Sonaron miles de bocinas detrás de nosotros y me separé al instante, agitada, con los labios rojos y el cabello despeinado, di una mirada al semáforo y éste ya había cambiado. Charlie aceleró y nos puso en marcha rápidamente antes de que la gente se molestara más.
Pasé el resto del trayecto escuchando y tarareando la musica de fondo mientras miraba fijamente la ventana y lo que estaba detrás de ella; lo cierto es que no estaba prestando atención a nada, sólo pensaba en lo que recientemente había ocurrido. Cuando Charlie me dejó en casa, bajé y entré corriendo, como toda una niña pequeña. Tenía que aclarar mi mente y no podía verle a la cara.
Yo besé a Charlie. Yo. Yo lo hice y me gustó y lo más loco de todo: no pensé en Zac en ningún momento hasta ahora. ¿Por qué siento como si lo hubiese traicionado? Zac no siente por mi nada más que una amistad, si es que eso somos todavía. No debería estar pensando en él ahora. Le di un beso a Charlie, ¿Qué se supone que somos?, antes era más fácil decir que eramos amigos porque no pasábamos de palabras bonitas, pero ahora no. Ahora hay un beso entre nosotros y dentro del claro concepto de amigos que tengo, no entra la palabra besos por ningún lado.
Sin embargo, no me disgustaría tener algo con Charlie, quiero decir que, él me quiere y yo a él. Tal vez no haya superado a Zac del todo, pero puedo hacerlo con Charlie a mi lado.
Mi celular vibró en algún lugar de la cama, abrí los ojos y lo vi a mi lado, lo tomé y conteste la llamada sin ver quien era.
—¿Quién es?—mi voz era apagada y cansada.
—¿Qué no vendrás a la reunión de hoy?—la voz alterada de mi mejor amiga me hizo volver a la realidad.
—¿Qué hora es?—me levanté de la cama y corrí hasta mi armario.
—Es tarde, Julie. Bien tarde.—mordí mi labio inferior.—¿Puedes venir por mi? Sé que todavía no ha empezado, tiendes a exagerar.
—Pues, si, tienes razón. Todavía faltan cinco minutos. Llego y tienes que estar lista.—afirmo ante su orden.
Colgué y me puse a buscar desesperadamente algo cómodo y sencillo para usar. Calculando la velocidad con la que conduce Kylie, que no es mucha, y la distancia que hay de la iglesia a mi casa, ella estaría aquí en diez minutos, así que no tenía mucho tiempo.
Tomé un pantalón de mezclilla, una blusa color purpura de tiras, un suéter y unas zapatillas cómodas. Rápidamente entré al baño y dejé las prendas sobre el lavabo. Me duche lo más rápido que pude y luego pasé a vestirme ahí mismo en el baño.
Cuando salí, peine mi cabello que se había mojado un poco y apliqué perfume por todo mi cuerpo; segundos después, sonó el claxon del auto de mi mejor amiga y salí corriendo de mi casa.
—Haces magia, en serio.—comentó Kylie en cuanto me subí a su auto.
—Realmente, volé.—le dediqué una sonrisa agitada. Mi pecho subía y bajaba constantemente debido a lo mucho que me había acelerado, casi me mato por las escaleras, pero ya pasó.
—Y ¿Qué tal tu día con Charlie?—su pregunta me hizo recordar que no le había puesto al día.
—¿Tenemos tiempo? Porque, es un tanto largo.—una sonrisa juguetona apareció en su rostro.
—¿Nunca viste la hora, cierto?—la miré boquiabierta, ya estaba imaginando de que se trataba—. La verdad es que, todavía faltan treinta minutos. Sólo quería apresurarte para que tuviésemos tiempo de hablar; yo estaba en mi casa.—la fulmine con la mirada y me dio una sonrisa nerviosa.
—¿Sabes que casi me mato por las escaleras, verdad?—ladea su cabeza a ambos lados.
—Ve el lado positivo, ahora tenemos tiempo para hablar.—me dio una sonrisa inmensa y rodé los ojos.
—Estás demente.—acusé y luego proseguí a contarle todo lo que había pasado desde que llegué a la cafetería, hasta que llegué a casa, entre eso, el hecho de que imaginé un carro igual al de Zac, porque sí, eso había sido una imaginación.
—No puedo creerlo.—mi mejor amiga me veía anonadada. Había estacionado en una plaza al ver que el asunto estaba interesante para ella.—¡Eso es genial! ¿Sabes lo mucho que te ama ese chico?—la miré perpleja por haber usado esa palabra tan significativa.
—Amar es una palabra muy grande.—le recordé.
—Y estoy segura de que eso es lo que él siente por ti. Juls, no olvides que yo también lo conozco, Charlie es mi amigo también y...me ha confiado algunas cosas.—lo último lo murmuró, pero igual escuché.
—No puedo creerlo...—mordí mi labio inferior con neviosismo. ¿Charlie me ama?
—Pues, debes creerlo, es cierto.
—Lo sé, tú no mentirías.—bajé la cabeza. Para nadie es un secreto que me gusta Charlie y que lo quiero, pero llegar a amarlo, ese es un sentimiento muy grande y más cuando no he sacado a Zac de mi cabeza por completo. ¡Dios, son dos chicos y muy diferentes!
—¿Qué hago, Ky?—pregunté rendida.
—Debes darte la oportunidad de ser amada, Julie. Zac puede ser todo lo bello que quieras, pero él no está, él desapareció de tu vida hace un tiempo, y es hora de dejarlo ir.—asentí. Kylie tiene razón.
(...)
—Perdoname por haberme bajado así del auto, estaba confundida y no sabía que hacer, lo siento.—soltaba las palabras mientras abrazaba fuertemente a Charlie.
—Hey, está bien, te entiendo.—dijo mientras frotaba mi espalda en gesto de apoyo.
—Gracias, te quiero, Charlie, lo sabes ¿verdad?—pregunté mientras lo miraba fijamente a los ojos.
—Claro que lo sé.—volví a enterrar mi cara en su pecho e inhale su aroma.— Yo te amo, Julie...— lo escuché susurrar, pero por alguna razón, sabía que no iba dirigido a mí, lo había dicho, sí, pero no con el propósito de ser escuchado.
Sentí miles de mariposas revoloteando al escuchar sus palabras; Charlie me ama.
✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴Holaaa, gente bonita! Espero que les guste👌😍
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Los quiero💞
Besos, May💖📖
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Me Enamoré De Un Aspirador.
Teen FictionHay dos cosas de las que ahora estoy totalmente segura. La primera: Zac Miller, es un aspirador. La Segunda: Estoy loca y perdidamente enamorada de él.