CAPITULO 28

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Quizá solo había sido un sueño, quizá despertaría por la mañana y se encontraría con la alegre mirada de Harry a su lado, con sus brazos protegiéndola de cualquier mal y nunca la dejaría ir.Pero no era cierto, cuatro días habían pasado sin ninguna señal de él, ya que se había prohibido encender la televisión para ver que decían de ella o de él.Evito llorar ya que no era su prioridad en esos momentos, Harry solo había sido un pequeño destello de luz en la vida de ___, que se había apagado rápidamente, para dejarla en la oscuridad.-Desperté 3:00 AM del jueves, sollozos provenían de la habitación de mi madre y era imposible no estremecerse al escucharlos. Me levante rápidamente dirigiéndome perezosamente hacia el cuarto de Jocelyn, donde la puerta entreabierta dejaba ver mitad de la escena en aquel cuarto.Mi madre acostada en su cama tapando su rostro con sus manos, mirando hacia el techo. Lloraba desconsoladamente como si cada pequeño grito de dolor le sacara una lágrima.Abrí la puerta de un manotazo, mi madre no lo había notado ya que no se preocupó por observar quien era.-¿Qué sucede?- pregunte exaltada, tomándola por las muñecas obligándola suavemente a que me deje ver su rostro.Ella negó con la cabeza quizá negándose a responder mi pregunta o quizá negándose a que me deje ver su cara.-¿Llamo a alguien? ¿Quieres algo? ¿Qué te duele?- pregunte nuevamente intentando contenerme, mi madre lloraba de dolor soltando pequeños gritos, estaba muriendo ante mis ojos.-Llama a Amy- sollozo entre lágrimas.Corrí hasta la habitación de mi hermana, esperando que se haya despertado al igual que yo con el llanto de mi madre, pero ella dormía plácidamente sobre su escritorio. El cuarto era un desastre, ropa y libros se esparcían por la cama y parte del suelo, en las pocas mesas que había en la habitación se llenaban de viejos paquetes de comida y en el escritorio donde esta dormía se encontraban más libros sobre matemáticas y hojas esparcidas sobre la mesa.-Amy- dije moviéndola rápidamente por los hombros- ¡Amy debes despertarte!Ella levanto rápidamente su mirada intentando no cerrar los ojos ya que se quedaría dormía allí mismo si no la llevaba inmediatamente a la habitación de mi madre.La empuje bruscamente por el pasillo hacia donde se encontraba Jocelyn.-Amy- susurro mi madre cuando nos encontrábamos lo suficientemente cerca para hablar con nosotras- ¿Pueden sentarse junto a mí?En silencio Amy se arrodillo junto a ella tomándole fuertemente la mano, yo me senté en la punta de la cama observando callada.-Quería hablar con ustedes dos- mascullo sonriendo levemente, los ojos de mi madre se cerraban involuntariamente y los tenia levemente rojos, la tés de la piel se había puesto completamente blanca.- Sobre lo mucho que las amo a las dos y lo mucho que me encantaría estar junto a Amy en su graduación, y estar con ____ cuando termine una carrera o quizá poder estar en el casamiento de alguna de ustedes. Pero perdí ese puesto hace mucho tiempo.-No has perdido nada mama- dijo Amy – Eres nuestra mama y siempre va a ser así. Aunque no puedas estar aquí.-¿Qué clase de madre deja a sus hijas solas siendo tan pequeñas?- pregunto Jocelyn con ironía- De todas formas no quiero pelear ni discutir. Quiero decirles algo.-Mama voy a llamar al...- comencé a decir siendo interrumpida rotundamente.-Siéntate por favor- suplico Amy sin dirigirme ninguna mirada, haciendo que me sienta obligada a sentarme devuelta en la esquina de la cama.-Me gustaría que se mantengan unidas todo el tiempo que puedan- continuo mi madre- No se separen por estupideces porque se necesitan como el invierno al frio, y deben prometérmelo, porque no saben lo que significa para mí que se mantengan unidas.Amy asintió levemente con los ojos brillantes como perlas.-Mama ¿Qué se supone que haremos?- pregunto mi hermana- ¿Qué quieres que hagamos?-Quiero que se vallan con su tía, ella las va a cuidar, pero lo que deben hacer es cuidarse la una a la otra, si no ¿Para qué están las hermanas?Mi madre parecía dormirse lentamente con cada palabra, Amy había soltado pequeñas lágrimas entre las palabras de mi madre, yo me mantenía en silencio escuchándola atentamente obligándome a ser fuerte.-Oh y una cosa más- dijo sonriendo con los ojos cerrados.-¿Qué?- pregunte casi en un susurro.-Le mandare un saludo a su padre de parte de ustedes.-Doctores corrían de allí para allá saliendo y entrando de habitaciones, no había mucha gente ya que probablemente estarían durmiendo.Amy estaba sentada frente a mí del otro lado del pasillo, con la cabeza entre las manos ocultando su rostro de la gente que pasaba y ocultándose de mí. Yo mantenía mi mano caliente con un café viejo que había comprado de una máquina del hospital, iba por el quinto en esa madrugada.Había pasado una hora en la que habíamos llamado a una ambulancia desde mi casa pidiéndola urgentemente, esta misma solo tardo unos minutos en llegar, por lo que a mi madre se la llevaban en la ambulancia y Amy y yo íbamos en mi auto.No nos habían permitido verla y la tensión entre mi hermana y yo fue aumentando, Amy se había movido por todos los asientos hasta que se detuvo en el que se encontraba sentada ahora.Levante la vista, simplemente para echarle un vistazo y de repente ya no estaba. < ¿Amy? > había preguntado eso varias veces por todos los pasillos cercanos a la habitación de mi madre y hasta en el baño. Comencé mi camino hasta el corredor donde me encontraba anteriormente y me cruce con el doctor de mi madre, prácticamente corrí hacia él.-Amy, ¿La ha visto?- pregunte.-No la he visto _____.Su mirada tenía compasión y lastima.-¿Cómo está mi madre?-____... ¿Quieres que te diga a ti? Creo que será mejor que Amy...- Me cruce de brazos sobre el pecho mirándolo fastidiada.-Bien- dijo el- Lo lamento tanto, hicimos lo que pudimos ____ y lo sabes.-Ya, dígamelo.

-Tu madre murió, ____.

Skinny loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora