Faltaba 1 día para que tomara el avión a Londres, donde Amy me esperaría junto a mi tía Helen. Había estado preparando todo esa última semana para que al final no ande a apuradas, la casa estaba parcialmente vacía y pocos muebles iban a quedarse en su lugar, cubiertos por una manta blanca que se llenaría de polvo con el paso del tiempo. Había recibido ayuda de Simón todo en todo momento, pasaba días con él y más de una vez lo había invitado a quedarse conmigo por la noche, viendo una película o simplemente a dormir, habíamos decidido dejarlo por el momento en amistad, ya que si éramos algo más importante se iba a complicar con mi ida a Londres.Por otro lado recibía llamadas de Harry a cada momento, como él había prometido. Eran pequeñas charlas que a pesar de ser cortas, podían alegrarme un día entero, Simón había escuchado más de una llamada y simplemente reaccionaba indiferente, como si realmente le diera igual que yo esté hablando con Harry.Esa mañana me había despertado junto a Simón, me invito a desayunar en uno de sus restaurantes favoritos, lo cual acepte rápidamente ya que moría por algo de comer. Había dormido en su casa ya que la mía estaba completamente vacía, y él había sido muy amable al dejarme dormir en su cama, mientras el dormía sobre el sillón.Llegamos entre charlas y risas al restaurante, el lugar era pintoresco y alegre, en ese momento había mucha gente y pocas mesas se encontraban vacías, por lo que nos apuramos a sentarnos en una que se encontraba al fondo del local, lejos de cualquier muchedumbre. Luego de pedir y esperar pacientemente a que nos entregaran la comida comenzamos una nueva charla que carecía de sentido alguno.-Dicen que encontraron un esqueleto de unicornio en las afueras de la ciudad de California- acote mientras observaba como Simón tomaba un sorbo de su vaso de agua, estaba esperando que escupiera el contenido del mismo ya que había dicho esa terrible estupidez por sacarle una sonrisa. En cambio el asintió mirando hacia otro lado, completamente absorto en sus pensamientos por lo que continué mi extraña charla.- ¿Tú crees que sea cierto? He visto muchos unicornios por Narnia, pero no creo que hayan salido del armario tan fácilmente.El continuó asintiendo sin dirigirme la mirada.-Te quería contar que he practicado kung-fu junto a Jackie Chan, él es un gran maestro de karate y...--¡____!- exclamo volviendo su mirada hacia mí por primera vez.-¿Qué? Era una broma sabes que soy terrible para los deportes...- respondí observándolo sorprendida.-No me importa si has practicado kung-fu o si has hablado con unicornios- dijo el- Creo que será mejor que nos vallamos...-¡Oh! Me has estado escuchando...- dije emocionada por su falta de discreción.-____ creo que es mejor que nos vayamos ahora...- propuso el incómodo, dirigía de vez en cuando su mirada a la puerta por lo que me dio curiosidad, y voltee a ver.Tessa se encontraba en la puerta del restaurante de la mano de un muchacho de unos 20 años de edad, sonreían relucientemente y charlaban sin correr la mirada uno del otro, con el solo hecho de ver sus ojos notaba la felicidad y emoción que rodeaba a esta compañera de trabajo que me había hecho la vida imposible.-¿Por qué debemos irnos?- pregunte regresando mi vista hacia Simón, que parecía incómodo y preocupado.-¿Ves a esa chica que esta parada junto a la puerta con ese muchacho tan grande?- pregunto ocultándose la cara con una revista que había tomado rápidamente.-Si- respondí alargando la palabra.-Bueno ella ha salido un tiempo conmigo- comento bajando lentamente la revista dejando solo sus ojos al descubierto, para que pudiera verlo mejor.-¿Hablas de Tessa?- pregunte frunciendo el ceño.-¿La conoces?- respondió sorprendido.-Sí, ella ha trabajado conmigo- dije apuntándola levemente.-Debió de ser un infierno para ti- acoto devolviendo la revista a su lugar, Tessa se había sentado lo suficientemente lejos como para que nos notara.-Realmente lo fue- respondí riendo- ¿Qué te ha hecho a ti?-Supongo que no hiso nada intencionalmente- dijo el tomando su cabeza entre las manos- Pero me ha hecho daño.