Capítulo 34

41 4 0
                                    

—Yo...Kylie, yo...—sollozo en los brazos de mi mejor amiga, sin poder pronunciar palabra.

—Calma, baby, dime qué pasó.—masajea mi espalda y sollozo más fuerte.

—Mi vida, Kylie, mi vida se vino abajo y no sé cómo levantarla. Cuando creí que mis padres empezaban a llevarse bien, fue cuando más rápido hicieron los papeles de su divorcio; cuando...creí tener algo estable en mi vida, viene Charlie y corta conmigo, sin siquiera tener razones válidas;  y por otro lado, Zac que estuvo hablandome unos días y hasta que se molestó conmigo por una tontería que dije y ahora también se fue de mi vida. Todas las personas que quiero me abandonan, Kylie, ya no sé que hacer, no sé qué es lo que pasa conmigo.—sollozo otra vez y siento las lágrimas bajar por mis mejillas. Éste ha sido un mes muy duro.

—No digas eso, Juls, yo estoy aquí, siempre voy a estar para ti. Charlie fue un idiota por cortar con la mejor chica del mundo; Zac tiene problemas y lo sabes; y tus padres no pueden estar juntos si ya no se quieren, debes aceptarlo. No dejes que esto te derrumbe, eres muy fuerte, Juls, y ahora debes serlo aún más.—seca mis lágrimas y la abrazo nuevamente. Tiene razón, debo ser fuerte.

—Gracias, Ky...—me recuesto en su hombro. La puerta se abre en seguida y veo el sonriente rostro de mi mejor amigo.

—¡Llegué yo, princesas!—su semblante cae al vernos así—. ¿Qué pasó?

Guardo silencio, mientras mi mejor amiga procede a contarle todo lo que ha pasado en mi triste vida a Gus.

Mi mejor amigo me abraza y me da unas lindas palabras de aliento, luego de eso, propone que vayamos a comer helado, sin embargo, me niego y él se ofrece a traerlo; Gus se va y nos deja solas a Kylie y a mi, de nuevo.

—Todo va estar bien, sis.—sonríe y, sorprendiéndole a ella y a mi misma, la imito.

Nos quedamos calladas, cada quien sumida en sus pensamientos.

Sorprendentemente, la vida da muchas vueltas; jamás pensé que un día después de nuestro cuarto mes, Charlie cortaría conmigo, ni que a la semana siguiente de ése, Zac se molestaría y no me hablaría más, y mucho menos que a las tres semanas mis padres firmaran su divorcio y papá se fuera de casa.
Todo fue muy inesperado para mí, y no tuve el valor de hablar de ello hasta ahora, que llamé a mis mejores amigos y les conté de todo. Los había extrañado mucho, pero prefería quedarme en mi habitación y meditarlo todo en soledad.

Al cabo de un rato, Gus abre la puerta con tres botes de helado, nos da uno a cada una y se acuesta con nosotras en la cama, ponemos una peli y distraigo mi mente en el helado frente a mí. Hago una sonrisa triste al recordar la vez que salí en pijama de noche para hablar con Zac, quien también me había traído un bote de lado. ¡Cuanto lo extraño! Si no hubiese sido tan tonta, hubiese podido ayudarlo. Pero ¿Cómo ayudar a alguien que no quiere ser ayudado?

—Hey, deja de torturarte, la peli está buena.—susurra Gus, en mí oído. Sonrío al sentir su abrazo en mi cintura y me dispongo a prestar atención a la peli.

<<Todo—pienso— estará bien, Julie, todo estará bien>>

(...)

—Buenos días, mamá Crane.—saluda Gus a mi madre, cuando bajamos a desayunar.

—Buen día, mamá—saludamos Ky y yo al unisono, sonreímos al darnos cuenta.

—Hola, chicos ¿como durmieron?—pregunta mi madre, amable.

—Marc da unos golpes muy fuertes, ¿No ha pensado meterlo en Karate?—pregunta Gus, divertido. Siempre que Gus viene a casa y se queda a dormir, debe compartir cama con uno de mis hermanos, esta vez le tocó con Marc.

Una hora más tarde, me encuentro en la librería ordenando unos libros, junto con Danna, una compañera de trabajo. Danna es morena, de baja estatura y de cabello bastante colorido. 

—¿Cuanto tiempo llevas muerta? Pareces un fantasma, Juliana.—comenta. Sí, digamos que Danna no es muy sutil.

—No he dormido mucho, eso es todo.—respondo, simple.

—Pues, te vendría bien pegar un poco el ojo durante la noche, amiga.—aconseja y asiento, divertida.

—No es tiempo de chacharas, chicas, sigan trabajado.—dice Justin, burlón, pasando por nuestro lado. Justin es buen chico, suele bromear con nosotras imitando la voz de la jefa.

Ayudo a unas señoras que buscan libros de Sexy a los 60's. Luego vuelvo al deposito a ordenar unas cosas y paso mi día trabajando y distrayendo mi mente de todos mis asuntos personales.

Al salir, subo en el auto de mamá, quien me lo presta para ir al trabajo, y vuelvo a casa. Preparo la cena, puesto que mamá está cansada, porque le tocó conseguir empleo y ahora llega muy agotada.

Luego de ayudar a mamá, subo a mi habitación, me baño y pongo mi ropa de dormir, para luego acostarme en mi cama y hacer mi rutina nocturna: escuchar música, leer viejas conversaciones y ver imágenes  que capturaron hermosos momentos.

¿Realmente voy a pasar así mis días? ¿viviendo en los recuerdos? Jamás pensé que mi vida podía llegar a ser tan deprimente. Pero lo es, ahora lo es.

Hay momentos en los que deseo no haber conocido el amor, no haber sabido de la existencia de Zac y menos de Charlie. El amor cambia tu vida, dicen, y no sabes cuan cierto puede llegar a ser, hasta que lo vives...y no siempre es para bien; no en mi caso.

Me Enamoré De Un Aspirador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora