𝗦𝗔𝗟𝗩𝗔𝗧𝗜𝗢𝗡┃CARL GRIMES.

O3; ❝ FRIENDS... ❞

CAPÍTULO TRES;
❝ AMIGOS... ❞

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Rachel caminó por su cuarto, mientras buscaba con la mirada que prendas podría ponerse. Al final, se decidió por unos pantalones de mezclilla oscura, junto con un sweater salmón. Ambas prendas, escondían a la perfección sus cicatrices.

Descendió las escaleras, de forma cautelosa. Agudizando su oído, atenta algún movimiento extraño que le diera entender que aún no era el momento de salir de la cueva a la que llamaba 'habitación'. Pero todo era pacífico, y ella amaba esa clase de madrugadas. Por ende, aprovechaba ello tanto cómo conseguía.

La suela de sus zapatillas tocaron la madera de la planta baja, hasta encaminarse dónde su familia desayunaba, entre charlas y carcajadas ante la ausencia de el hombre mayor.

⏤Buenos días.⏤ Saludó, con un ánimo poco común en la rubia.

⏤¿Que insecto te picó?⏤ Ron fue el primero en indagar al porqué, de la actitud animada de su gemela. Y aunque adoraba apreciar aquella faceta suya, también le gustaba fastidiarla.
Más su hermana no respondió, y se limitó a rodar los ojos.

⏤Es por el nuevo.⏤ Dedujo el más pequeño de la familia, en un murmuro para que sólo pudiera escuchar su hermano mayor a su comentario. Pero, a pesar de ello, Rachel había conseguido oir de todos modos.

⏤Mi ánimo no se debe a un niño nuevo.⏤ Se defendió, tras sentarse cuándo acabó de preparar su tazón de cereales.

⏤Bien, en ese caso... Que sepas que Carl vendrá esta misma tarde.⏤ Anunció Jessie, quién se había mantenido al margen silencioso, hasta ese instante.
La adolescente mordió su lengua, intentando hacer desaparecer la sonrisa que amenazaba con salir a la luz, ante la noticia de su madre. Y en respuesta, simplemente se encogió de hombros.

Desayunó tranquilamente con su familia, y cuándo todo acabó, jugó "piedra, papel o tijera", con su gemelo, para saber quién lavaría los trastes; ─Piedra, papel, tijera.─ Exclamaron al unísono, a la par que mostraban la forma en sus manos. Rachel piedra. Ron tijera.

El rubio maldijo por lo bajo, mientras comenzaba a levantar las cosas sucias de la mesa. Por lo que su gemela, aprovechó la victoria, tirándose cómodamente al sofá; ⏤Ah, no, jovencita.⏤ Reprochó su madre. ⏤Ve a buscar a tu hermano, sale en diez minutos.⏤ Ordenó.

⏤Pero mamáaa.⏤

⏤Nada, ve.⏤ Jaló de su muñeca hasta lograr levantarla de los almohadones, hasta empujarla suavemente hacía el porche fuera de la casa, y una vez en el exterior, cerró la puerta.
Rae bufó frustrada, y empezó a arrastrar sus pies por la acera.

⏤¿Cuesta levantar los pies?⏤ Escuchó detrás de ella, provocando que de un pequeño salto por el susto. Volteó su cabeza, encontrándose con dos orbes celeste. El calor no tardó en llegar a sus mejillas.

⏤Hola, Carl...⏤ Lo saludó.

⏤¿A donde vas tan desanimada?⏤ Cuestionó, dando los pasos que la dejaron frente a ella y así conseguir verla más de cerca.

⏤Debo buscar a mi hermano pequeño en la escuela.⏤

⏤¿Quieres que te animé el camino?⏤, los pómulos de la emisora no pudieron haberse encendido más que en aquel momento, pero no dio ninguna negación a aquella propuesta y asintió con una sonrisa trazando sus labios finos, similares a dos pétalos de rosa.
Emprendieron la caminata, platicando sobre cualquier tema que se les viniera a la cabeza, temas absurdos y triviales. Hasta que el bullicio de niños resonó en sus oídos, anunciando la llegada a la escuela.

⏤¡Rachel!⏤ Saludó Sam, corriendo hacia el encuentro con su hermana mayor, para abrazar su cadera, por su poca estatura.

⏤¡Sammy!⏤ Saludó la mayor.
Carl apreció la escena con una sonrisa. Hasta se llegó a imaginar del mismo modo, años después, con Judith; ⏤Vamos a casa.⏤ Anunció la de mechones rubios, tomando la mano de su hermano pequeño. Sam relataba emocionado la clase de dibujo que le había dado la señorita Rose esa mañana, mientras los adolescentes oían atentos.

⏤¿Pasas?⏤ Cuestionó Rae, volteándose al ojiazul en cuándo llegaron al hogar Anderson. Éste asintió, tímido.

La rubia le hizo una seña, y ambos entraron a la casa, que portaba similitud con las demás. Caminaron escaleras arriba, mientras la adolescente le ordenaba a su hermano menor que ordenase su cuarto, a lo que él ignoró, encerrándose en el mismo. Ella bufó, resignada.

⏤Hey, Mikey.⏤ Saludó Rachel, a el pelinegro que jugaba entretenido en la consola. Quién al notar la presencia de ambos, pausó el videojuego.

⏤¿Que tal, Rae?⏤ Las mejillas del emisor se encendieron. Hacía un tiempo que al chico le traía la rubia; ⏤¿Y él?⏤ Examinó a Carl con la mirada.

⏤Es Carl. Llegó ayer.⏤ Le presentó. Ambos chicos estrecharon sus manos.

⏤¿Y Ron?⏤ Preguntó, observando que en la habitación no se encontraba su hermano.

⏤Se fue hace un rato con Enid.⏤, Contestó a la duda y pronto la única mujer en el cuarto se arrepintió de haber cuestionado. Cómo si fuera un detonante, ambos aludidos aparecieron en el cuarto. Enid peinando discreta su cabello. Ron terminando de abrochar su camisa.

Sin decir nada al respecto, Rachel se dejó sentada en el suelo para continuar el juego que Mikey había dejado a medias. Siempre se ponía así, cuándo Enid y ella estaban en la misma habitación. El desagrado de tener su presencia cerca, era un sentimiento mutuo.

Ignoró la conversación que el nuevo intrigante mantenía con su hermano, seguramente presentándose y continuó su partida de carreras de autos.

⏤¿Podrías bajarle el maldito volumen?⏤ Protestó la castaña, que intentaba leer su libro.
Rachel se volteó, la examinó con mal gusto, y respondió;

⏤No.⏤

Antes de regresar su mirada hacía el videojuego, Rachel dividizó a los chicos de pie. Percatándose de las miradas furtivas que Carl otorgaba a Enid.