Su perfil se repetía una y otra vez dentro de mi cabeza. No podía creer que lo había visto, después de tanto tiempo y él se había marchado sin más. No aproveché la oportunidad de ir tras él y él tampoco mostró el interés de ir hacía mi.
Anoche —mientras esperaba su respuesta— pude llegar a pensar muchas cosas. Tal vez él no me quería en su vida ya, tal vez mi momento había pasado y él estaba tras alguien más, tal vez no fui suficiente para poder llegar a algo más, tal vez Kylie tenía razón, tal vez deba darle la oportunidad a alguien que realmente muestre que intereso en su vida. Tal vez deba darle la oportunidad a Charlie de entrar de lleno a mi vida. Pero es tan difícil, antes de Zac, no había sentido nada parecido y estoy segura que lo que siento por él es más que un capricho, pero tengo que seguir mi vida. No puedo quedarme atascada en vanos recuerdos. Si nuestro destino es juntarnos, entonces nos veremos cuando esté previsto.
—Entonces, ¿Que dices?—preguntó mi mejor amigo a mi lado, lo miré con los ojos en blanco. No había escuchado nada.—No escuchaste nada.—afirmó y le respondí con una sonrisa juguetona.
>>Decía que no podré llevarte a casa hoy. Tengo que ayudar a mi padre con un recado. Saldré un poco antes de la última hora.—lo mire atónita. Que Agust se fuera antes, significaba que tendría que ir a casa caminando, porque Kylie estaba trabajando.—Entiendo, ya veré que hacer. No te preocupes, estaré bien.—le dije más para convencerme a mi misma que a él.
—¿Tienes para el bus?—preguntó preocupado. Esa idea no había pasado por mi mente. Pero no, me había gastado todo en el almuerzo.
—¿La verdad?—pregunté tímida y asintió— No, ya lo he gastado.
—Toma. —me tendió dos dolares con cincuenta centavos.
—Gracias, Gus. Te debo una.—respondí y planté un beso en su mejilla.
—No, me debes eso.—bromeó señalando el dinero y luego rodó los ojos. Ambos reímos.
Una extraña canción se empezó a escuchar, no sabía de donde provenía, pero parecía ser de Agust. Miré ceñuda a mi mejor amigo.
—Oh, creo que me llaman. Ya vengo.—se levantó de la mesa y salió de la cafetería.
Me quedé sola en la mesa y saqué mi celular para ver mis redes sociales. Ya había terminado de comer y no tenía mucho que hacer sin Agust ahí.
(...)
La hora de la salida llegó. Agust ya no estaba y yo tenía que caminar hasta la parada para tomar el TTC* aunque realmente me daba mucha pereza tener que hacerlo. Pero no tenía opción.
Saqué mis auriculares, los conecté a mi celular y caminé las cinco cuadras abajo que faltaban para llegar a la parada. Al subir, me quedé de pie. No habían asientos vacíos. Me agarré de las barandas de los lados, miré a las personas sentadas frente a mi, ambas tenían las ventanillas cerradas y el aire no entraba por ningún lugar. Subían más y más personas que se ubicaban a mi alrededor.
De pronto me sentí sofocada, el aire me faltaba en gran manera y la bufanda alrededor de mi cuello, no ayudaba mucho. Inhale y exhale repetidas veces abriendo mi boca más de lo debido. Realmente necesitaba el aire.
Frente a mi, una señora se levantó de la silla y ocupé su lugar. Sin previo aviso, abrí la ventana para recibir el aire.Me sentí mucho mejor una vez hube puesto mi rostro entre la ventana. Entonces, me puse a pensar en lo que había pasado segundos atrás. Estaba realmente aterrada, eso jamás me había pasado.
(...)
—¡Vas a morir!—grité a Dylan mientras lo perseguía por el jardín trasero.
—¡Nunca me atraparan!—respondió y entre Marc y yo nos dedicamos una mirada cómplice.
—Tú le llegas por detrás y yo por delante.—ordené y corrimos con más fuerza.
Me paré frente a Dylan, éste trató de girar, pero se encontró con Marc.
—¿Asustado, Ángel?—pregunté y no pude evitar reír como loca. Mis hermanos me miraron con su ceño muy fruncido. Confusión plasmada en su rostro. —Oh, pequeños mundanos...—rodé los ojos—Bueno, en lo que estábamos.—ajusté el arma en mi brazo.
—Oh-oh.—dijo Dylan antes de que Marc y yo dispararemos nuestras pistolas de agua.
—Te he ganado, hermano.—comentó victorioso Marc a un divertido Dylan que se restregaba por el suelo.
—Eso fue solo porque estabas con ella.—me señaló y sonreí creída.
—Igual gané.—sin más, volvió a casa y ayudé a levantar a Dylan.
—Vamos a cambiarnos, haré la cena luego.—comenté poniendo la mano sobre su hombro mientras entrábamos a casa.
Entré a la ducha luego de extender la ropa húmeda en la baranda de la ducha. Sonreí al recordar la divertida tarde que había pasado jugando con mis hermanos, realmente los extrañaba. No me había dado cuenta que por estar prestando más atención a las miserias de mi vida, estaba dejando de lado a mis hermanos, aquellos que a pesar de todo siempre me sacaban una sonrisa.
¿Qué sería de mi sin ellos? Absolutamente nada.
*Toronto Transit Commission (TTC) es el órgano público encargado de administrar el sistema de transporte de la ciudad de Toronto, Canadá.
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Hola! Espero que les guste 😍Los quiero! 💞
Voten y comenten 😇🌟
Besos, May💖📖
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Me Enamoré De Un Aspirador.
Teen FictionHay dos cosas de las que ahora estoy totalmente segura. La primera: Zac Miller, es un aspirador. La Segunda: Estoy loca y perdidamente enamorada de él.