More than I would like [EN EDICIÓN]

Número Uno

Al terminar de salir de la universidad me dirigí a una cabina de teléfono público, mi móvil estaba muerto por completo y la desesperación de llamar a aquel hombre invadía mi mente.
Cogí aquel teléfono y marqué con nervios los botones de este, esperé a que contestara mientras miraba mis zapatos conjugando las palabras correctas con las que le hablaría.

──Buenos días ¿Quién habla? ──Escuché la voz a través del teléfono, un tono grave y elegante, sonaba bastante agitado y sin aire.

──Buen día soy [T/N] [T/A] , no sé si usted conoce al Señor James Harmann...

──Oh claro ¿Usted es la señorita la cual me comentó hace un par de días? ──Me interrumpió antes que pudiera informarle de quién era pero, él ya estaba al tanto de este tema.

──Sí, esa soy yo.... Quería saber si aún existe la oportunidad de que usted... Bueno- ──Me enredé al hablarle, por una extraña razón las palabras se trenzaban en mi garganta.

──Comprendo lo que intenta expresar, podríamos vernos en la entrada de tu universidad dentro de una hora, tengo varias cosas que resolver ──Confirmó con pocas palabras, me sentía rara por que pensé que él me diría que nos veríamos dentro de ¿Unos dos días tal vez? parecía un hombre muy ocupado como me lo había mencionado mi profesor.

Aquel hombre colgó sin darme tiempo de despedirme adecuadamente, creo que lo llamé en un momento incómodo. Así de la nada por mi mente pasaron varias ideas completamente inadecuadas para aquel momento.
Me dirigí a una cafetería cerca de allí, el café en ese lugar era demasiado bueno y debía aprovechar la oportunidad de tomar algo mientras esperaba.
Al llegar a este dicho local pido un café simple y varias galletas de acompañante, aún faltaba media hora para ir hacia la universidad a verle, unos minutos después se acercó un chico con la bebida que le había pedido, lo recibí y para acompañar saque mis audífonos de mi mochila.

Era el mejor momento, un suave café no tan dulce, unas galletas blandas y bien horneadas, una melodía que me encantaba escuchar, sinceramente me hacía sentir bastante relajada... Más de lo que tenía previsto, cuando levanto la mirada hacía un reloj perfectamente colgado en la pared noté que ya llegaba treinta minutos tarde para ver al Doctor, era imposible, parecían que solo hubieran pasado cinco minutos, pero no, ya estaba atrasada una vez más.

Dejé el dinero en la mesa donde estaba y salí corriendo de aquel local, mientras corrían aún estaba guardando mis audífonos en la mochila revisando que no se me hubiera olvidado nada por las prisas, me tropezaba con personas por la calle y torpemente pérdida disculpas antes sus quejas.

Llegué a la entrada de la Universidad y vi a un hombre bastante alto que usaba un traje a cuadros azul, no podía verlo bien solo podía veía su gran y amplia espalda, se encontraba hablando con un hombre bastante familiar, cuando agudizó mi vista logró ver que era Harmann.
Acomodo rápidamente mi cabello alborotado y me dirijo con un poco de torpeza hacia ellos.

──Hay viene la señorita [T/A] ──Oí hablar al Señor James dirigiéndome una mirada cálida y amable.

Estos dos hombres voltearon a verme cuando se dieron cuenta de Mi presencia, un escalofrío recorrió mi espalda al ver aquel hombre; Bastante mayor de vestimenta elegante, cabello perfectamente peinado hacia un lado, sus ojos color avellana parecía ser lo más cautivador de su ser y por supuesto sus perfectos pómulos marcados ¡Pero qué hombre!

──Es un placer conocerla ──Habló el mayor con una voz muy suave, era igual que a través del teléfono pero esta vez no sonaba agitado.

Con la delicadeza de un cisne extendió su mano hacía mi, de igual manera extendí la mira y por un momento noté como tenía intenciones de besarla como un gesto educado, sin embargo opté por agitar mi mano en un pequeño agarre de colegas, algo más informal.
Aquello logró sacarle una sonrisa al rubio.

──En placer es mío Doctor–...

──Lecter, Doctor Hannibal Lecter ──Complemento el hombre son un tono de gracia

──[T/A], él será su tutor desde ahora, pueden ponerse de acuerdo con el horario, necesito hacer un par de cosas... Si me disculpan ──Harmann se excusó mientras acomodaba sus lentes.

──No se preocupe, será rápido ──Dijo Lecter dándole una palmada en la espalda a James.

Este sonrió y se fue rápidamente de allí, dejándonos solos y con un silencio bastante incómodo.
El hombre me dirigió una mirada penetrante, pareciera que me analizara de pies a cabeza

──¿Le importaría discutir esto en un lugar más cómodo? ──Dijo mientras alisaba su perfecto traje

──Claro... ¿En un café tal vez?

Asintió con su cabeza y caminó hacía una cafetería cercana, parecía dominar la zona y al parecer sabía a dónde ir, de igual manera seguí sus pasos intentando adaptarme al ritmo de su caminar.

Mientras recorrimos la acera no podía evitar mirarlo de reojo de vez en cuando, se encontraba bastante sosegado y mantenía desde que habíamos salimos de la zona universitaria una sonrisa cálida, me transmitía algo de confianza debido a su semblante tan manso.

Por un momento divagué un poco más en mis pensamientos, imaginando cómo y porqué se conocían Harmann y Lecter ¿Eran compañeros? ¿O tal vez amigos? No lo creía... Era complicado imaginar una amistad así.

──¿Tiene todo un lío en la cabeza, no es así? ──Su voz me sacó de mis pensamientos, esta sonaba algo burlesca.

──Eh-... ──Lo que faltaba, ahora el tipo es psicoanalista── No... Para nada.

──No hay motivos para estar nerviosa, no te sucederá nada, solo vamos a tomar un café.

Sí solo era eso, tomar un café.