HANNIBAL 4

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Dios, sus palabras habían logrado llenar mi corazón de felicidad, el simple hecho de pensar en lo importante que era para él me había logrado invadir de felicidad absoluta, mis gestos expresaron esto sin lugar a duda ya que había saltado en sí y me abalancé hacia el hombre para brindarle un gran abrazo -tal vez me haya pasado...-.
Él rubio no tardó en corresponder a la muestra de afecto colocando sus brazos al rededor de mi.

"Soy yo o una de sus manos esta más abajo de mi espalda?"

Una corriente de electricidad recorrió mi espalda al sentir su mano derecho un poco mas abajo de la espalda central, en ese abrazo me sentía cálida y protegida, no sabía el porque de esto pero aun si no necesitaba saberlo.

Luego de darle las gracias un millón de veces me invitó a la sala para darle mi opinión sobre algunos gestos de decoración.

─. Para las rosas, ¿Que color le gustaría? .─Mantuvo su mirada todo el rato en mi, me llegó a intimidar un poco ya que sentía que esta pregunta era de vida o muerte.

Yo elegí.... Rosas rojas / Rosas blancas.

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Respuesta A.

. ¡Rosas Rojas! .─Como si fuece un concurso de la tv respondí con toda la euforia que tenia dentro.

─. Perfecto, veo tiene un gusto clásico .─Su sonrisa fue lo más placentero en este frase, al parecer le había atinado.

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Respuesta B.

─. Rosas Blancas! .─Mantuve mi postura antes de decir esto, aunque se notaba la emoción en mis palabras.

─. ¿y le gustaría combinarlas con algo más? .─Él mayor funcio el seño por un instante para luego componerse y hablar en un tono más profesional.

─. Oh... No no.  .─Note que no le había gustado mi respuesta por lo que simplemente optó por seguir con las preguntas.

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Seguimos debatiendo un par sobre los aspectos de la decoración y al llegar al tema de la comida simplemente me dijo "Yo me ocupare de eso, tranquila" algo que me desorientó completamente, me molestaba que en este tema nunca pudiéramos hablar u dar opiniones ya que siempre cortaba de raíz el tema o me lanzaba una de sus miradas que hacían su yo perdiera mis pensamientos.

─. Y con lo de los invitados? Tiene en mente a quién invitar querida? .─En ese momento no se que fue lo que me saco de mis casillas, o era el tema de los invitados o cuando me ha llamado "querida".

─. Bueno, no es que tenga un monton de amigos pero... Creo que sé a quienes invitar .─Intentaba lucir lo más despreocupada aunque por dentro era una bola de ansiedad.

─. Me parece perfecto, yo invitare a algunos colegas para demostrarles en que te has convertido.

Allí me quede perpleja, ¿acaso era para él un pequeño proyecto? Por eso quiere dar a conocer el resultado de este... A penas en solo eso me deprimí un montón.

─. Querida, ¿Sucede algo? .─Su voz había disminuido y se encontrabo invadido por la angustia.

─. Si... Todo bien  .─Suspire.

No pudo ver en que momento había roto el espacio de privacidad que se encontraba entre nosotros, solo pude percatarme de con sus manos se apoyaban en mi hombros intentando llama mi atención, sus ojos color miel me miraban con una intensidad impresionante.

─. No es lo que crees, esto puede ayudarte a la hora de encontrar un empleo con esta rama...

Sus palabras me confundían, de algún modo él ya sabía en lo que pensaba, siempre iba un paso delante de mi.

Pude sentir como una de sus manos se acercaba a mi mejilla y la acariciaba de forma pausada, yo ante aquel acto simplemente me deje apoyar la cabeza en su mano como cuándo acaricias un cachorrito y este se te apoya cada vez más. Su mano hizo el recorrido desde mi mejilla hasta el menton sosteniendo este último, dio un pequeño esfuerzo para levantar mi rostro y dejarlo en un ángulo donde pudieranos vernos mejor.
Pensé que me desmayaría al tenerlo a unos por centímetros de mi rostro, Dios, podría sentir como su calida respiración se encontraba con mis mofletes y parte de mi rostro, en ese momento olvide el porque de mi estadía allí, el que iba a hacer y el cuando iba a volver, con ese hombre los pensamientos se perdían y no retornaban sino a los veinte minutos después.

─. Hanni-...

─. Calla...

Fui interrumpida antes de poder hilar una palabra, él simplemente se quedo unos instantes contemplando mi rostro como si supiera que eso me ponía nerviosa. Deseé tanto que acabase de hacer eso que al final lo realizó aunque a su ves se acerco más a mi rostro, cerré los ojos esperando que eso sucediera, pude sentir como sus labios se podaban en los míos delicadamente como si tuviera cuidado en hacerlo, cuando al fin había sellado el beso este mismo de intensificó siendo un poco más fuerte y apasionado, sus labios de movían enzima de los míos teniendo un contral total de estos. Inconscientemente apoyé mis ambas manos al rededor del torso del hombre queriendo que este momento fuese a más.

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