Aquella llamada fue cortada en cuanto pronuncié su nombre, quise insistir, pero, me obligué a no hacerlo. Estoy comenzando una relación, mi vida está mejorando y, no puedo permitir que Zac se cuele nuevamente en ella y desaparezca cuando quiera. No si la que sufre soy yo.
-Buenos días, mamá.-planto un beso en la mejilla de mi madre y me siento a su lado en la mesa.
-Buenos días, cariño. Sabes, he estado pensando en nuestros primos de California, sería bueno ir.-comenta y la miro perpleja.
-¿A Estados Unidos?-asiente con calma.
-Sí, no hemos ido en años. Nos extrañan ya.-evalúo su rostro con mi mirada.
-Pues, si tú quieres, pero papá tiene mucho trabajo siempre.-le recuerdo.
-Oh, sí, ya he hablado con él. No podrá ir, pero la pasaremos bien.-dice para convencerme.
-Si lo que quieres es un respiro de todo esto, no tienes por que mentirme, mamá. Te entiendo y si quieres que vaya contigo, entonces hago mis maletas y nos vamos.-mi madre sonríe y yo también lo hago.
-Gracias, mi niña. En todo caso, no es todavía. Tú sigues estudiando, tal vez para cuando te gradúes y estés de vacaciones.-sugiere y asiento.
-Me parece perfecto.- comienzo mi desayuno y en eso, Dylan y Marc llegan a la mesa y se sientan a comer.
-¿Y papá?-pregunta Marc, con comida en su boca.
-Marcus, procura hablar sin comida a la vista, por favor-pide mi madre y suelta un suspiro-, y tu padre salió a comprar unas cosas, ya debe estar por llegar.
Entra una llamada a mi celular, Gus ha llegado por mi.
-Bueno, yo voy de salida, má. ¡Los amo!-grito mientras cierro la puerta.
Me encamino hacia el auto de mi mejor amigo y al subir, le dedico una sonrisa.
-¿Como te va hoy, renacuajo?-pregunto, alegre.
-¿Por qué renacuajo?-me mira con su ceño fruncido. Me encojo de hombros -¿Crees que este deslumbrante rostro merece ese nombre?
-No, tal vez uno peor.-bromeo y me mira fulminante.-Bueno ya, vamos al insti.-Gus pone el auto en marcha y emprendemos el rumbo.
-Debes ponerme al día.-lo escucho decir y aparto mi vista de la ventana-Me han contado cosas, pero quiero oírlo de ti.
-Ah sí, estoy saliendo con Charlie.-le digo sonriente.
-¿Desde?-me mira interrogante.
-Ayer.-suelto una carcajada.
-Oh, me parece un buen tipo, más le vale que lo siga siendo.-advierte.
-Sí, no quiero que sufra de tu cruel furia.-bromeo y rueda los ojos.
-Hablo en serio, eh.-apunta con su dedo índice.
-Bueno, bueno.-río y él también lo hace.
Cuando llegamos al instituto, bajamos del auto y me quedé atrás, prometiéndole a Gus que no tardaría, para responder una llamada.
-¿Quién?
-Alguien que te extraña.
-Oh, puede ser cualquiera, la gente me ama.-escucho su risa del otro lado y sonrío.
-Pero yo no soy cualquiera.
-Puede que estés en lo cierto. ¿Qué haces?
-Saliendo para la cafetería, ¿tú como estás? ¿cómo te trata la vida?
-Muy bien. ¿Cuando nos vemos?
-¿Puedo ir por ti hoy?
-Sería maravilloso.
-Entonces, ahí estaré.
-Entonces, te esperaré.
-Hasta entonces. Te quiero, princesa.
-Y yo a ti, baby. Adiós.
Termino la llamada y entro al insti, pasando entre la gente. Cuando llego al salón, me siento al lado de Gus.
-¿Charlie?-pregunta adivinando.
-No puedes dudarlo.-río un poco al verlo rodar sus ojos.-Va a venir por mi hoy.
-Oh, ya empiezas a cambiarme por él.-dice con nostalgia.
-No seas dramático. Nunca te he cambiado.
-Digamos que no, para no recordar el pasado.-dice y entra el profesor.
La clase comienza y, mi mente no deja de pensar en lo que dijo Gus: "para no recordar el pasado". Sé a que se refiere, habla de Zac.
(...)
-¿Hace mucho rato que llegaste?-pregunto a Charlie en cuanto subo a su auto.
-Para nada, tranquila.-se acerca a mí, toma mi rostro entre sus manos y une sus labios a los míos, permitiéndome saborear la sensación de tenerlo conmigo.
-Te extrañe.-dice luego de separarnos.
-Nos vimos ayer.-le recuerdo riendo.
-Pero ya estoy acostumbrado a ti.-dice y, su mirada no me transmite nada más que la sinceridad pura.
Sonríe y pone el auto en marcha.-¿Qué pasó con tu turno de hoy?-pregunto.
-Hablé para poder salir antes y me dejaron, con la condición de terminar todo antes, así que lo hice y ahora estoy aquí, contigo.-cuenta con la vista fija en la carretera.
-Eso fue lindo.- le digo sonriente y lo veo sonreír.
Yo también había extrañado a Charlie, y mucho. Pero no le diría eso aún.
-¿Y adonde vamos?-pregunto, poniéndome mi sudadera por el frío del aire.
-Randall te extraña.-dice y asiento, alegre.
-¡Yo también lo extraño!-exclamo, reviviendo la imagen del perrito en mi cabeza.
-Sí, sí.(...)
Llegamos al apartamento de Charlie y, para nuestra sorpresa-por que Charlie tampoco sabía nada-, había una mujer sentada en el sillón. Y no era una desconocida, porque Randall estaba muy feliz en sus brazos. Realmente tiene rasgos muy parecidos a los de Charlie, es sorprendente su parentesco.
-¿Qué haces aquí?-pregunta Charlie, claramente irritado.
-Sólo pasaba a visitarte, Charles.-su voz es amigable, pero falsa.
-Pues, no requiero de tus visitas. Así que, si me permites.-se acerca a la perilla y abre la puerta.
Me siento demás, en esta situación.
-¿Puedes al menos presentarme a la chica?-pregunta, su mirada despectiva se clava en mi. Me observa de arriba a abajo, me incomoda.
Charlie suelta un suspiro de fastidio y me mira, su mirada es de disculpa.-Julie, ella es Charlotte.-la señala y ella se hace la ofendida, creo que esperaba algo más que su simple nombre, creo que quería una descripción mas larga-Charlotte, ella es Julie, mi novia.-sonrío, un poco aliviada.
-Oh, genial. Me alegro de haber venido, por fin tengo el placer de conocer, de manera normal, a una novia de mi hermano. Me parece fantástico.-una sonrisa macabra de planta en su rostro.
¿Acaba de decir hermano? Charlie he tenido una hermana todo este tiempo y yo nunca supe, ¿por qué? Y ¿por qué la conozco en estas condiciones? Si no hubiese venido, ella seguiría siendo nadie, ¿por qué? Además, ¿como conoció a las otras chicas? ¿por qué dijo de manera normal?
Dios, sin duda, tengo muchas preguntas ahora.
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Besos, May💜📖
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Me Enamoré De Un Aspirador.
Teen FictionHay dos cosas de las que ahora estoy totalmente segura. La primera: Zac Miller, es un aspirador. La Segunda: Estoy loca y perdidamente enamorada de él.