"¿por qué vivo?" pensaba y...¡Dios mío, cuan dramática podía llegar a ser cuando me lo proponía! Un año más tarde, me encuentro en California, Estados Unidos, con mi madre y hermanos, creando una nueva vida. Tenemos en este país eso de siete meses; papá viene cada mes a visitarnos y se lleva mejor con mamá, tal vez solo necesitaban estar lejos para poder soportarse. Con respecto a mis hermosos mejores amigos, hablo con Kylie por Skype cada día y mensajeo por las noches con Gus, siempre que sale del trabajo. También estoy apunto de irme a la Universidad del Sur de California, aquí en Los Ángeles.
¿Qué pasó con Charlie? Bueno, él reconoció su error, quiso volver conmigo y me pidió perdón incontables veces. Sin embargo, ya era tarde para arrepentimientos, lo perdoné sí, pero ya no podía volver a sentir nada por él, no cuando había sufrido tanto y él me había abandonado justo en ese momento, pese a eso, me escribe por Whatsapp cada día y hablamos muy normal, como amigos, por que nada es como antes.
¿Zac? Zac, Zac, Zac, a él lo dejé atrás, ¿sabes? Porqué yo era la única enamorada ahí, al menos que él también me amara y yo no supiera. El punto es que él es muy inestable, iba y volvía cuando quería y yo solo sufría mientras él hacía de sus cosas y me sacaba de su vida cada vez que quería, así que, recapacite y...aunque lo sigo queriendo, por que no es fácil dejar de amar a alguien, creo que es muy poco posible (por no decir imposible), me di cuenta que ya no lo necesito, ni quiero, en mi vida; cuando lo tuve fue muy bueno y lo quise mucho, pero ya acabó su lapso. Siempre lo tendré presente, por que fue mi primer amor, (aunque no fuéramos novios) y no olvidaré los buenos momentos que pasamos juntos. Sí, me enamoré de un aspirador, pero es tiempo de pasar la página.
Dejé Canadá con el propósito de empezar de cero: aprender a amarme cada día más, ser feliz y vivir sin importar nadie.
Nada dura para siempre, ya sea bueno o malo, todo es pasajero. Lo que hace un año era dolor, hoy es un simple recuerdo de mi pasado.
—Cariño...te extrañaremos mucho—levanto la vista de mi valija y me encuentro con mi madre, acompañada de mis hermanos.
—No te preocupes, mamá, la uni es aquí mismo y vendré cada fin de semana que pueda—prometo, sonriente—. Todo es parte de crecer—cito sus palabras de aliento y sonríe.
—Claro que sí, pequeña—me abraza.
—Ya estoy terminando mi última valija—informo, mientras termino de cerrarla. Con esta ya son tres.
—¡Qué bueno!—exclama Dylan, feliz—¿Mamá, podré tener la habitación de Julie, cierto?—hace su cara de ángel y le dedico una mirada fulminante.
—No sueñes tan alto, enano—bromeo y lo escucho bufar.
—Al menos lo intenté—le susurra a Marc y todos reímos.
Bajamos las escaleras junto con las tres valijas y nos sentamos en la sala.
—Hable hace un rato con Jojo y dijo que Jazmín vendrá por ti—cuenta mi madre y asiento. Ya lo sabía. Jazmín es hija de mi tía Jojo, ambas viven aquí desde hace quince años y, Jaz y yo, empezaremos en la misma universidad.
Jazmín es una amable prima y maravillosa amiga, pasamos buenos ratos juntas...sin embargo, nunca podrá ocupar el lugar de ky.
Suena un claxon fuera de casa, todos nos levantamos, es hora.
Luego de que Jaz entrara, saludara a mamá y me diera espacio para despedirme de mi madre, lloró en mi hombro por un rato y, luego de consolarla, partimos rumbo a nuestra nueva universidad.
Cuando llegamos, organizamos todo y repartimos: camas, espacios y gavetas. Al final del día, estábamos exhaustas.
—¿No te parece tan irreal todo esto? Digo, después de vivir en Canadá toda tu vida, vienes a Los Ángeles y nos encontramos aquí y empezamos juntas la uni, todo es una locura—habla rápidamente, animada.
—Sí, claro que lo es, es maravilloso. Es como un nuevo comienzo, ¿sabes? Tú, yo, nuevas aventuras, todo desde cero. Me encanta—respondo, sonriente.
Nunca me había sentido más libre, sin duda alguna, he dejado todo atrás.
Nuevo país, nuevas personas, nuevas experiencias, y sobre todo lo nuevo que puede haber aquí, una nueva, feliz y mejorada Julie.
FIN.
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Me Enamoré De Un Aspirador.
Teen FictionHay dos cosas de las que ahora estoy totalmente segura. La primera: Zac Miller, es un aspirador. La Segunda: Estoy loca y perdidamente enamorada de él.