CAPITULO 22

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Harry me empujo hasta la puerta donde nos acomodarían en los asientos de a dos, y para colmo, nos habían puesto delante de todo. Nos ordenaron que nos pongamos los cinturones, y bajaron los fierros que nos sostendrían en la altura, luego me aferre a Harry, el rió ante mi reacción y yo lo mire curiosa.

-¿Qué te parece tan divertido?- Pregunte frunciendo el seño

-Te dije que esta montaña rusa era para niñas- se burló.

-¿Y qué haces aquí entonces?- lo mire divertida.

-Acompaño a la persona más preciosa del mundo- respondió mirando hacia adelante, el carro ya había empezado a andar, avanzaba hacia adelante lentamente mientras se dirigía hacia la subida extremadamente grande, yo me aferre a él lo más fuerte posible.

-¿La persona más preciosa del mundo? ¡¿Johnny Depp está aquí?!- exclame alzando la cabeza, en busca de la persona que claramente no estaba.

-No, esta Jennifer Lawrence- dijo sarcástico, reí ante su respuesta y el también.

El carro se acercaba al extremo y me arrepentiría de haber subido ahí de no ser por Harry, haría lo que sea por él, o por pasar un rato más con él. La punta de la parte más alta de la montaña estaba a centímetros, y Harry sonreía como un masoquista, me aferre fuertemente a él, abrazándolo como a un peluche.

-Te quiero- susurre justo al último segundo que el pequeño cochecito llegaba a la punta, Harry se tensó rápidamente, quizá por la altura, o quizá por mis últimas palabras.

El aire soplo suavemente por mi rostro, en la punta más alta de aquel juego, se podía observar todo el parque y sus alrededores también, el sol bajaba lentamente iluminando todo a su paso, no pude evitar mirarlo. El me observaba también, con una expresión tierna en el rostro, me sonrió un segundo antes de que comenzara a gritar. Me reí como una loca por su expresión, pero luego fui yo la que grito, el viento soplaba fuertemente por mis cachetes haciendo volar mis cabellos hacia atrás, y la rapidez con la que bajaba el carro era increíble. Los giros y las vueltas me hacían soltar gritos al igual que Harry, pero era momentáneo ya que luego reíamos y volvía otro giro y gritos y risas, fue una total locura, jamás olvidaría eso.

La tranquilidad que me invadía al darme cuenta de que el pequeño carril que dirigía al carrito era derecho y sin curvas era indescriptible, podía oír los latidos de su corazón, como si saliera de allí volando el cualquier momento, era adrenalina pura.

La risas cesaron cuando el pequeño coche se detuvo en la entrada y las personas no paraban de gritar lo magnifico que había sido. Harry aparto el fierro que nos aseguraba de no caer y me tomo de la mano, me saco de allí volando, lo cual era razonable, ese lugar apestaba a personas.

Se detuvo un momento luego de haber correteado para salir de allí y me miró fijamente.

-Yo también te quiero- dijo con cierto color rojizo en los pómulos. Yo lo observe sorprendida, había olvidado lo que le había dicho y no me había preocupado que no me respondiera en su momento.

Le sonreí abiertamente y el tomo mis labios en un dulce beso, para luego tomar mi mano y caminar tranquilamente por el lugar, buscando a Amy y Jocelyn.

Luego de varios minutos intentando encontrarlas, estaban en un juego típico de tirar con pistolas de agua a unos muñecos mientras se movían, mi madre llevaba un pequeño peluche en su mano derecha mientras reía al observar a Amy internar conseguir ganar el juego. Giro su mirada al vernos acercarnos y nos regaló una sonrisa amistosa.

-¿Se están divirtiendo?- Pregunto Harry riendo al ver a Amy seguir con el juego.

-Si bueno, si sigo aquí probablemente me haga una fábrica de peluches.- Respondió mi madre- Amy aún no ha ganado nada.

Mi hermana levanto rápidamente la mirada y se la dirigió a Jocelyn.

-Aun- dijo levantando un dedo en forma de broma, reímos y ella siguió con lo suyo.

-¿Qué tal si la pasamos juntos lo que queda de la tarde?- Volvió a preguntar Harry- ¿Tienen algún juego en mente?

Amy volvió a girar su cabeza y me miro divertida, con una sonrisa.

-Creo que con Amy sabemos cuál- respondí sonriendo.

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-Bien supongo que has jugado a esto de pequeño.- aseguro Amy, enmarcando una ceja.

-Claro que sí, solo que no en un lugar tan amplio.- respondió Harry inseguro

-"Si no vienes te obligare"- dije imitando su tono de voz al decirme aquello antes de subir a la montaña rusa- "Y no creo que quieras que..."- Me tapo la boca con una mano riendo por lo bajo.

-Yo solo puedo decir esas palabras, yo soy el fortachón, tu eres...-dijo el, levante una ceja anticipándole que tenga cuidado con las palabras que diría- tu eres la princesa- sonrió.

Amy se hecho a reír y Harry la miro ofendido, en broma.

-¿Realmente Jocelyn puede subirse a uno de estos?- pregunto el por enésima vez.

-¡Claro que puedo! No soy una anciana muchacho- respondió ella, Harry se sonrojo, avergonzado supongo.

Cada uno se subió a pequeños autos, Amy en uno amarillo, Jocelyn en uno violeta, Harry en uno azul y yo tenía uno rojo. Eran los famosos autitos chocadores, y Harry me las iba a pagar por hacerme subir a esa terrible montaña rusa.

Era un amplio lugar para poder esparcirnos por todos lados, no éramos los únicos, había alrededor de 10 personas más, y perdí a todos de vista en el mismo instante en que comenzó el juego, lamentablemente el lugar era oscuro, por lo que solo resaltaban las luces de los autos por detrás y solo pude identificar uno, el de Amy.

No me detuve y comenzó la guerra de choques, empuje el auto lo más fuerte posible hacia el carro de mi hermana, ella giro sorprendida, persiguiéndome hasta que me perdió entre las luces.

Luego de unos minutos a la deriva un choque hizo que me sacudiera brutalmente hacia adelante, me gire y mi madre me empujaba por detrás, y Harry se acercaba en la distancia con un rumbo fijo, hacia mí. Apreté el único botón del auto que me impulsaba hacia adelante y avance lo más rápido que pude para luego girar y devolverle a mi madre el choque recibido anteriormente. Luego acelere devuelta para despistar a Harry, pero la guerra se había convertido en un desastre, todos chocaban con todos y solo un par de veces pude molestar a Harry, él no me quito los ojos de encima ni un segundo, haciendo que me pescara despistada todo el tiempo.

Salimos del gran juego luego de unos cuantos minutos, había empezado a oscurecer y mi madre comenzaba a sentirse verdaderamente mal, por lo que decidimos ir a casa.

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Amy y mi madre saludaron a Harry antes de ir dentro de mi casa, el me acompaño hasta la puerta y se detuvo enfrente de mí.

-Harry, ¿Cómo entraste a mi casa esta mañana?- pregunte recordando todo lo sucedido ese día, a Harry y yo en el baño.

-Amy me había abierto la puerta- dijo el con su voz ronca y tranquila- luego se había ido corriendo a su habitación.

Rio al recordarlo y yo simplemente sonreí.

-¿Cómo esta Louis?- Volví a preguntar, hace mucho que no los veía, a ninguno de los chicos de la banda.

-Está bien, quizá en un par de días lo dejen salir- respondió incómodo.

-¿Sucede algo?

-No- dijo, buscando laspalabras adecuadas.- Es solo que, me voy en unos días, y no quiero que nuestrarelación termine de esta manera.

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Skinny loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora