𝗦𝗔𝗟𝗩𝗔𝗧𝗜𝗢𝗡 | ❛ LOS SALVAS A TODOS, PERO... ¿QUIÉN TE SALVARÁ A TI, RACHEL ANDERSON? ❜
( THE WALKING DEAD FANFIC. )
( CARL GRIMES X OC. )
( SEASON 5 - 6. )
━♡ Cover by; @vicioustwd
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
━━━━━━━━━━━━━━━
DÍAS MÁS TARDE.
Rachel Anderson dio un largo suspiro, conforme seguía el balanceo de sus pies, atrás hacía adelante, junto con la amarga sensación del alcohol desinfectante en el espacio negro dónde debería estar su ojo derecho. Pero, ninguna mueca en su rostro delataba el ardor que sentía, pues el dolor en su corazón hacía pasar de todo a su alrededor.
⏤Es todo.⏤ informó la doctora, acabando el trabajo de hacer un nudo en la venda que cubría su incidente. Y sin decir nada, la menor dio un salto fuera de la camilla, que dejó sus pies en el frío suelo de la enfermería, sin ningún agradecimiento, o un comentario al respecto, se dio a la fuga de aquel tétrico espacio que le ponía los nervios a flor de piel.
Afuera la imagen era para nada novedosa. Alexandría llena de cadáveres esparcidos por toda la calle, todos de caminantes, que hacían teñir la acera de un rojo potente. Descendió por las escaleras del porche, y se dio a una dirección fija, conocía cual espacio habían limpiado, y cual no. No prestó mucha atención a las felicitaciones que aquellos sobrevivientes daban por su pronta recuperación, y siguió caminando sin permitir que nadie fuera a interrumpir sus intenciones. Hasta que dobló en una esquina, topando con una en específico. Aquella dónde había perdido la visión de su ojo derecho, junto con todo el amor de su familia. Esquivó con saltos los cuerpos tendidos, hasta el punto justo. Su casta mirada dio un recorrido, hasta encontrar el cuerpo más pequeño que se resaltaba entre todos por su vago tamaño.
»⏤¿Ya no está el monstruo?⏤«
Podía jurar que el sollozo que se escapó de sus labios, resonó alrededor de toda la hilera de casas en la zona. Con cuidado, se arrodilló hasta sostener su rostro entre sus manos que temblaron, y se marcharon de la sangre ajena. Pero no reconocía a quién acariciaba, su rostro de ángel se había deteriorado con el pasar de los días, con las mordidas, con la sangre. Sammy ya no existía, y la prueba fue aún más clara cuándo, el pequeño abrió los ojos de par en par, así enseñando ese gris que dejaba al recuerdo el reluciente castaño que resplandecía cuando lo admiraba. Después siguió un gruñido, que reemplazaba a las carcajadas que alguna vez soltó por su causa. Ese no era Sam, y con ese pensamiento, clavar el filo del cuchillo en su cráneo no resultó tan complicado. ⏤Aún eres mi héroe, Sam.⏤
El siguiente cuerpo fue más sencillo de encontrar, pues aquel cabello dorado destacaba del resto. Aunque, sin ganas de levantarse, Rachel se arrastró cual lagartija hacía su madre. Dejó descansar su cabeza en sus piernas, notando la línea que resaltaba en su frente, haciendo saber que alguien se le había adelantado en darle misericordia quizás había sido Rick. ⏤Mami…⏤ su susurro se mostró como un suspiro por la delicadeza con la que había pronunciado el mismo, y es que ver la manera en la que aquellas facciones delicadas habían perdido el toque, ahora por uno muerto, sin una gota de vida en él.
»⏤Eres libre, cariño.⏤«
Oh, cuánto le habría gustado serlo. Después de la muerte de su padre, creyó haberlo tenido por fin. Pero la vida estaba en su contra, y la había tirado, la peor de sus jugadas. Ahora, ella era prisionera de su dolor.