-¿Físicamente?- pregunte frunciendo el ceño.-No- respondió- Eso sería estúpido ¿No crees?-Quizá, depende de cómo sea tu personalidad- dije- Si eres tímido dejaras que te golpee, si eres fuerte o valiente jamás permitirías que eso suceda, pero ese no es el punto ¿Qué clase de daño te ha hecho?-Uno emocional- respondió cortante.-¿No quieres contarme verdad?- pregunte apoyando los codos en la mesa, para acercarme más a él.-No creo que sea muy importante de todas formas.--Yo te he contado todos mis problemas porque sabía que tú de alguna manera entenderías o sabrías ayudarme- dije alzando levemente las manos- ¿Tu no crees que pueda entenderte o ayudarte como lo has hecho conmigo?-Bien te lo diré- dijo mirándome fijamente a los ojos, yo me acomode en el asiento para escuchar el relato- Desde el comienzo ella había sido dulce y atenta, me había demostrado que era una chica que merecía la pena, aunque tuviera ciertos problemas con su familia...¿Tessa con problemas familiares? Jamás me lo habría imaginado, había sido tan seca y amargada cada vez que nos cruzábamos que dolía verla con tanto odio por dentro.-... Ella era única y jamás me había sentido tan bien estando con una chica- continuo- Pero todo lo bueno se acaba, y esta como muchas otras historias termino mal. Tessa tiene una madre alcohólica y siempre le recordaba lo malo y lo feo de su cuerpo, la hacía sentir pésimo, y yo lo veía cada día que pasábamos juntos. Llego un punto en el que ella comenzó a creérselo y sentía que ella no servía para ninguna cosa excepto para ser lo que era su madre.-¿Una alcohólica?- pregunte.-Una fracasada- me corrigió.Jamás me había detenido a pensar los cambios que había sufrido Tessa a lo largo del tiempo en el que nosotras habíamos trabajado juntas, tampoco tenía tiempo para hacerlo estaba ocupada con otras cosas, pero de todas formas ella había cambiado, y no para bien.- Me dejo cuando se encontró a alguien mejor- dijo- De todas formas aun la quiero, ella formo gran parte de mi vida y nunca la olvidaría.-Te entiendo- respondí- Todos tenemos a una persona especial que paso por nuestra vida y dejo una pequeña o gran marca.-Si...- dijo observando el lugar en el que Tessa estaba sentada.- En fin, creo que será mejor que nos vallamos, hay que terminar con tus maletas y...-Ya he terminado- lo interrumpí.- ¿Pasamos mi último día juntos?-No me queda otra opción- bromeo.-Habíamos decidido ir a al parque en donde habíamos hablado por segunda vez, era la tarde y habíamos pasado todo el mediodía en un salón de videojuegos, donde había niños que corrían sin parar y gritaban de emoción, nosotros simplemente fuimos porque no se nos había ocurrido nada mejor que una pequeña diversión infantil.La puesta de sol estaba cerca y la gente no dejaba de pasar por delante de nosotros corriendo para todos lados, Simón había comenzado un nuevo dibujo y esta vez quería capturar el paisaje que teníamos delante, aunque no era la gran cosa. Había permanecido en silencio ya que no quería desconcentrarlo de lo que podría llegar a ser una obra de arte.Una pequeña risa escapo de sus labios sin quitar la vista del papel y sin soltar el lápiz.-¿Qué es tan gracioso?- pregunte frunciendo el ceño.-Jamás has estado tanto tiempo sin hablar- contesto soltando otra pequeña risa- Me agrada tu compañía, es solo eso.-A mí también me agrada- respondí apoyándome en el borde del asiento acercándome para observar el dibujo- ¿Puedo llevármelo como recuerdo?-Sabes que para llevártelo debes darme algo a cambio- bromeo riendo.-Entonces me lo llevare prestado- remarque arrebatándoselo de las manos para mirarlo mejor, el rio.El dibujo era un calco del parque en miniatura, él era único para lo que hacía y jamás olvidaría eso, como tampoco olvidaría esa puesta de sol gracias a ese gran dibujo.-Es triste que te haya conocido en tan poco tiempo y ya te debas ir- mascullo, mirando la bajada del sol. Levante la mirada del dibujo para mirarlo mejor.