𝗦𝗔𝗟𝗩𝗔𝗧𝗜𝗢𝗡┃CARL GRIMES.

1O; ❝ BACK. ❞

CAPÍTULO DIEZ;
❝ ATRÁS. ❞

━━━━━━━━━━━━━━━

Rachel continuó desplazando su espalda por la parte trasera de la larga hilera de casas que debía cruzar para conseguir llegar con su familia. Con el corazón en la garganta, el miedo recorriendo su espina dorsal, subiendo y bajando en aquella zona ante el terror que le tomaba en cada minuto que pasaba. Sentía la necesidad de empezar la carrera hacía su objetivo, necesitaba asegurar el bienestar de cada miembro de su familia. Por lo que abandonó el cuidado con el que andaba, e insistió a sus pies el correr por la acera hasta su hogar. La suerte estuvo de su lado cuándo la dejó a pocos pasos de su dirección principal, pero no duró demasiado en el momento que uno de aquellos desconocidos que atacaban cruelmente todo lo conocido para ella, se paró frente sus ojos tan turquesa cómo el cielo sobre su cabeza, que había mentido sobre que aquel iba a ser un buen día.

El hombre estaba sucio, como si jamás hubiera probado una gota de agua sobre su cuerpo. Su rostro era casi irreconocible por la mugre que llevaba encima, pero ello no impidió reconocer una perfecta 'W' trazada en su frente con la sangre de las personas que alguna vez ella conoció. Su mirada castaña detonaba locura, y hasta la desesperación por acabar con la vida joven frente a él.

Lo siguiente pasó en cámara lenta a la perspectiva de Rachel, quién se mantuvo estática, en cuánto el desconocido aproximó sus pasos hasta ella. Corriendo con su arma blanca preparada, dispuesto a asesinarla sin una poca de escrúpulos, ni siquiera la culpabilidad emanada más tarde. Entonces, Rachel entendió todas las veces que Carl había hablado sobre aquello, y sobre cómo había que abandonar la fantasía, para enfrentar el terror que ahora corría hacía ella.

»⏤Inahala, exhala.⏤«

Actuó rápidamente al momento de remover el arma de fuego de su estuche, usando su pulgar para quitar el seguro de la misma.

»⏤No tiembles.⏤«

Elevó la pistola a la altura de su ojo derecho, firme. Vaciando sus pulmones de todo lo que pudiera asfixiarla al instante de actuar.

»⏤Pase lo que pase, no temas. Eres fuerte, debes serlo.⏤«

Jaló el gatillo, justo en el momento que el hombre estaba a centímetros de ella. Las gotas de sangre mancharon su pálido rostro, al igual que su atuendo. Las manos le temblaron, pero no dejó que el arma se le cayera de las mismas, o que la impresión la consuma.

»⏤Disparas,
y no hay vuelta atrás.⏤«

⏤No hay vuelta atrás.⏤ repitió con su voz rasposa por la falta de humedad en la misma, pero tras pasar saliva por su garganta se dio nuevamente a la corrida.