𝗦𝗔𝗟𝗩𝗔𝗧𝗜𝗢𝗡┃CARL GRIMES.

22; ❝ THE NOW. ❞

CAPÍTULO VEINTIDÓS;
❝ EL AHORA. ❞

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Todo alrededor era un caos.
Habitantes de Hilltop apuntaban a los demás de Alexandría, y los mismos lo hacían de vuelta. Y si uno de ellos tomaba la decisión de hundir el dedo en el gatillo, la nueva guerra empezaría.
Rachel pasó saliva por el largo de su garganta, teniendo tacto con el frío metal sobre su frente. Y conocer el hecho de qué ella no podía hacer nada al respecto para defenderse a sí misma, no hacía más que complicar aquel momento, dónde su vida prendía de un vago hilo, dependía de el hombre que tenía en frente de su único ojo, que al parpadear, soltó una lágrima. Había deseado su muerte tanto tiempo, que ahora que tenía la oportunidad, no iba a tomarla. No sin haber visto por una última vez los orbes de cielo que Carl Grimes portaba, por una última vez.

⏤Baja tu arma.⏤ Daryl estuvo en un costado, del mismo modo con el arma en alto. A punto de disparar en cualquier instante, el que fuera necesario. Incluso era capaz de hacerlo ahí mismo, sin embargo no podía ser él quién empezará la batalla. Los nervios le subían, y bajaban por la nuca. Había enloquecido en cuánto la imagen del hombre desconocido se colocó justo a las espaldas de la menor, conforme dedicaba una sonrisa triunfante hacía él.

⏤¡Basta!⏤ Jesús se posicionó en medio de la escena, con sus manos elevadas para enseñar el vacío de las mismas, así demostrar que no se encontraba de ningún lado, a pesar de ser su gente en contra de la ajena a él. Entonces habló cuando la vista de todos estuvo sobre su persona. ⏤¡Por favor! Brian fue un idiota que estaba dispuesto a sacrificar a sus más allegados a cambio de alguna satisfacción suya. Las personas que traje, están aquí para ayudar. Ellos no son enemigos, pero los Salvadores sí, y sobre ellos, son lo que pondremos el cañón de nuestras armas.⏤

Como si su nombre fuese una conmemoración divina, el resto estuvo de acuerdo a su dicha, y la pistola abandonó la mano de todos. Incluso aquella que aún posaba sobre la frente de Rae, que no tardó en sudar frío ante el pánico del momento. Inhaló del aire alrededor, cuando aquel individuo estuvo lejos de ella.
Daryl entonces se acercó, hasta pasar su brazo por sus hombros, y dando un apretón leve, juntos se encaminaron hacía la casa más grande.

⏤¿Quiénes son los Salvadores?⏤
Como si costara, Paul tomó un puñado de aire antes de iniciar la charla. Dónde relataba todas los pecados que habían causado hacía su hogar, su gente. Ya sea ancianos, niños, mujeres, quién fuera. Nadie se salvaba de ellos, y mucho menos del prominente bate de béisbol del líder, rodeado de alambre de púas que no iba a rechistar a la hora de quitar una parte de cerebro de tu cráneo.
Pero ningún relato hizo temblar el interior de los habitantes de la comunidad de Alexandría, si no, lleno sus venas de ira que los incitaba a cometer con el trato.