Skinny love

CAPITULO 21

No me convencía la idea de subirme a una gran montaña rusa, Amy ya había dicho que iría y mi madre no subiría ahí ni aunque fuera el fin del mundo, lo cual le agradecí enormemente por mis adentros ya que no me encontraría sola mientras todos se divertían.

-Bien pues, iremos Amy y yo- Indico Harry- Nos esperan en la entrada ¿verdad?

-Creo que sería lindo ir a la cafetería del centro, nos vemos ahí ¿sí?- Respondió mi madre neutra, Amy asintió rápidamente, se veía realmente emocionada. Me dolía no poder acompañarlos, pero no dejaría a mi madre sola por este gran parque.

Caminamos en silencio mientras nos dirigíamos a la cafetería; a cada esquina se observaba un juego distinto, gente riendo, puestos de comida por todos lados, era verdaderamente lindo y perturbador por los gritos y risas desesperadas. Antes de darme cuenta, ya estábamos dentro del acogedor lugar, era cálido y tranquilo, totalmente distinto al exterior del parque. Supuse que era el lugar donde los típicos padres aburridos venían a relajarse de una tarde atareada con sus hijos, pero en realidad me venía bien, me ponían nerviosa los gritos provenientes de la montaña rusa y ruidos de los juegos.

-¿Qué te parece si nos dirigimos a la mesa de la esquina?- mi madre me miraba con los ojos brillantes, de algún modo me hizo recordar a Amy, mi hermana había heredado todo lo lindo de mi madre, los ojos claros, el pelo castaño y la piel suave. Yo me sentía totalmente distinta, todos dicen que me parecía mucho a ella, yo no veo nada igual.

-Bien, debo ir a ordenar primero- respondí- ¿Qué vas a pedir?

-Un café - dijo ella frotándose los ojos-Creo que sin la cafeína caeré dormida en cualquier segundo.-

Dio media vuelta y se fue a sentar, yo me dirigí a la caja a pedir lo que quería mi madre.

Había un muchacho joven al otro lado del mostrador dedicándome una sonrisa agradable.

-Bienvenida, ¿Qué vas a pedir?- dijo este sin borrar su sonrisa, se la devolví al instante.

-Café- respondí tranquilamente- Dos por favor.

-Claro...- amagaba con hacerme una pregunta, hubo unos minutos de silencio mientras trabajaba, me miro curioso- ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Ya la estás haciendo- respondí - Vale dime.

-Conoces a Harry Styles ¿no?- pregunto- ¿Están saliendo?

Su pregunta me incomodo por completo, ¿era en verdad de su incumbencia?

-No, no salimos- respondí entrecortadamente.

-Ah- volvió a sonreír- No es competencia para mi entonces.- ¿Qué pretendía?

Volví a la mesa unos minutos más tarde con los cafés en ambas manos. Me senté frente a ella y le entregue lo suyo.

-Fuiste a hablar con el doctor el otro día ¿verdad?- Soltó ella dando un sorbo a el líquido caliente que tenía entre las manos.

-Si- respondí cortada- Creo que es mejor no hablar de esto ahora.

La luz del sol entraba por la ventana que tenía a mi derecha, me dificultaba la vista, pero resaltaba en grande los detalles del local. Era todo de madera reluciente, como una casa en un bosque, lo único que estaba repleta de gente adulta y de conversaciones mescladas.

-Creo que si es momento de hablarlo ___.- dijo en un susurro lo suficientemente audible- ¿Qué quieres hacer con Amy? ¿Qué quieres hacer con la casa? ¿Y tú trabajo? - alzo la voz con preguntas- ¿Y... Harry?