había ido hace días atrás, después del funeral de mi madre, que había sido alrededor de una semana atrás, por lo que yo ocupaba la casa.No había hablado con Harry en esas dos semanas que habían pasado, muy pocos reporteros me habían molestado con preguntas tanto personales como no.Había decidido tomar un baño caliente y luego comer algo mientras encendía la televisión después de no haberla prendido en mucho tiempo. En la casa corría un aire frio por lo que me apure para hacer todas las cosas, ya que lo que más deseaba era descansar los músculos.Luego del baño, tome una cobija y una pequeña ensalada que estaba encerrada en la heladera hace tiempo, pero aún era comestible. Estaba decidida que quería saber cómo estaba Harry, no importaba si me doliera lo que viera en la televisión, debía verlo.El programa de chimentos estaba a la cabeza de todos los canales como la última vez, como si nadie haya tocado la TV desde la vez que yo la había utilizado."Fuentes cercanas a Harry afirman que mantiene una nueva relación con una modelo, llamada Cara. Harry se olvidó rápidamente de su amor clandestino del tour, la mucama ____ para remplazarla con la hermosa modelo, que se los ve muy juntos últimamente." Los latidos de mi corazón se aceleraron y un repentino enojo comenzó a crecer dentro mío, tenía celos, celos porque él era feliz. Claro que eso por mi parte era ser egoísta, pero podía molestarse en mandarme un mensaje, o simplemente decirme lo que realmente quería de mí, eso me molestaría menos de lo que me molestaba esa noticia.Apague rápidamente la televisión recostándome en el sillón, escondiendo mi rostro entre la cobija y permitirme llorar, como había hecho todas esas últimas semanas antes de ir a dormir.-Desperté con una punzada en el cuello y la espalda, levantándome dificultosamente del incomodo sillón. El teléfono había comenzado a sonar y el ruido había logrado despertarme. Me dirigí hacia él y conteste de mal humor.Vía llamada:-Diga.-¿____?- una voz ronca y suave casi en un susurro se hallaba del otro lado del teléfono, el corazón dio un salto dentro de mí.- ¿____, eres tú? Contesta.-¿Qué necesitas Harry?- pregunte seca, refregándome bruscamente los ojos.-____ no sabes lo que necesitaba hablar contigo, ¿Cómo te encuentras? ¿Tu madre?-¿Harry porque no me has llamado? ¿Por qué lo haces ahora?-Lo lamento tanto- susurro el al micrófono- Me prohibieron volver a hablarte, sabes cómo es la situación aquí, y ahora mismo no puedo hablar contigo, pero lo estoy haciendo.-Harry te has escapado conmigo más de una vez, ¿Y ahora tienes miedo de llamarme por teléfono?- pregunte irónica- Sabes, si no quieres volver a hablar conmigo lo entiendo, pero no soy imbécil.Fin de la llamada.¿Por qué me molestaba así? Extrañaba oír su voz, ronca y amable intentando consolarme, pero ya no era igual. Ni él ni nadie podrían consolar la soledad y angustia que me rodeaba. En el funeral de mi madre había escuchado a todos y cada uno de los que nos visitaron por el pésame, intentando mantenerme fuerte, pero en cuanto llegue a casa solté todo lo que había acumulado, Amy se había encerrado en su habitación, por lo que no la había visto esa noche y eso era cruel de mi parte, dejarla cuando más me necesitaba. Pero así había sido desde que mi padre murió y mi madre había enfermado.El teléfono había comenzado a sonar luego de haber pasado unos minutos, pero no iba a contestar, iba a ocuparme de terminar de llenar las cajas de lo que sea que se necesite llevar a Londres, y terminar de empacar, me iría allí en un par de días, con o sin las cajas que había llenado.Limpie y guarde todo lo que entraba en las maletas, ya casi había terminado, me había llevado varias horas hacer todo lo que había hecho por lo que la puesta de sol acercaba. Sin pensarlo tome una campera oscura ocultando mi rostro en la capucha y me dirigí a las calles, a refrescar mi mente.Afuera hacia frio y una leve brisa recorría el camino el cual había tomado, la luz del sol aún se hacía presente, pero faltaba alrededor de una media hora para que desaparezca por completo. Muy pocas personas paseaban por alrededor mío pero no prestaba atención a ninguna, estaba concentrada en que haría a continuación, que haría ahora que no tenía a nadie junto a mí y nadie entendía por lo que estaba pasando, me había preocupado demasiado cuando mi madre se había enfermado que había olvidado conocer personas, tener amigos y reforzar amistad con mi hermana o familiares, me había concentrado en ser infeliz y ya era demasiado tarde para arrepentirse, quizá ya era demasiado tarde para todo, para volver a ser yo misma.Varios pensamientos extraños y deprimentes cruzaban por mi mente, me desconcentraban tanto que había olvidado observar quien pasaba por delante de mí.Un pequeño choque basto para que todas las cosas del muchacho que se encontraba delante de mi acabaran en el suelo, esparcidas por todos lados. Me tomo del brazo rápidamente impidiendo que yo cayera, sonriéndome con cierta timidez.