Depositó un beso sobre la piel de su frente, abrazando su torso en busca de calor materno, pero no había nada allí. Estaba fría, congelada, muerta. Hasta qué, de repente sus acciones fueron interrumpidas, por el sonido de múltiples gruñidos, al compás de pasos fuertes, pero errados. Abandonó a su madre, y tanto como sus piernas flaqueantes le permitieron, se colocó de pie, hasta dar la vuelta en su propio eje. Con la cabeza abajo, del pánico que cubría sus huesos de sólo ver a lo que tenía en frente. Pero se armó, de la escasa fuerza que aún prendía de un hilo en su sistema, y la mirada se le cruzó con la pesadilla encarnada, qué la miraba con aquellos ojos grises, que alguna vez fueron verdes, con deseo, y ganas de probar un trozo de su cuerpo, que se encontraba congelado, de tener a Ron, a unos vagos metros de distancia, y quién no tardó en acercarse, en busca de ella.
Pero Rachel consiguió actuar antes del caos, empujó a su hermano por los hombros, para evitar el acercamiento de aquel, que con insistencia se volvía, para ser apartado de nuevo. Pero ella no podría continuar en ello por mucho más, pronto la fuerza de sus brazos acabaría tras tantos empujones. ⏤¿¡POR QUÉ ME ABANDONASTE!?⏤ se quebró en mil pedazos cuál cristal, exclamando como si el muerto viviente pudiera dar una respuesta concreta además de sus gruñidos guturales que le llenaban el conducto auditivo. ⏤¡Prometiste que me cuidarías para siempre, maldición!⏤
»⏤¿Vas a abandonarme?⏤ la pequeña portadora de dos bellos ojos turquesa cuestionó, con su cabello dorado, enmarañado por las jaladas que había sufrido al tener a su padre arrastrando de él por toda la casa, junto con ese moretón que se tornaba entre morado, y verde en el tono pálido de su brazo repleto de pecas. Pero, las caricias que su gemelo le propinaba a su piel, apaciguaban el golpe, tanto o más que aquel dolor en su corazón.
⏤Jamás.⏤«
La palabra, o más bien, promesa, se repetía en su cabeza como un disco rayado. Llenando a su anatomía como un vaso de agua en rabia, nostalgia, dolor, y ese vaso, pronto iría a llenarse. Con una mano, sostuvo el cuello de su hermano para así mantener los dientes lejos de ella, y con la otra, tomó ambas muñecas del caminante, evadiendo toda amenaza. Y fue cuando por fin, pudo acabar con la distancia de sus cuerpo, y de este modo, convertir ambos en un mismo, en un abrazo mal formado. Se quedó con las ganas de oír el latido de su corazón en un hueco de su pecho, pues allí mismo, ya no existía absolutamente nada que le diera un rastro de vida.
»⏤Son monstruos.⏤«
No. Rick Grimes, y su gente no eran monstruos. El verdadero monstruo, era ella. Rachel si era un monstruo. Por no haber puesto la atención necesaria en Sam cuándo más la necesitó. Por haber sido tan inútil a la hora de defender a su madre en los golpes que recibía por parte de su marido. Y por haber abandonado a Ron, tal y cómo él se lo había echado en cara, cuando lo encontró a los empujones con cierto castaño.
Hizo uso de pie, para romper el tobillo del caminante que cayó al asfalto, pero todavía sin ganas de rendirse, estirará los brazos en un intento por alcanzarla. Ella no podía continuar admirando el espectáculo, dónde su hermano gemelo se convertía en una amenaza para su vida, y la de todos los habitantes de aquella comunidad destruida. Así que, se recolectó en valor, hasta dejar el cañón de su arma, justo a la altura de la cabeza del errante. Y con el pulso temblando, su corazón en la garganta, y el alma hecha pedazos, jaló del gatillo. Hubo un silencio sepulcral, después de ello, que fue llenado con un grito desgarrador que acabó con sus cuerdas vocales, a la par con el gran estruendo que provocó su cuerpo al caer sobre la acera. Uso sus brazos para cubrir su cabeza, mientras de a poco se hacía más pequeña hasta quedar en posición fetal. ⏤Rachel...⏤
La melódica voz de Carl la llamó, seguida de cantidad de caricias en su espalda que disminuían el tono de sus sollozos. Después, el calor de sus brazos la abrazó por completo, hundiéndola en un mar pacífico dónde siempre se sentía protegida. Pero, a pesar de ello, el pensamiento jamás se iría de su cabeza, porque su familia entera se había ido. Dejándola con una vacío enorme en el corazón y el alma.
Y lo peor… Era que ella no había hecho nada para impedirlo.