-No me iré para siempre- conteste- No te voy a dejar a la deriva, creo que jamás sobrevivirás sin mí en esta ciudad apestada de gente idiota- bromee.-Y tú no sobrevivirás tanto tiempo alejado de esta preciosura- dijo apuntándose a sí mismo, reí por ello.-Tienes razón- respondí, el guiño un ojo de manera exagerada.Me pare del asiento lentamente, debía irme en unas horas y debería estar descansando. Había dejado las maletas que debía llevar en la casa de Simón ya que él se había ofrecido a llevarme por la mañana y ser el último que me diga adiós.-Creo que es hora de irnos- dije extendiendo una mano hacia el para ayudarlo a pararse, el la tomo de inmediato y no la soltó cuando estuvo de pie.Me sonrió dulcemente y comenzamos a caminar hacia su casa, aun sostenía mi mano fuertemente, algo que me hizo sentir incomoda por la manera en que la apretaba.Las calles estaban llenas de gentes paseando tranquilamente, familias y amigos caminaban mirando vidrieras y tiendas que aún seguían abiertas. Las niñas me sonreían de vez en cuando, otras simplemente me miraban con odio. Ignore a ambas, era detestable que me amen o me odien por el solo hecho de haber salido con una persona famosa.Luego de terminar el recorrido llegamos a la puerta de la casa de Simón, aun no me soltaba y comenzaban a dormirse mis dedos, lo cual hiso que soltara su mano bruscamente sin previo aviso, el me miro sorprendido.-Me lastimas- aclare frunciendo el ceño, el me miro con culpa.-Lo siento- contesto tímidamente.-¿Qué te sucede?- pregunte por su extraña forma de actuar.-Nada- respondió agachando su cabeza- Solo quería sostener tu mano por última vez.Sonreí por su aspecto de niño pequeño que reflejaba y por su ternura al hablar.-No me iré por siempre- repetí- Eres especial Simón, con o sin mí, debes entender eso.-Solo soy alguien que dibuja y vive con su madre, ¿Crees que eso es ser especial?- pregunto-Es más que eso- respondí- volveré lo más pronto posible, solo por ti. Lo prometo.El asintió levemente y se dirigió hacia la puerta de su casa, lo seguí justo detrás de él, entrando en silencio a lo que era el interior de la casa.-Habíamos estado en la sala mirando TV el resto de lo que era la tarde, luego cenamos y Simón volvió a dejarme dormir en su cama mientras el volvía a dormir en el sillón de su habitación, su casa siempre había sido pequeña y acogedora, su madre y el siempre tenían los brazos abiertos para cuando necesitaba quedarme a dormir, ambos eran muy generosos en cuanto a eso.Me encontraba en medio del cuarto, sobre la cama de Simón, en una oscuridad tan profunda que ni siquiera sabía si tenía los ojos abiertos o cerrados. La respiración de Simón sonaba tranquila desde la otra esquina de la habitación, el dormía plácidamente, en cambio yo aún no podía conciliar el sueño.Harry me había dicho que vivía en Londres, pero que seguían en el tour por lo que nunca se encontraba allí, nos veríamos pronto, solo faltaba que yo lo espere a él. No le había contado que iría a Londres mañana, no quería verlo aún, debía ver a Amy y pasar tiempo con ella. Además, debía conocer la ciudad primero, y estar con él solo complicaría las cosas ya que la gente nos rodearía en todo momento.-¿No puedes dormir?- un susurro provino de la oscuridad, levante inútilmente la mirada.-No...- conteste.Un ruido de movimiento sonó en la esquina del cuarto, y suaves pasos que se acercaban. Luego sentí un peso a mi espalda y un brazo que me rodeaba tranquilamente.-¿Qué haces?- pregunte curiosa e incómoda.-Déjame dormir junto a ti- suplico en un susurro cansado.-Solo si llevas ropa- respondí con una pequeña risa.-Si quieres que me la quite solo pídelo- volvió a susurrar con una risita.
Reí como respuesta y me acomode en la cama, cerré los ojos y logré dormir en los brazos de mi gran amigo.
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Skinny love
FanfictionPrologo: Cuando era más joven, solía gustarme música de todo el mundo, siempre soñaba con cumplir mi sueño y conocer a alguno de todos esos cantantes que me gustaban o simplemente cumplir mis sueños, pero no pude. Todo se acabo rápido cuando mi pad...