-Lo lamento- masculle ayudando a aquel chico, de unos 20 años de edad, con unos increíbles ojos cafés, un cabello oscuro y pequeños rulitos.-Está bien- respondió sonriendo, y tomándome suavemente por la mano, impidiendo que recogiera sus cosas- Yo lo hago.-No, lo lamento- repetí levantando la vista, dejando caer la capucha de lado y dejando al descubierto mi desastroso maquillaje y lágrimas secas, él sonrió aún más, con cierta compasión en los ojos.-¿Te encuentras bien?- pregunto dulcemente, terminando de recoger las cosas y ayudándome a levantarme del suelo- Te ves perdida.Pase mi mirada por lo que tenía alrededor, observando cuan distintas eran las calles y cuan desconocidas se veían, quizá había caminado de más.-En realidad- respondí sin dirigirle la mirada, aun observando mi alrededor- Creo que sí lo estoy.Me había detenido un momento para observarlo mejor, lo que llevaba en las manos eran libros y hojas acomodadas sin organización alguna, aun le brillaban los ojos y llevaba unas prendas normales, era atractivo a simple vista.-¿Eres de aquí?- pregunto.-Si- respondí, el sol había comenzado a esconderse y la oscuridad inundaba de a poco las calles- Supongo que vivo a unas cuadras.-¿Supones?-Sí, solo había salido a despejar mis ideas y... Aquí estoy- respondí sonriendo y levantando levemente los brazos.-Si quieres te acompaño por dónde has venido- sugirió el ruborizándose automáticamente, sonreí por ello- Solo hasta que encuentres algún lugar conocido.-¿Qué tal si primero me dices tu nombre?- pregunte comenzando a caminar por donde había venido, él se apresuró para caminar al lado mío.-Me llamo Simón- dijo el- Puedes llamarme así.-Yo _____- dije levantando mi capucha para colocarla nuevamente sobre mi cabeza.-Me gusta-mascullo el- ¿Qué hacías por aquí?-Ya te lo he dicho- dije mirando al frente, el caminaba y me observaba cada vez que hablaba- Solo había salido a dar una vuelta.--Oh si claro- susurro el- Lo lamento, por cierto.-¿Qué lamentas?--Lamento haberme cruzado en tu camino- reí unos segundos, el simplemente se sorprendió y luego sonrió instantáneamente.-No te cruzaste en mi camino-dije – Creo que yo me he cruzado en el tuyo.-Ambos nos cruzamos, supongo.- dijo el, yo asentí.Las calles se habían oscurecido más aun, y el sol se hacía menos visible.-¿Y para qué son todos esos dibujos que llevas allí?- pregunte apuntando hacia la pila de hojas que sobresalía y dejaba a la vista grandes obras de arte. El dirigió rápidamente la mirada y las recogió escondiéndolas sobre su pecho.-Nada- dijo rápidamente.-¿Nada?- pregunte- Son los mejores dibujos que he visto en mi vida.Giro su mirada rápidamente observándome con los ojos brillosos de probablemente emoción.-Son solo bocetos- dijo el- No es gran cosa.-Si eso no es gran cosa para ti- dije- Quiero ver a lo que tú llamas un verdadero dibujo.Sonrió y masajeo suavemente su cabeza.-¿Y tú que haces de tu vida?- pregunto cambiando rotundamente de tema.-No hago gran cosa- respondí- Limpio habitaciones de un .-Eso es mucho más interesante que dibujar- dijo el, reí levemente- ¿Qué es la cosa más loca que te has encontrado en una habitación?-No creo que te guste saberlo- respondí riendo.Las calles se habían tornado más conocidas y la luz del sol se había ido por completo, mi casa quedaba a unas pocas cuadras, pero no me quería despedir de mi nuevo compañero.-¿Qué tal si continuamos la conversación con un café?- pregunte observándolo, el frunció el ceño levemente, pensando.-Me encantaría- respondió el mirando el suelo- Pero debo hacer algo esta noche.Asentí con la cabeza dando por hecho que el no querría verme jamás.-¿Tu novia te necesita?- pregunte, el sonrió.-No tengo novia- respondió - Pero mi madre está enferma y debo llevarle sus medicamentos.Se me revolvió el estómago y me detuve unos segundos, sorprendiendo levemente a Simón, que frunció el ceño ante mi reacción.-¿Te encuentras bien?- pregunto preocupado.-Si solo que...- respondí, mirándolo a los ojos- Vivo a unas cuadras de aquí, gracias por acompañarme.-¿No quieres que...?--No- lo interrumpí rotundamente- Ve con tu madre, ella te necesita.-No es gran cosa...-Estoy bien- replique- Puedo dirigirme a mi casa sola, adiós.Comencé a caminar hacia delante dejando a Simón detrás, con una cara de confusión en el rostro.-¡Espera!- exclamo el detrás de mí, mire hacia atrás para verlo mejor.- ¿Me das tu numero?-

Sonreí levemente y le dicte número por número antes de irme, esperando poder verlo mañana.

Skinny loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora