Capítulo 4

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Llegamos al Mall y sinceramente no sabía muy bien que hacía aquí, acepté venir porque por alguna razón no podía negarme. De camino no hablamos mucho, solo escuchábamos la musica, aunque sentí que él no estaba ahí, no conmigo, sentí que estaba absorto en sus pensamientos y manejaba a tal velocidad como si quisiera acortar el camino lo más posible.

Yo solo trate de relajarme con la música y no pensar en aquel silencio que nos inundaba.

-¿Que vas a comprar?- pregunte curiosa en cuanto entramos al mall.

-Un detalle para mi madre.-responde, su voz sigue sonando grave y hasta creo que esta un poco molesto. No sé como puede cambiar de animo tan rápido, en la iglesia era el sonriente Zac y desde que subimos al auto comenzó a ser el serio Zac.

Me gusta más cuando sonríe.

-Gracias.-dijo sonriendo de manera divertida.

Oh, no.

-¿He dicho eso en voz alta?-pregunte avergonzada y puedo jurar que mis mejillas están rojas de la vergüenza ahora mismo.

-Sip, pero tranquila. Me lo han dicho antes.-bromea y alza sus cejas juguetón.

-Claroo...¿Que piensas darle a tu madre? ¿Alguna idea?-cambio de tema y veo las tiendas a mi alrededor.

-Nop. Por eso quise que me acompañarás. Eres una chica y sabes que le puede gustar a una mujer.-explica y asiento. Aunque... ¿Porque no vino con Alice y ya?

Y como si hubiese leído mi mente dijo-Alice y yo siempre tenemos una pequeña competencia sobre quien le da el mejor regalo a mamá. Pero ella siempre me gana, porque sabe que le puede gustar y yo no. Obviamente, mamá no sabe. Pero nos damos cuenta por sus expresiones. Así que quiero ganar esta vez y aquí estas tú para ayudarme!-dice enérgico y sonriente.

-De acuerdo, entonces...¡Manos a la obra!- digo y doy un aplauso, empiezo a ver tiendas.

Tengo en mente un hermoso vestido y un collar, si yo fuese madre, quisiera que mis hijos regalaran algo así. Pero primero le preguntare a Zac que le parece.
-¿Que opinas de un vestido elegante y un collar que juegue con el mismo?-pregunto viendo una vitrina en la que se encuentra un vestido beige perfecto.

-Wow, sería genial. Siempre le he dado tonterías y creo que eso lo amara.-opina y yo asiento.

-¿Te gusta ese?-pregunto señalando al vestido que esta sobre el maniquí frente a nosotros.

-No lo sé, son cosas de chicas. Es lindo, supongo.-dice mirándolo.

-Esta bello, deja las bobadas. ¿Sabes que talla es tu madre?-pregunto y frunce el ceño.

-Mm, había olvidado ese detalle.-responde rascándose la nuca.

-Muestra una foto de ella.-ordeno y saca su celular.

-Ella es.- una mujer no muy mayor, con el cabello rizado, delgada y con la piel un poco bronceada aparece en su celular. Es realmente hermosa.

-Creo saber que talla es.-digo sonriente y entro a la tienda y veo el vestido beige más detenidamente entre mis manos.

Siento a Zac detrás de mi, mis piernas flaquean y siento mi pulso acelerarse.

¿Porque causa esto en mí?

Giro mi cabeza y una chica morena llega meneando sus caderas hacía nosotros.

-Hola, lindo. ¿En que te puedo ayudar?-dice ésta a Zac y actua de manera coqueta.

Ruedo los ojos y vuelvo mi vista al vestido.

-Quiero ese vestido.-oigo decir a Zac detrás de mi.

-Oh, y nada más?-puedo entender el doble sentido en su voz. Me volteo y Zac estaba mirándome a mí.

-No, nada más.-responde secamente captando la actitud de aquella.

Ella se gira hacía mi, reparándose en mi presencia por primera vez y toma el vestido y se va a la caja.

-¿Notaste eso?-pregunta riendo y ruedo los ojos divertida.-Soy irresistible.-dice con superioridad.

-Claro. Eres todo un galán.-sigo su juego, aunque no sea del todo mentira.

(...)

-¡Me encantan! Las amo, en serio que sí.-exclamo mientras llevo a mi boca una maravillosa papa frita.

-Te dije que este lugar es el mejor.-recuerda Zac y asiento.

-Y no te equivocaste.-apremio y tomo otra papa.

Después de comprar el vestido, buscamos el collar y conseguimos uno que hace un juego espectacular con el vestido. Bueno, conseguí yo. Zac solo pago y ya. No sabe nada sobre regalos de chicas. Vinimos a almorzar aquí mismo en el mall, realmente no recuerdo el nombre de este lugar, pero la comida es súper rica.

Hoy la he pasado muy bien con Zac. Realmente me encanta su personalidad. Si, aveces tiene sus cambios drásticos, pero nada que no pueda soportar.

Kylie esta casi tan loca como él, o más. Ella también tiene esos cambios, y así la quiero demasiado, porque es como la hermana que nunca tuve.

-¿Porque tan callada?-pregunta Zac alzando una ceja, fijando sus ojos en los míos y sacandome de mis pensamientos.

-Eh... No, es nada.-digo sonriente, pero con nerviosismo dentro de mi, por la cercanía que hizo entre los dos.

-¿Segura?-cuestiona nuevamente y yo asiento.

-Absolutamente.-aseguro y aparta la mirada de mis ojos y vuelve la vista a su celular.

De repente se levanta como si un resorte estuviese bajo su silla y lo miro frunciendo el ceño.

-¿Ya has terminado?-pregunta con un deje de entusiasmo en su voz.

Miro mi plato con dos papas, las tomo y las llevo a mi boca rápidamente. Él ríe por mi reacción y me levanto.

-Listo!-digo poniendo las manos detrás de mi espalda.-algo que hago cuando estoy nerviosa-.

-Bueno, lo que pasa es que... Mis amigos me están invitado a un partido y...-le interrumpo.

-No te preocupes, puedo llamar a Agust que venga por mi o tomo un bus, no hay problema.-digo mientras tomo mi cartera.

-No, no, no.-se apresura a decir.-El partido es mañana y realmente lo que quiero es invitarte. Que vayas conmigo.

-Vaya, eso no lo esperaba... Pero, esta bien. Me gustaría.-digo tratando de no sonar tan alegre, pero conociéndome, mi voz delato por completo la emoción que mis palabras ocultaban.
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Holaa! Espero que les guste💞

Voten y comenten 😇

Los quiero!

Besos, May💖📖

Me Enamoré De Un Aspirador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora